Paridad de género: por cada diez hombres que deciden en la política y la economía, cinco son mujeres

Carolina Castro, Mercedes D'Alessandro, Silvia Lospennato y Julia Pomares, en la presentación del informe
Carolina Castro, Mercedes D'Alessandro, Silvia Lospennato y Julia Pomares, en la presentación del informe - Créditos: @FOTOGRAFIA-HCDN

Más de la mitad de las personas que habitan en la Argentina, de acuerdo al último censo, son mujeres (51,76%), mientras que los hombres alcanzan un 48,22%. Esa proporción, sin embargo, no se refleja en los espacios de poder: en promedio, por cada diez hombres sentados en una mesa tomando decisiones, hay cinco mujeres.

Los datos se desprenden del Índice de Género, Decisión y Representación en las provincias, que busca medir el grado de participación de las mujeres en las esferas de poder político-económico, presentado hoy por el centro de investigación Fundar en el auditorio del Congreso.

Santiago del Estero es la provincia más igualitaria, en términos de participación de las mujeres. El puntaje de 71.78 que obtuvo en el índice implica que la mesa de decisiones estaría integrada por diez varones y siete mujeres. Santa Cruz es la más desigual de acuerdo al informe elaborado por María Emilia Cerra, Alejandro Avenburg, Paola Bergallo, María de las Nieves Puglia, Daniela Belén Risaro, Micaela Fernández Erlauer y Juan Martín Argoitia. El podio lo completan San Luis y Santa Fe mientras que en los peores lugares se ubican La Rioja y Tierra del Fuego. El análisis del organismo parte de combinar dos componentes, representación política y poder de decisión, a partir del análisis de cifras oficiales.

El Poder Ejecutivo es el más masculinizado: de los 24 distritos, solo hay dos gobernados por mujeres y apenas uno de cada diez municipios tiene intendenta.

El poder Ejecutivo municipal, es decir, la cantidad de mujeres intendentas por provincial es el peor indicador. De un relevamiento de 1172 municipios de todo el país, solo 141 están conducidos por mujeres. La provincia que más intendentas tiene es Río Negro. Con nueve sobre un total de 38, apenas alcanza un 24%. En Santa Cruz y en Tierra del Fuego directamente no hay mujeres al frente de municipios.

Por su parte, Alicia Kirchner en Santa Cruz y Arabela Carreras en Río Negro aportan los dos ejemplos de provincias gobernados por mujeres.

Los gabinetes provinciales, a su vez, tienen una paridad media de 40,9%, es decir que la presencia de hombres es más de dos veces mayor a la de las mujeres. Solo hay 8 provincias que tienen más del 30% de ministras mujeres: Chaco, Entre Ríos, San Juan, Santa Fe y Tierra del Fuego. Sobre este punto, el estudio agrega que la distribución de carteras responde a roles de género tradicionales porque más de la mitad de las ministras se encargan de áreas ligadas a cuidados y la reproducción: Desarrollo Social, Salud, Educación, Cultura, Medio Ambiente, Niñez, Juventud, Familia y Género.

“De los gabinetes nacionales desde la vuelta de la democracia, la vez que más mujeres hubo fue cinco (2014), en más de 20 gabinetes. Si no estamos dando las batallas, nadie nos abre las puertas”, dijo hoy en la presentación la economista y exdirectora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro.

D’Alessandro habló sobre la violencia que sufren las mujeres que están en la política. Remarcó, además, la importancia de la institucionalización de espacios dedicados a las mujeres y criticó a Horacio Rodríguez Larrreta, quien dijo que en caso de llegar a la presidencia reduciría la cantidad de ministerios.

La diputada Silvia Lospennato que también integraba el panel contestó que, a pesar de que en la Ciudad el área es una secretaría, las estadísticas de femicidios mejoraron.

Poder Judicial

El Poder Judicial es el sector más feminizado, al contar con la paridad promedio más alta: 83%. Y el sector en el que más provincias alcanzaron la igualdad. Aunque las juezas representan casi la mitad del total (2242 sobre 5030), solo ocho de las 24 provincias alcanzan la paridad.

La provincia con mayor participación femenina es Chaco: 124 de los 213 cargos altos son ocupados por mujeres, un 58%. En el otro extremo está Santa Cruz, la menos paritaria, solo 20 sobre 62 puestos están ocupados por mujeres.

Poder Legislativo

El Legislativo, por su parte, es el segundo sector con mayor paridad. Consideran que en gran medida se debe al impacto de las medidas que promueven la participación de las mujeres.

A nivel provincial, todas las provincias tienen herramientas que impulsan la integración de las mujeres. La Argentina fue el primer país del mundo en otorgar por ley pisos de participación en la representación política de las mujeres en el sistema electoral. La ley 24.012, sancionada en 1991, exigió que las listas de candidaturas incorporen un 30% de mujeres. En 2017, con la ley 27.412, ese porcentaje aumentó al 50%.

Hoy 22 de las 24 jurisdicciones tienen leyes de paridad. Las dos restantes, Tierra del Fuego y Tucumán, aún preservan sus leyes originales de cupo. Casi todas las leyes de paridad provinciales, además, extienden el mandato de paridad a la conformación de listas en concejos deliberantes, con excepción de Catamarca.

