La revolución de Pirelli amenaza con cargarse la emoción de la Fórmula 1

Mario Isola ha confirmado que los nuevos neumáticos Pirelli para 2022 tendrán una degradación aún menor que en estas últimas campañas (Photo by CLIVE MASON/POOL/AFP via Getty Images)
Mario Isola ha confirmado que los nuevos neumáticos Pirelli para 2022 tendrán una degradación aún menor que en estas últimas campañas (Photo by CLIVE MASON/POOL/AFP via Getty Images)

A pesar de que son los pilotos los que se llevan todos los titulares, la Fórmula 1 es un deporte de equipo y mecánicos e ingenieros juegan un papel crucial durante el transcurso de una carrera gracias a la estrategia. Una estrategia que, con los nuevos neumáticos de Pirelli para este 2022, podría perder peso y hacer de una parte fundamental del Gran Circo algo simplemente intrascendente.

“Este neumático nuevo de Fórmula 1 está diseñado de una forma diferente, con lo que nos pedían los pilotos, para que tenga menos sobrecalentamiento y menos degradación”, afirmaba Mario Isola, CEO de Pirelli, en la presentación oficial de las nuevas gomas. Que el piloto quiera más estabilidad durante la carrera puede ser entendible si vas en cabeza, pero para la zona media, y sobre todo para el espectador, tanta estabilidad acaba matando la emoción y las opciones a ver luchas interesantes. Si no puede haber variedad estratégica porque la degradación es mínima, la igualdad pasa a ser tan alta que lo que va a haber son procesiones y no carreras al límite.

Con el paso de los años ya el tema de la degradación de los neumáticos ha ido a menos. A principios de la década, con el paso de Bridgestone a Pirelli era frecuente ver carreras a dos o tres paradas porque era imposible gestionar gomas e ir al máximo tanto como se deseaba. Esto ya ha pasado a mejor vida y si no solo hace falta ir al último GP de 2021. Lewis Hamilton estuvo casi 50 vueltas con el neumático duro a ritmo competitivo. Podrían hacer una carrera sin cambiar goma dependiendo del nivel de abrasión del asfalto y esto hace no tanto era impensable.

Canadá 2011 pasó a la historia por ser la carrera más larga de la historia y porque Jenson Button ganó a pesar de entrar seis veces en boxes. Fue un día inolvidable. En cambio, las carreras que se ganan de principio a fin, sin nadie que intenté algo diferente, quedan en el olvido. Las hegemonías de Red Bull y Mercedes en esta última década han hecho mucho daño a nivel de audiencias, ya que su superioridad era tal que no surgía interés. Si a eso ahora le añades menos degradación ¿qué puede marcar la diferencia?

Formula One F1 - Italian Grand Prix - Circuit of Monza, Monza, Italy - August 30, 2018   General view of Pirelli tyres   REUTERS/Stefano Rellandini
Neumáticos Pirelli durante el GP de Monza. Foto: REUTERS/Stefano Rellandini

Siempre estará el debate encima de la mesa si la Fórmula 1 debe ser un deporte donde siempre se vaya al máximo de lo que permita el coche o si, en cambio, hay que aprender a apretar cuando realmente toca. La gestión de los neumáticos es algo que no todo el mundo sabe hacer y marca la diferencia tanto como ser el más rápido. Ahí reside en parte mucha de la gracia de este deporte. Y si no que se lo pregunten a Sergio Checo Pérez, el verdadero as en esto de aguantar con el mismo set de neumáticos.

Si valoramos que la F1 es un deporte colectivo los pit stops deben estar presentes de forma más abundante de lo que están ahora y no ir perdiendo protagonismo como se pretende. El paso por boxes es un momento que puede ocurrir de todo por cuestión de milímetros. No se puede ver coordinación más pura. Dos segundos donde la historia puede cambiar radicalmente, para bien o para mal. Siempre han formado parte de este Gran Circo y no lo entenderíamos sin ellos. Por lo tanto, que la degradación vaya a menos es un golpe duro para la emoción y mejor no esperar muchas carreras infumables antes de darse cuenta.

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