Películas de futbol americano para disfrutar este fin de semana

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 10 (EL UNIVERSAL).- La introducción a un texto publicado por la revista Rolling Stone puede sonar cruda, pero es difícil de rebatir: "Es la época de escuchar la voz de Al Michaels (narrador de los tradicionales partidos de domingo por la noche), de los hombres que se distancian de sus mujeres". Si alguien quiere dar más motivos para el aislamiento y alimentar la conversación entre el Club de Toby, va un conteo de las cinco películas que ningún fanático del futbol americano debe perderse.

En una lista de 14 títulos que vienen a la mente en dos o tres minutos, se desprende que las cintas de este subgénero tienen en común la alusión a la fraternidad y solidaridad que se forma entre tipos obligados a un arduo trabajo físico, habituados a la competencia, sometidos a disciplina draconiana.

A partir de eso, jugadores, entrenadores y aficionados definen a sus favoritos.

Número 5 - The Brian´s Song (Compañeros)

Quinta en la lista pero primera en el corazón de muchos por la conmovedora historia real de Brian Piccolo, compañero de backfield de una leyenda, Gale Seyers. El admirado James Caan interpretó a Piccolo, quien sin tener los grandes atributos logró hacerse un sitio en los Bears de Chicago de los 60, plagados de talento y dirigidos por el patriarca George Halas.

La película retrata la difícil relación entre un ítaloestadounidense y un afroestadoundense, que refleja el complicado ambiente de esa época en la que unos y otros debían poner de lado prejuicios, agravios y educación, para trabajar juntos.

Cuando la relación de trabajo se convierte en amistad, el drama llega. Una enfermedad pone fin a la carrera, y a la vida, de Piccolo, y el resto de la trayectoria de Seyers, un corredor espectacular, es un tributo a su compañero.

Número 4 - We are Marshall (Somos Marshall)

Otra basada en acontecimientos reales. En este caso, la tragedia del equipo de futbol americano de la Universidad Marshall, cuyo avión se estrelló al regreso del partido contra East Carolina, el 14 de noviembre de 1970.

Los 37 jugadores, todo el staff de coacheo, excepto el coordinador ofensivo, Red Dawson, numerosos patrocinadores de la universidad, además de la tripulación, murieron en el desastre.

La película relata la odisea de reconstruir el programa de futbol americano de la universidad, y cómo este es el catalizador que sirve para sanar las heridas de la comunidad.

No hay una historia rosa aquí. Marshall se reconstruyó de la nada y su primera campaña tras la catástrofe fue un desastre. La cinta refleja que el triunfo de esos jugadores no fue alcanzar una campaña triunfadora, sino simplemente renacer de las cenizas.

Pasarían muchos años para que Marshall se convirtiera en un equipo ganador, pero la semilla se sembró en este contexto. La actuación de Matthew McConaughey (fanático a muerte de los Longhorns de Texas) es sobresaliente.

Número 3 - Remember the Titans (Duelo de titanes)

No pocos argumentarán que es la major película sobre futbol americano.

No les falta razón por la excelente actuación de Denzel Washington en el papel de un coach a cargo de dirigir a un cuadro en el que, por primera vez en preparatoria, alinearan jugadores blancos y afroamericanos. Los hechos corresponden a lo sucedido en el equipo de la preparatoria Williams High en 1971.

Las tensiones raciales previas y la hermandad que se forja entre los jugadores son el cemento que da consistencia a la historia. Primero es el equipo, luego las personalidades es uno de los mantras del deporte, y se refleja una y otra vez aquí. Quizá quien mejor lo representa es el coach Bill Yoast, que dirigía a la escuadra y debió dejar su puesto a Herman Boone para atenerse a las leyes de integración racial aprobadas en esos años.

Número 2 - Rudy

La favorita sentimental de fanáticos a muerte y ocasionales. Es conmovedora la historia verdadera del chico que anhela jugar futbol en Notre Dame y, sin las condiciones físicas para hacerlo, se conforma con ser asistente para llevar agua a los jugadores, acarrear los balones, etcétera, y tras sacrificios y esfuerzos logra integrarse al equipo.

Alguien sin corazón pondría objeciones al relato de Rudy Ruettiger, el chavo dispuesto a cumplir su sueño sin importar los obstáculos y sacrificios. Pero aún ellos, seguro, dejarían escapar una lágrima al ver la escena final, cuando sus compañeros lo sacan del campo en hombros y corean su nombre.

Quizá Joe Montana, uno de los más grandes del deporte e integrante de ese cuadro, es de estos. Hace unos años declaró que Rudy no trabajó más fuerte que cualquiera de los integrantes y que al cargarlo más bien estaban burlándose de él.

Número 1 - Friday night lights (Luces de viernes por la noche)

En todo aquel que ha jugado futbol americano resuenan la palabras del recientemente fallecido coach Gary Gaines: "muchos de ustedes han jugado durante 10 años pero les quedan dos cuartos y jamás más volverán a jugar (…) y jamás, está a punto de suceder".

Fiel retrato de lo que este deporte significa para Texas: gastos de miles de dólares en sueldos de entrenadores y acondicionamiento de estadios, fiesta los días de partido, jóvenes convertidos en héroes permanentes de pueblos en medio de la nada.

Pero también la presión que eso representa para adolescentes de 17 años, los sueños que no se alcanzan, los rumbos caprichosos de la vida que poco tienen que ver con sus sueños.

Hay de todo: reflexión sobre la disciplina, fiestas de prepa, mucha acción de juego y una soberbia actuación de Billy Bob Thornton como Gary Gaines.

Resto del paquete

Hay más películas que espacio para reseñar, pero amantes del deporte tienen buenas opciones. Se enumeran algunas: Draft Day (los avatares de un gerente general en la NFL); Jerry McGuire (muchos la colocarían entre las cinco primeras; la cuestión es que la cinta es sobre Tom Cruise -como todas las de él-, no sobre futbol); Invencible (emotivo relato real acerca de Vince Papale, un hombre de clase trabajadora de Filadelfia que pudo jugar con los Eagles). The Express (Ernie Davis fue el primer afroamericano en ganar el trofeo Heismann, pero no pudo brillar en profesional porque el cáncer se lo llevó a los 24 años); Heaven can wait (comedia romántica en la que un atleta se va al cielo antes de que le tocara su turno y reencarna en la persona del propietario de los Rams de Los Ángeles; curiosamente, los Rams llegaron por primera vez al Súper Bowl en el año en que salió la película); Any given Sunday (el discurso de Al Pacino antes del partido decisivo la hace especial; los cameos de Lawrence Taylor, Duce Staley, Michael Irvin, Jamie Williams son especiales.