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Polo. Adolfo Cambiaso, su emoción por la oportunidad que le darán dos amigos y su agradecimiento eterno

Cambiaso se dará el gusto de jugar con su hijo Poroto en el nuevo La Dolfina
Sergio Llamera

El vértigo no se detiene. Los cambios en los equipos de polo arrecian. Pasó un Abierto de Palermo inolvidable, con la histórica consagración de La Natividad, de los hermanos Jeta y Barto Castagnola, y muchos son los que piensan en que falta casi un año para la nueva propuesta. Así de desbordante fue el entusiasmo que provocó el certamen. El mapa 2022 se va ordenando, aunque siguen quedando nombres sueltos. La Natividad (39), el nuevo La Dolfina (39), Ellerstina (38), La Irenita (36), La Dolfina II (33), y aparentemente una nueva formación que reuniría a los jugadores que quedaron sueltos de RS Murus Sanctus y de La Ensenada.

Sin dudas que el máximo impacto, a la hora de reordenar las piezas, fue el del regreso de Juan Martín Nero a La Dolfina. El back de Trenque Lauquen, de 40 años y ganador 11 veces del Campeonato Argentino Abierto, además de obtener en cuatro oportunidades la Triple Corona, siempre fue la pieza más buscada por los grandes equipos. No en vano es considerado uno de los mejores backs de la historia. Aunque curiosamente haya aparecido por Palermo jugando como 1 en una de las últimas versiones del Chapaleufú de los Heguy, allá por 2004.

Cambiaso, Nero y Sterling , nuevamente juntos en La Dolfina
Cambiaso, Nero y Sterling , nuevamente juntos en La Dolfina


Cambiaso, Nero y Sterling , nuevamente juntos en La Dolfina

Tras 14 temporadas junto a Pablo Mac Donough (3 en Ellerstina, 10 en La Dolfina y una en RS Murus Sanctus), Nero optó por aceptar la invitación de Adolfo Cambiaso para volver a Cañuelas. Ya no se trataba del viejo Dream Team, pero sí del 75% de la formación que entre 2011 y 2020 se adjudicó en 9 ocasiones el Argentino Abierto. Para Nero significa reencontrarse con dos de sus amigos, Adolfito y David Pelón Stirling, y compartir la alineación con el chico que vio crecer todos estos años al lado de su padre y que ya tiene 16 y 9 goles de handicap: Poroto Cambiaso.

Pero, ¿cómo recibió Adolfito ese sí de Nero y qué significa en su vida esta decisión? A diferencia de la Nochebuena de 2020, cuando Nero le comunicaba que se iba con Mac Donough a RS Murus Sanctus, el viernes pasado le confirmaba desde Aspen, Estados Unidos, donde se encontraba jugando un torneo de polo en la nieve organizado por Marc y Melissa Ganzi, que volvía a La Dolfina. Y una sonrisa enorme se le dibujó en el rostro.

Adolfo "Poroto" Cambiaso y su padre
Sergio Llamera


Poroto y Adolfito Cambiaso vivirán su primer Abierto de Palermo juntos (Sergio Llamera/)

“A veces los sueños se te van cumpliendo con expectativas que superan lo previsible. La verdad, hace algunos años, más allá de mi deseo personal, no creía posible que pudiera jugar un Abierto de Palermo con mi hijo Poroto, algo que vamos a poder hacer en el 2022. Por la edad que tengo, mis 46 que serán ya 47 el año que viene, compartir equipo con él en la Triple Corona ya es increíble.

“Y después hay algo más significativo. Porque uno puede plantearse la idea de jugar con su hijo y simplemente participar en los torneos, pero con la llegada de Juanma Nero es otra cosa, es jugar y participar con chances. Que Juanma (Nero) y Pelón (Stirling) me hayan dado esta posibilidad de tener un equipo competitivo es maravilloso. La verdad, voy a estar agradecido de por vida con ellos, en deuda para siempre”, expresa el crack de Cañuelas a LA NACION, ya de regreso de Santiago de Chile, donde junto con Poroto conquistó el Abierto de polo de ese país, que se efectuó en el club San Cristóbal.

