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Las potencias occidentales arremeten contra Rusia por el ataque a la presa de Kajovka

Condena unánime de los aliados de Kiev de la voladura de la central hidroeléctrica ucraniana de Nueva Kajovka, haciendo suya la versión del presidente Zelenski de que fue producto de un ataque ruso.

"En primer lugar, es importante adoptar una postura clara sobre este asunto", decía el canciller alemán Olaf Scholz. "Esto es algo que se alinea con los muchos crímenes que hemos visto en Ucrania y que han cometido soldados rusos. Forma parte de esta guerra, que siempre ha atacado objetivos civiles, ciudades, pueblos, hospitales, escuelas, infraestructuras..."

Proceso en La Haya

Coincide con la apertura de un caso en el tribunal de La Haya en el que Kiev acusa a Moscú de crímenes de guerra en relación a su apoyo al levantamiento prorruso en el este del país.

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg también se ha referido a los antecedentes de brutalidad de las tropas rusas.

"La destrucción hoy de la presa de Kajovka pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños medioambientales. Es un acto indignante que demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania".

La Comisión amenaza con más consecuencias

Para la Comisión Europea esta agresión lleva la guerra a un nivel sin precedentes. El presidente del Consejo Europeo Charles Michel la ha calificado en Twitter de un claro crimen de guerra. Asegura que exigirán responsabilidades a Moscú, mientras el Kremlin sigue acusando a Ucrania de lo ocurrido.

"Está claro que este sabotaje fija como uno de sus objetivos privar de agua a Crimea", aseguraba Dmitri Peskov. "El nivel de agua en el embalse baja y, en consecuencia, el suministro al canal se reduce bruscamente".