Petra Kvitova quiere recuperar protagonismo en el WTA Tour y, para ello, se inyectó un positivo envión anímico con su victoria de este sábado por 7-6 (16-14) y 6-2 sobre Elena Rybakina, para consagrarse en el Abierto de Miami.

Se trata de un título inédito para la tenista checa, ya que nunca había podido festejar sobre el cemento de Florida (había sido cuartofinalista en dos ocasiones). Además, fue el 30º título de su carrera y el primero desde hace casi nueve meses: el anterior, sobre la hierba de Eastbourne en junio pasado.

Ubicada en el puesto 12 del ranking en la actualidad, la ex Nº 1 del mundo logró destrabar un largo y reñido primer parcial, en el que ambas jugadoras cedieron sus saques en el noveno y décimo game; de hecho, la nacida en Bílovec sirvió para adelantarse al sacar 5-4, aunque sufrió el quiebre en 30.

Ya en el tie-break, la kazaja (7ª del escalafón) llegó a tener hasta cinco set points, pero fue la zurda quien consiguió salir airosa y pasar al frente en una manga que resultó determinante de cara a la siguiente.

Incluso, la dos veces campeona de Wimbledon quebró de entrada para picar 3-0, después conservó su saque con comodidad (dos veces en cero) y logró el rompimiento definitivo en el último juego para decretar su triunfo contra la campeona del año pasado en el All England y finalista este año en el Abierto de Australia.

Con su potencia y actitud, Kvitova está decidida a prolongar su buena racha; en agosto pasado, durante el torneo de Cincinnati, había sido la última vez que lograba cruzar la instancia de cuartos (fue finalista) y posteriormente quedó resignada a no poder acercarse a esas etapas.

Foto: Robert Prange/Getty Images