El estudio señala, sin embargo, que la llegada de una mujer a la presidencia de la Cámara baja se dio recién el año pasado, con Cecilia Moreau. Apuntan, además, que solo dos mujeres han integrado la Corte Suprema.

“Las pioneras del cupo no volvieron a ser diputadas, pagaron con sus carreras políticas el haber peleado por la igualdad”, recordó a su turno Silvia Lospenatto y agregó: “Cuando sacamos la paridad fue con menos costo, algo hemos evolucionado en saber cómo construir el poder y en que la sociedad no nos castigue para pelear por lo que nos falta”.

Sector privado

“La masculinización del poder no es un problema exclusivo del sector público”, afirma el estudio y señalan que por cada dos empresas lideradas por un hombre, hay una liderada por una mujer.

De alrededor de 541.000 pymes solo 180.200 están lideradas por mujeres, ya sean personas físicas o jurídicas: una de cada tres. Sin embargo, lo contextualizan a nivel regional y apuntan que no se trata de una tasa tan baja porque en Latinoamerica solo el 22% de las PyMEs están lideradas por mujeres.

En línea con lo que observaron en los gabinetes, el sector más feminizado es enseñanza, donde el 73% de las empresas están conducidas por mujeres, mientras que en rubros como construcción (22%) o energía (5%) la participación es menor.

“De las mil empresas que más facturan los números son peores. Menos del 3% tiene presidente o vicepresidente mujer y solo 16% tiene mujeres en el directorio, algunas en calidad de suplentes incluso”, aportó la empresaria industrial Carolina Castro que fue la primera mujer en estar en el Comité Ejecutivo de la UIA. Hoy, según apunta el documento, solo tres de los 23 miembros del Comité Ejecutivo son mujeres. También agregan otro ejemplo, en la Sociedad Rural Argentina, solo una de 19 directivos es mujer.

“De las mil empresas que más facturan los números son peores. Menos del 3% tiene presidente o vicepresidente mujer y solo 16% tiene mujeres en el directorio, algunas en calidad de suplentes incluso”, aportó la empresaria industrial Carolina Castro durante su exposición
“De las mil empresas que más facturan los números son peores. Menos del 3% tiene presidente o vicepresidente mujer y solo 16% tiene mujeres en el directorio, algunas en calidad de suplentes incluso”, aportó la empresaria industrial Carolina Castro durante su exposición - Créditos: @FOTOGRAFIA-HCDN

A modo de conclusión, los autores apuntan que la igualdad de género en las esferas de poder no se explica por los niveles de desarrollo económico, es decir que no necesariamente las provincias más ricas son las más igualitarias. Tampoco consideran que exista un criterio político partidario o regional determinante para la participación de las mujeres.

Entre las conclusiones destacan que las posibilidades de acceso de las mujeres a las élites provinciales no logran consolidar espacios de poder transversales. No han encontrado “un camino lineal hacia la igualdad de género” y los avances de una esfera no implican necesariamente un efecto de contagio en otra.

Tampoco parece observarse un proceso de avance horizontal y secuencial en que la mayor cantidad de mujeres en ciertas esferas dé lugar a mayor presencia en otras. Por el contrario, la incorporación de mujeres pareciera estar explicada por una multiplicidad de microprocesos”, explican.

“Hay microprocesos provinciales, algunos tendientes hacia la igualdad y otros contrarios. Lo que funciona en una provincia puede que no funcione en otras”, explicó la investigadora Emilia Cerra
“Hay microprocesos provinciales, algunos tendientes hacia la igualdad y otros contrarios. Lo que funciona en una provincia puede que no funcione en otras”, explicó la investigadora Emilia Cerra - Créditos: @FOTOGRAFIA-HCDN

“Hay microprocesos provinciales, algunos tendientes hacia la igualdad y otros contrarios. Lo que funciona en una provincia puede que no funcione en otras”, planteó Cerra, al presentar los datos del estudio.

Según dijo a LA NACION la investigadora, el índice funciona como una foto actual, pero esperan poder actualizarlo cada dos años para contar con datos en el tiempo que permitan pensar políticas públicas. El índice presentado hoy funciona como una foto actual. Es uno de los tres subíndices que conformarán el Índice Subnacional de Género, Decisión y Representación (ISIG) con el cual pretenden dar “cuenta de las brechas de género en el plano de la toma de decisones y la representación política, la educación, la salud y el mercado de trabajo e ingresos”.

Los autores aclararon que por la casi nula disponibilidad de datos que midan la situación de personas trans, travesti y no binarias, el Índice se concierne únicamente a la categorización varones y mujeres.

De la presentación también participaron el director ejecutivo de Fundar, Martín Reydó; la directora del área de géneros, Paola Bergallo, el director del área de Datos, Daniel Yankelevich, y los investigadores María Nieves Puglia, Alejandro Avenburg y Emilia Cerra.

En el primer panel expusieron Castro, D’Alessandro, Lospennato y Julia Pomares, jefa de Asesores del Gobierno porteño. Cerraron la jornada Ana María Mustapic, profesora del Departamento Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella; Mario Pecheny, doctor en Ciencia Política e investigador principal del CONICET en el instituto Germani y Cecilia Nicolini, asesora presidencial y secretaria de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente nacional.