La Premier League se asusta: Arabia Saudita tiene más dinero

Cristiano Ronaldo es la estrella de Al Nassr; el portugués fue una de las primeras celebridades que la liga saudí le quitó a la Premier League.
Cristiano Ronaldo es la estrella de Al Nassr; el portugués fue una de las primeras celebridades que la liga saudí le quitó a la Premier League. - Créditos: @-

“El fútbol que amamos está amenazado”, advierte un analista británico. Otro dice que lo que está sucediendo “debería ser repulsivo, vulgar, moralmente inaceptable”. Y un tercero cree que el DT de Inglaterra, Gareth Southgate, está preocupado porque Jordan Henderson, subcapitán, 77 partidos en la selección, también se fue hacia el nuevo y polémico dorado del fútbol mundial: Arabia Saudita. “Si se va él”, se preguntó un portal, “¿quién será el que sigue?”.

La Premier League enfrenta a un tiburón mayor que ya comenzó a quitarle figuras. Y posibles jugadores de su selección. Parafraseando a Carlos Bilardo: Southgate podría tener que entrenarse con Henderson recuperando balones en Damman, este de Arabia Saudita (sede de su nuevo club, Al-Ettifaq), para que Jack Grealish (¿sería él el segundo?) desborde a 400 kilómetros de distancia en Riad (sede del Al Nassr de Cristiano Ronaldo) y Harry Kane (¿el tercero’), cabecee en Jeddah, a más de 1200 kilómetros, sede del Al Ittihad, flamante equipo de Karim Benzema.

Henderson, el símbolo de Liverpool que emigró a la Liga saudí
Henderson, el símbolo de Liverpool que emigró a la Liga saudí - Créditos: @Sebastián Domenech

Al Nassr y Al Ittihad, más Al Ahly y Al Hilal (los cuatro clubes más grandes del país) son a partir de este lunes propiedad del Fondo Soberano de Inversión (PIF) de Arabia Saudita, que además es dueño del Newcastle y controla de modo indirecto parte del paquete accionario de Chelsea, tres de cuyos jugadores marcharon el último mes hacia Arabia Saudita. Lo sufrimos desde hace décadas. Tenemos selecciones enteras con jugadores en Europa. Pibes que se van sin siquiera debutar en Primera. A veces, nuestro fútbol es un milagro.

Pero los árabes, se indigna ahora la prensa británica, no respetan los derechos humanos. Castigan a los gays con pena de muerte. Hacia allí fue sin embargo Henderson, el jugador inglés símbolo de los derechos LGBTQI+. Su brazalete de capitán perdió su histórico arcoíris y pasó al blanco y negro en el video de presentación de su nuevo club, Al-Ettifaq. “Capitán de capitanes”, Henderson, de 33 años, ocho años con la cinta en Liverpool, era líder dentro pero también fuera de la cancha. Portavoz contra la homofobia, la discriminación y la injusticia. Se fue porque Arabia le pagará 900.000 dólares por semana. Sí, por semana.

Jordan Henderson, un emblema de Liverpool que llegó a la liga saudí
Jordan Henderson, un emblema de Liverpool que llegó a la liga saudí

No es nada al lado de CR7. Cada siete días, el portugués embolsa 4,5 millones de dólares. Lionel Messi rechazó una oferta de 429 millones de Al Hilal, que insiste ofreciendo, supuestamente, 776 millones por solo un año de contrato a Kylian Mbappé, a razón de 2 millones por día (además de otros 330 millones al PSG). Por eso ya se fueron, entre otros, N’Golo Kanté, Ruben Neves, Kalidou Koulibaly, Edouard Mendy, Roberto Firmino, Allan Saint-Maximin y Riyad Mahrez, además del DT Steven Gerrard, todos de la Premier. Cada plantel puede tener hasta ocho extranjeros. Y no hay límites de Fair Play Financiero. “Arabia Saudita”, dice Pep Guardiola, “cambió el mercado”. No dijo que su equipo, Manchester City, propiedad de Abu Dabi, lo había hecho antes.

¿Solo fútbol obsceno? Igual que Mbappé ¿no rechazó también Tiger Woods una oferta árabe de casi 800 millones de dólares? El diario inglés The Guardian sostiene que el FIP árabe invirtió desde 2021 en el deporte 6.300 millones de dólares (es apenas un diez por ciento del presupuesto del Fondo). Pagó 391 millones por el Newcastle. Y 2.000 millones para adueñarse del golf. Tiene Fórmula 1, boxeo, tenis, cricket, lucha libre, esports. El deporte es parte de un proyecto geopolítico más amplio llamado Vision 2030 liderado por el príncipe heredero Mohammed Bin Salman. Diversificar la economía y usar al deporte para “lavar imagen” (“sportswashing”) y ejercer “poder blando” (“softpower”), como hizo Qatar con el Mundial. ¿Insistirá Arabia Saudita por el Mundial 2030 o apuntará en cambio al 2034?

Roberto Firmino se despidió del Liverpool con el festejo de un gol y muchas lágrimas en el último partido y seguirá su carrera en Arabia Saudita
Roberto Firmino se despidió del Liverpool con el festejo de un gol y muchas lágrimas en el último partido y seguirá su carrera en Arabia Saudita - Créditos: @Agencia AFP

¿Y si la Liga árabe termina en quiebra como le sucedió hace unos años a la Liga china? Carlos Tevez y sus vacaciones, Didier Drogba, Nicolas Anelka, los brasileños Oscar y Paulinho, Jackson Martínez. Inversiones que multiplicaban por cuatro a Japón. Hasta que, alarmado, el gobierno chino impuso límites. Cayeron varios de los clubes más poderosos. Otros perdieron la categoría. Algunas crónicas recuerdan que, en 2018, la Liga árabe sufrió un rojo de 300 millones de dólares, con 107 denuncias de contratos impagos en la FIFA, y que el príncipe Salman cubrió todo. Pero el Fondo árabe no solo tiene más dinero que la Liga China. El país tiene además una fuerte tradición en el fútbol. Títulos en la Copa Asiática y en la Liga de Campeones de Asia. Venció a la Argentina de Messi en el debut de Qatar.

Hace un año, Arabia Saudita pagó una bolsa de 77 millones de dólares para albergar la pelea por el título pesado entre el ucraniano Oleksandr Usyk y Anthony Joshua. “Hay que ser realistas”, justificó la sede Eddie Hearn, promotor del retador británico. “¿Preferirías tener uno de los mayores fondos soberanos como socio o como enemigo?”, se pregunta a su vez Rory McIlroy, número 1 del golf, crítico del proyecto árabe. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que la UEFA vea la conveniencia de invitar al campeón árabe a la Champions? LeBron James publicó un gift de Forrest Gump insinuando que iría corriendo a Arabia Saudita, cuando se enteró de la oferta de 776 millones de dólares por Mbappé. Por ese dinero, ironizó el rayo jamaicano Usain Bolt, 36 años, retirado en 2017, “yo también estoy listo para volver”.