Juan Martín Nero
Sergio Llamera / LA NACION


Con Nero y Stirling, Cambiaso siente que La Dolfina "puede jugar partidos decisivos" (Sergio Llamera / LA NACION/)

Y Cambiaso ya empieza a palpitar lo que vendrá, a imaginar el 2022. “Siento que tenemos chances de poder jugar partidos decisivos con La Dolfina. Con cada integrante del equipo bastante en sus puestos, lo cual nos va a dar un funcionamiento natural. Porque Poroto anduvo muy bien ya como N° 3 en La Dolfina Brava en lo que fue su debut como titular en la Triple Corona y con un año más de experiencia, reforzado en caballos, vamos a tener un equipo muy competitivo y a la vez con mucha onda. Porque somos amigos de verdad. Todo esto me da una alegría terrible”, agrega.

Y no quiere olvidarse de lo que fue esta temporada de transición, en la que La Dolfina, aún sin jugar bien y habiendo soportado algunas lesiones, como la de Diego Cavanagh, llegó a dos de las tres finales grandes: en Tortugas y en Palermo, siendo derrotado por Ellerstina y por La Natividad, respectivamente. “Pese a no haber tenido una gran temporada en materia de funcionamiento, llegamos a dos finales y fue muy linda la experiencia de haber jugado con Fran Elizalde y con Dieguito Cavanagh. Fuera de la cancha tuvimos una onda increíble como equipo. Les estoy muy agradecido y ellos comprendieron mi decisión de querer jugar el año próximo con Poroto. Estoy muy feliz por todo”. La Dolfina tendrá 39 goles, como La Natividad.

Otros movimientos y confirmaciones

¿Qué pasó con los jugadores que fueron quedando sueltos en este reordenamiento? En las últimas horas todo parecía encaminado para que se formara otro conjunto, de 34 goles, con Facundo Sola (8) y Guillermo Caset (9), provenientes de RS Murus Sanctus, más Alfredo Bigatti (9) y Jerónimo del Carril (8), que quedaron libres de lo que era La Ensenada. De hecho, encajan perfectamente como otra alineación compacta y de buenas perspectivas.

En el mientras tanto, ¿qué fue de la vida de Chapaleufú, el equipo que más ruido hizo el primer fin de semana de Palermo? Llegado desde la clasificación, provocó el bombazo que sacudió el Abierto cuando venció en suplementario a La Natividad, que acababa de ser campeón en Hurlingham. Después, los resultados no fueron satisfactorios y se perdieron la posibilidad de asegurar la permanencia en un partido mano a mano con Alegria. Pero aún así, a sabiendas de que deberán jugar otra vez la clasificación, el ánimo no decae. Seguirán juntos Rufino Bensadón, Juan Martín Zavaleta (h.), Julián de Lusarreta y Felipe Dabas.

Chapaleufú el día de su histórica victoria sobre La Natividad
LA NACION/Sergio Llamera


Chapaleufú el día de su histórica victoria sobre La Natividad (LA NACION/Sergio Llamera/)

“Seguimos. Esperamos un poco a ver qué pasaba con el resto de los equipos, por si había alguna invitación, por ejemplo, para Rufino, de equipos más grandes. El balance es positivo por todo lo que hicimos, aunque nos quedamos con un gustito amargo por no clasificarnos para 2022. La idea es continuar, volver a clasificarnos, y mejorar”, sostuvo el Negro De Lusarreta.

La temporada 2022 se va armando. Falta un año y la ansiedad ya empieza a dominar el ambiente polístico. No cabía esperar menos después del Abierto de Palermo rutilante que consagró a La Natividad y que fue de los mejores de las últimas décadas, por competitividad, por sorpresas y por la renovación generacional.