La pelea que modificó la historia argentina del profesionalismo

El triunfo de Patrick “Paddy” Mc Carthy sobre el italiano Abelardo Robassio, del 9 de octubre de 1903, fue el testimonio más añejo por décadas para el boxeo argentino.
El triunfo de Patrick “Paddy” Mc Carthy sobre el italiano Abelardo Robassio, del 9 de octubre de 1903, fue el testimonio más añejo por décadas para el boxeo argentino.

Los grandes hallazgos informativos que modificaron –rotundamente– la historia de los deportes se llevaron adelante a partir de sospechas, mucha pesquisa de datos y el seguimiento de pistas precisas. Tal si fuese un apasionante caso policial de final increíble. Así viró una tradición “oficial” que parecía inamovible y sellada a fuego en el pugilismo nacional: ¿cuándo y dónde se efectuó la primera pelea profesional en nuestro país?

Y el proceso de tal logro amerita ser narrado. Fue, metafóricamente, algo semejante a imaginar sobre la existencia de un navegante desconocido llegando a las Américas, mucho antes que Cristóbal Colón en 1492.

El imponente y centenario archivo del diario LA NACION fue la base de operaciones. El inolvidable crítico boxístico Julio Ernesto Vila, el más importante en lengua hispana, trazó una estrategia para llegar a la meta y el gran Rafael Saralegui, un hombre fuerte en cualquier sección del periódico y poseedor de la mayor biblioteca deportiva del país en su casona de Adrogué, pergeñó su ingreso a la hemeroteca de la vieja redacción de la calle Bouchard. Y tras varios días, de doblar con mucho cuidado las páginas percudidas de los periódicos, de más de un siglo de antigüedad, se llegó a lo esperado: ¡Descubrir un match primario inédito en el desarrollo del boxeo argentino!

Julio Ernesto Vila, una leyenda del periodismo dedicada al boxeo.
Julio Ernesto Vila, una leyenda del periodismo dedicada al boxeo.

Quedaba desechado y caduco aquel “manuscrito” que sentenciaba la victoria del irlandés Patrick “Paddy” Mc Carthy sobre el italiano Abelardo Robassio, el 9 de octubre de 1903, por nocaut en el quinto round, en la sede de la revista El Gladiador como el bautismo profesional del boxeo argentino.

A partir de esa gran novedad noticiosa, quedó determinado que el cotejo en el cual el inglés Tom Ball venció a su compatriota George Davies, el 12 de julio de 1892, en el salón La France, de la Capital Federal, se convirtiera en el punto de partida. En el primer capítulo de pugilismo rentado en nuestro país.

Al respecto, la crónica de este combate publicada en LA NACION –inmersa entre noticias sociales y policiales– destacaba, con redacción de época, lo siguiente: “PUGILATO. Tenemos ya instalado y en pleno y popular funcionamiento, un nuevo sport basado en el noble arte de molerse los huesos a puñetazos”.

“En la noche del 12 del corriente tuvo lugar en el Salón La France una riña del género, a guante, como se dice en la profesión, entre los Sres. Tom Ball y George Davies, por 800 pesos, saliendo de ellos, vencedor el primero de dichos trompeadores”.

La crónica del triunfo del inglés Tom Ball sobre su compatriota George Davies, el 12 de julio de 1892, reflejada en las páginas de La Nación.
La crónica del triunfo del inglés Tom Ball sobre su compatriota George Davies, el 12 de julio de 1892, reflejada en las páginas de La Nación.

No bien descansado aún de la fatiga de su disputada victoria, recibió el siguiente reto: “Jack Ashton, de San Francisco de California, desafía al Sr Tom Ball, de Londres, a pelear con él dentro de tres semanas a contar de la fecha, un Marquis (nombre técnico del lance) completo, según las reglas de Queensberry, guantes de cuatro onzas, una bolsa de mil pesos m/n; apostando quinientos pesos más a que pone a Ball fuera de combate antes de la conclusión del décimo encuentro (round)”.

“Inmediatamente de recibir este cartel, Mister Ball aceptó ambas condiciones, suscribiéndose las bases del contrato pugilístico”.

“Vivísimo interés ha despertado este desafío entre sus numerosos aficionados que el género tiene entre nosotros y llueven las apuestas a quién dará o recibirá mas puñadas y quién las resistirá más o menos sólidamente”.

La victoria del inglés Tom Ball el 12 de julio de 1892 quedó como la piedra fundacional del boxeo en la Argentina.
La victoria del inglés Tom Ball el 12 de julio de 1892 quedó como la piedra fundacional del boxeo en la Argentina.

“Pero es a guante y no correrá sangre, a no ser tal vez, de las narices; si no se cubren como es debido”.

Vila culminó esa “exploración” el 18 de junio de 1995. Cumplía ese día 57 años. Se abrazó con Saralegui –que actuó como jurado de la última pelea de José María Gatica en 1956, en el Lomas Park– y nunca más se vieron.

Habían cumplido con su cometido.