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Polo femenino: la gran revolución y el plan en desarrollo para que la Argentina sea la máxima potencia a nivel mundial

Un momento muy especial para el polo femenino argentino: la conquista en 2022 del Mundial, en Palermo
Un momento muy especial para el polo femenino argentino: la conquista en 2022 del Mundial, en Palermo - Créditos: @LANACION/Sergio Llamera

El polo femenino es una realidad en la Argentina y, para que termine de explotar y se convierta en el mejor del mundo, como lo es históricamente en la rama masculina, es sólo cuestión de tiempo. Es que su crecimiento sostenido está probado no solamente por la cantidad y calidad de jugadoras, sino también por las competencias que ya se están disputando y el entusiasmo que han generado tanto aquí como en el exterior.

Es totalmente alentador el panorama, ya que en un corto lapso de tiempo se han puesto en vigor cuatro competencias locales de gran nivel y una internacional que ratifican a nuestro país como el norte del polo mundial que históricamente es. Acorde con la rica tradición centenaria de polo masculino, ya en la rama femenina se disputan el Abierto y la Triple Corona y también aquí se organizó el primer Mundial de la historia , más allá de otra decena de torneos que nutren el calendario local.

El Overo Z7 UAE vs. La Aguada Rioplatense, uno de los partidos de la Triple Corona
El Overo Z7 UAE vs. La Aguada Rioplatense, uno de los partidos de la Triple Corona - Créditos: @Daniel Jayo

En ese sentido, el 2022 fue un año muy interesante para el polo femenino. Comparando estadíos con el polo masculino, aún es un polo en desarrollo y al que desde el ambiente lo ven, en cantidad actual de jugadoras, parecido al masculino de hace unos 50 o 60 años. Por ello, a la temporada que pasó se la toma como un gran punto de partida para acelerar su desarrollo y consolidación.

En cuanto al Abierto particularmente, cabe decir que ya es un clásico. Con seis ediciones disputadas, en las que La Dolfina tuvo asistencia perfecta en las finales y es el máximo campeón: se coronó en cuatro ocasiones contra dos de El Overo UAE. En 2022, el equipo ganador formó con Mia Cambiaso (hija de Adolfito), Milagros y Candelaria Fernández Araujo (hijas de Milo), más la talentosa inglesa Nina Clarkin.

Asimismo, el Abierto cada año tiene afluencia de una decena de jugadoras extranjeras provenientes de Alemania, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia y Sudáfrica y la promoción de un gran número de jóvenes debutantes locales y extranjeras, como ya lo hicieron Catalina Lavinia, Azucena Uranga, Jade Pinkney, Agustina Imaz, Ginevra D’Orazio, Isabella Parsons, Hope Arellano, Siobhan Herbst, Elena Venoit, April Kent, Luisa del Carril y Clara Martínez Ferrario.

El seleccionado campeón mundial 2022, con Azucena Uranga, Paulina Vasquetto, Catalina Lavinia y Agustina Imaz,, hablando con el coach, Milo Fernández Araujo
El seleccionado campeón mundial 2022, con Azucena Uranga, Paulina Vasquetto, Catalina Lavinia y Agustina Imaz,, hablando con el coach, Milo Fernández Araujo - Créditos: @LANACION/Sergio Llamera

El primer Mundial, disputado en abril de 2022, también fue un gran espaldarazo para el desarrollo no sólo del polo femenino argentino, sino también internacional. La Asociación Argentina de Polo tomó la iniciativa y organizó un certamen con seis selecciones divididas en dos zonas en el que las argentinas se consagraron campeonas al derrotar a Estados Unidos. También participaron Inglaterra, Irlanda, Italia y Brasil. El impacto fue tanto en la asistencia de público como en la seriedad que adoptaron diferentes asociaciones del exterior, que a partir de allí incorporaron el handicap.

Ya sobre el final de año y durante la temporada fuerte del polo en el país, se realizó la primera Triple Corona Femenina, con respectivos e inéditos torneos disputados en La Dolfina-Santa María de Lobos, La Ensenada y Tortugas. Estos tres certámenes se organizaron con el formato de 0 a 40 goles con handicap en pos de emparejar fuerzas. “El Abierto no entró en esa Triple Corona porque para que tuviera más participantes se jugó con un formato muy parecido al de la Copa República. Eso hizo que hubiera más volumen de jugadoras y para emparejar el resultado se jugaron con handicap, con tal de que todas tuvieran chances de enfrentarse con las mejores”, explica a LA NACION Delfín Uranga, presidente de la Asociación Argentina de Polo y un gran entusiasta del polo femenino.

