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Se pone en marcha el torneo inaugural del LIV Golf Invitational Series y empieza la pugna con el PGA Tour

Phil Mickelson, en el ojo de la tormenta y ahora vinculado con la nueva liga con fondos árabes
Phil Mickelson, en el ojo de la tormenta y ahora vinculado con la nueva liga con fondos árabes - Créditos: @ADRIAN DENNIS

Este jueves es el día en que la fractura del golf quedará expuesta sobre fairways, búnkers y greens: dos giras contrapuestas en marcha, disputándose la atención del público luego de una dispersión de jugadores yendo de aquí para allá. Por un lado el PGA Tour, que fiel a su típico calendario presenta esta semana el Abierto de Canadá, en Toronto. Del otro lado del Océano Atlántico, lo novedoso, lo desafiante para las tradicionales estructuras: la escala inaugural del LIV Golf Invitational Series, por realizarse en St. Albans, al norte de Londres, y en donde participarán Dustin Johnson, Phil Mickelson, Sergio García y Louis Oosthuizen, cuatro de los notables “rebeldes” que se embarcaron en esta aventura.

Más allá de lo deportivo, esta grieta en el golf ya plantea hasta disquisiciones filosóficas, a partir de que el nuevo tour está financiado con fondos públicos árabes. Quien alzó la voz en este sentido fue Rory McIlroy, devoto de la entidad que dirige Jay Monahan. “Cualquier decisión que tomes en tu vida, si es puramente por dinero, generalmente no terminará yendo por el camino correcto. Obviamente, el dinero es un factor decisivo en muchas cosas, pero en este mundo, si actúas puramente por plata, las cosas no salen siempre como uno quiere”, reflexionó el norirlandés antes de su primer golpe en Toronto.

La serie de LIV Golf no tuvo un gran eco de antemano, se lo veía como un proyecto estrafalario y sin bases sólidas. La mayoría de los profesionales se mostraron reacios a incorporarse en un principio. Comenzó como una idea de Greg Norman, el ex Nº 1 y ganador de dos Open Británicos, que sí recibió el apoyo temprano de Mickelson. Más allá del inmenso respaldo económico, la iniciativa parecía naufragar, aunque en las últimas semanas empezó a ganar entusiasmo y a captar la atención en varios jugadores, fascinados con los petrodólares. Es más: Bryson DeChambeau y Patrick Reed ya anunciaron que estarán en la próxima cita en Portland, del 30 de junio al 2 de julio.

Tensión y caras rígidas

Las conferencias previas del LIV Golf estuvieron llenas de tensión. A los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood les preguntaron si se sumarían a un torneo organizado por Vladimir Putin o que estuviese a favor del Apartheid en Sudáfrica. Mickelson quedó apuntado hace unos meses, cuando aseguró que “conocía el horrible historial de derechos humanos” del reino de Arabia Saudita, pero que igual apoyaría a la nueva liga con el fin de aumentar drásticamente los ingresos de los jugadores del PGA Tour. Ahora, cuidando sus palabras al máximo y con cara de asustado, señaló: “No apruebo en absoluto las violaciones de los derechos humanos. Soy consciente de lo que ha ocurrido con Jamal Khashoggi (periodista árabe disidente de Washington Post que fue asesinado), y creo que es terrible. También he visto el bien que el juego del golf ha hecho a lo largo de la historia y creo que LIV Golf va a hacer mucho bien para este deporte también. Estoy entusiasmado con esta oportunidad. Por eso estoy aquí”.

El zurdo de San Diego, que se tomó una pausa larga en el PGA Tour e incluso no defendió el título en el último PGA Championship, confirmó además que no tiene intención de seguir el ejemplo de Dustin Johnson, Sergio García y otros que renunciaron a su membresía en el PGA Tour: “Como miembro vitalicio, no estoy obligado a jugar 15 eventos. No tengo que jugar ninguno; puedo jugar uno. No veo la razón para que renuncie a eso”.

Phil Mickelson practica en el hoyo 18 del Pro-Am en el Centurion Club, antes del arranque del LIV Golf Invitational Series
Phil Mickelson practica en el hoyo 18 del Pro-Am en el Centurion Club, antes del arranque del LIV Golf Invitational Series - Créditos: @Steven Paston


Phil Mickelson practica en el hoyo 18 del Pro-Am en el Centurion Club, antes del arranque del LIV Golf Invitational Series (Steven Paston/)

Premios multimillonarios

Cada torneo del LIV Golf reparte 25 millones de dólares, más que los 20 millones del más generoso del PGA Tour en cuanto a premios, The Players. El campeón se llevará 4 millones y el último recibirá 120.000. Habrá 48 jugadores que participarán de manera individual y repartidos en 12 equipos, y que debutarán hoy en el Centurion Golf Club. Los certámenes se definirán siempre en tres vueltas y con un total de 54 hoyos –de ahí el nombre LIV, 54 en números romanos- y las salidas se producirán en forma simultánea.

La cuestión es qué postura disciplinaria tomará el PGA Tour a partir de este jueves, una vez que los jugadores “renegados” peguen sus primeros golpes en la gira promovida por el Gran Tiburón Blanco. Por ahora son solo especulaciones: se dice que las suspensiones a los jugadores con membresía serán muy duras y se medirán por años y no por meses, y que el Masters no dudará en prohibirles a los jugadores del LIV el acceso a su certamen en Augusta, un paralelo a lo que ocurrió en Wimbledon con los tenistas rusos y bielorrusos. Por lo pronto, la USGA comunicó que no alterará su field de jugadores para el US Open, que se jugará la próxima semana, y que se respetarán los criterios prestablecidos para la clasificación al certamen.

La guerra ya estalló y todavía no hay heridos, pero sí lamentos. “Para el juego en general es una pena, porque esto va a provocar una fracturar en el golf”, opinó McIlroy, que amplió: “Estamos viviendo un momento muy extraño en el golf profesional; hace un par de semanas dije que hay que ver cómo se desarrolla esta temporada. Y sobre todo, observar cuáles son las consecuencias de los muchachos que decidieron ir en otra dirección que no fueran los tours establecidos”.