Con las herramientas disponibles y un calendario de torneos que ya empieza a llamar la atención en el país y en el exterior, ayudando a confeccionar con antelación las agendas de aquellas jugadoras y emprendedores del polo que están afuera, se está más cerca de que se termine de desarrollar el polo femenino en la Argentina y se convierta en el mejor del mundo. Para tales fines, quienes están en el ambiente sostienen que es sólo una cuestión de tiempo, ya que lo único que verdaderamente impidió su proliferación en años anteriores fue la barrera cultural que ya está siendo derribada.

A correr: La Dolfina vs. La Irenita, en la última final del Abierto Argentino Femenino
A correr: La Dolfina vs. La Irenita, en la última final del Abierto Argentino Femenino - Créditos: @Santiago Filipuzzi

“Por algún motivo, en la Argentina se pensaba que el polo era sólo para hombres y eso estaba instalado en la sociedad. Y en Estados Unidos e Inglaterra eso no es así y arrancó hace muchísimo tiempo. Te lo digo en mi caso en particular: yo me casé con Bárbara Tanoira, hija de un 10 goles de handicap (Gonzalo Tanoira) y la madre de ella jugaba al polo (Luisa Miguens). Y a Bárbara nunca le contaron que tenía que jugar al polo con la mano derecha para competir. Por eso, toda su vida fue con el taquito de polo a ver a su papá jugando en Palermo, pero siempre con la zurda, y a nadie se le ocurrió decirle que jugara con la derecha. En mi caso, tengo dos hijas zurdas que juegan perfectamente al polo con la mano derecha. Entonces, fijate lo arraigado que estaba que era un deporte para hombres. Pero eso cambió y aparecieron un montón de chicas jugando al polo”, reflexiona el máximo directivo de la AAP.

La Dolfina, campeón del Abierto de Palermo 2022, con las hermanas Milagros y Candelaria Fernández Araujo, Mia Cambiaso y Nina Clarkin
La Dolfina, campeón del Abierto de Palermo 2022, con las hermanas Milagros y Candelaria Fernández Araujo, Mia Cambiaso y Nina Clarkin - Créditos: @Santiago Filipuzzi

Milo Fernández Araujo, director técnico del seleccionado argentino femenino que se consagró en el Mundial disputado el año pasado, destaca la evolución que se ha logrado: “Creo que hoy Argentina es el país que más ha crecido en cuanto a cantidad y calidad de torneos y en lo que respecta a la capacitación de jugadoras también. Veo que nuestro país está teniendo un inmenso semillero de jugadoras con muchas condiciones y en mi opinión vamos por buen camino, a producir las mejores polistas del futuro”.

Gracias a esta apertura masiva y progresiva hacia las mujeres en el deporte, hay una buena base de polistas, ya que en las escuelas de polo femenino ya existe un gran volumen de jugadoras de entre 11 y 14 años, lo que garantiza un futuro muy prometedor. A ese semillero se le suman también las organizaciones que apoyan la disciplina con dinero e infraestructura. Se está viendo en los Estados Unidos y también en el Abierto de Palermo, como con el ejemplo de UAE, la organización de los Emiratos Árabes que lidera Sheikha Maitha. Su apuesta es tener un equipo disputando torneos en la temporada argentina, juegue o no juegue su dueña.

“La explosión se viene dando exponencialmente año a año. Considero un quiebre importante desde el 2017, cuando surgió el primer Abierto Argentino de Polo femenino. A partir de ese momento, el crecimiento puede observarse no sólo cuantitativamente en la cantidad de jugadoras inscriptas en los distintos torneos, sino también cualitativamente en el nivel de juego. Han mejorado notablemente el conocimiento y la estrategia de juego, así como la calidad de caballos que se ve en cada organización. La meta es llegar a tener en nuestro país el mejor nivel de polo femenino”, valora Verónica Guerrero, presidenta de la Subcomisión de Polo Femenino de la AAP.

¿Qué le falta?

En cuanto al debe, sostienen en el ambiente que el mayor desafío por delante es el de una mayor difusión, pero no solamente mejorar la publicidad de lo que se viene, sino también apuntar a una mejor comunicación de lo que sucede antes y después de cada certamen. “Hay historias de mujeres muy interesantes que siento que el año pasado no las contamos. Por suerte hay mucho para hacer”, acota Uranga. El presidente de la AAP está convencido de que para poner en valor al polo femenino hay que hacer y después analizar los resultados para saber si hay cuestiones para corregir, pero siempre partiendo de la base de la acción constante, de la puesta en práctica de las ideas.

Desde la Asociación, consideran que hoy pueden crear un producto polo femenino sin estar atados a lo que suceda con el polo masculino . Por ejemplo, está en carpeta que la final del Abierto, que en la actualidad se disputa en la cancha 2 del Campo Argentino de Polo el mismo día que se desarrolla en la 1 la final del tradicional Abierto masculino, se pueda disputar también en la cancha 1. Por ahora hay un sondeo entre las jugadoras para intentar elegir el momento exacto en que se dé ese salto al máximo escenario del polo mundial, lo que sería para ellas algo así como disputar una final de fútbol en Wembley o en el Maracaná.

“Ellas prefieren jugar todavía en el marco del Abierto tradicional, pero me parece que es una cuestión de tiempo y nosotros tenemos la capacidad de generar audiencia más allá de lo que se esté jugando, desde poner las entradas libres y gratuitas”, proyecta Uranga, quien para el final de su mandato anhela haber concretado esa experiencia. Mientras tanto, se ajustan las tuercas en cuanto a acciones de marketing y comunicación para terminar de redondear el producto.

Por lo pronto, las jugadoras, verdaderas protagonistas de este espectáculo, vienen manifestando su entusiasmo con lo que está sucediendo. Es el caso de Lía Salvo, la mejor jugadora y mayor referente del polo femenino en la Argentina. Nacida en América, un pueblo de 12 mil habitantes, eligió el polo a los 10 años y lo hizo su profesión hasta romper todos los moldes cuando en 2016 fue la primera mujer en disputar y ganar el Abierto del Jockey Club. Lo hizo nada más ni nada menos que con Adolfito Cambiaso, Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero, jugando para La Dolfina-El Paso.

Lía Salvo, jugadora top, una referente para las nuevas jugadoras
Lía Salvo, jugadora top, una referente para las nuevas jugadoras - Créditos: @Instagram

Bicampeona del Abierto con El Overo UAE y con su agenda siempre cargada disputando torneos en el exterior, valora ante LA NACION este auge femenino:

“Estamos viviendo una época buenísima, con una Asociación de Polo que apoya totalmente a las mujeres y que nos ha dado un gran lugar en el calendario anual de sus torneos oficiales. Eso, más los torneos privados que hay, hace un menú de competencias enorme donde se puede elegir entre alto, mediano y bajo handicap. Y la idea es que nadie se quede sin competir”.

“Pasamos de tener un torneo al año a poder disputar más de 15. Y la explosión final estará dada por el tiempo y por la gran masa de jugadoras que están arrancando. Ellas son la base de la pirámide y eso ha crecido en la Argentina más que en cualquier otro país del mundo. Va a ser difícil competir contra las argentinas”, agrega con mucho entusiasmo quien planea volver a competir en junio, ya que por estos días estará dando a luz por primera vez.

El Overo Z7 UAE, otro de los grandes animadores del polo femenino
El Overo Z7 UAE, otro de los grandes animadores del polo femenino - Créditos: @Daniel Jayo

Nadie frena el crecimiento y el 2023 ya tuvo actividad. Por ejemplo, con la Copa de la Mujer de bajo handicap en el predio de la AAP en Pilar, donde Las Palmeras (Mora Condomí Alcorta 1, María Gallego 0, Paulina Vasquetto 3 y Luisa del Carril 5. Total, 9) se quedó con la Copa Oro, La Violeta (Mora Erdozia 0, Catalina Tomasevich 1, Alexia Laprida 5 y Martina Gadea 3. Total, 9) se llevó la final de Plata y La Estrella Polo Champagne (Luisa Goti 0, Juana Pando 3, Dayna Waechter 4 y Felicitas Fernández 3. Total, 10) se quedó con la de Bronce.

“La verdad que el polo femenino está creciendo mucho y muy rápido, no sólo en la Argentina, sino también en otras partes del mundo. Como en Estados Unidos e Inglaterra, donde se están disputando copas de alto handicap y mediano y bajo, eso permite jugar en los diferentes niveles para mejorar. Es un deporte que a las mujeres nos costó al principio, pero ahora, con la cantidad que somos, podemos seguir jugando y mejorando”, sostuvo ante LA NACION Cata Lavinia, una de las polistas que más prometen desde el semillero y que tiene como espejos a las británicas Nina Clarkin y Hazel Jackson. Considera que entre las mujeres hay mucho talento y que de incorporar más y mejores caballos el nivel crecerá aún más.

Los Fernández Araujo: papá Milo con Milagros y Candelaria
Los Fernández Araujo: papá Milo con Milagros y Candelaria

En cuanto a lo que se viene de la temporada 2023, y desde lo estrictamente deportivo, la expectativa pasa por saber qué equipo llegará mejor preparado para disputarle el reinado a La Dolfina en el Abierto. Pero sobre todo se valora el hecho de que lo que ya se disputa de polo femenino en la Argentina ya esté bien instalado en el calendario internacional. “Cuando lo hacés una vez, ya la gente se empieza a organizar en consecuencia”, cierra Delfín Uranga, con la convicción de que lo hecho empieza a hacerse notar en pos de un futuro aún mejor para el polo femenino.