Leobardo Vázquez, enviado

PUEBLA, Pue., marzo 11 (EL UNIVERSAL).- En cuatro triunfos al hilo se quedó la racha de las Chivas del Guadalajara en la presente temporada.

El Puebla los paró en seco.

Los dirigidos por Veljko Paunovic no se encontraron en su visita a la Angelópolis, y pese a la superioridad en las tribunas, perdieron (1-0) frente a un Puebla lleno de carencias, pero con mucha enjundia y ganas de defender su invadido territorio.

Así, el gran momento que vivía el Rebaño Sagrado queda detenido y con el riesgo de bajar de posición en la tabla, dependiendo lo que hagan los otros líderes del torneo.

Y el Puebla se aferró a lo que mejor le sale desde hace tiempo, la entrega y desesperación. Anotó un gol, tras grave error del portero del Guadalajara Wacho Jiménez, y de ahí se replegó y esperó, aguantó a que pasara el tiempo para gritar la victoria, la segunda en fila, por cierto.

La escuadra tapatía inició con fuerza, con dominio en el estadio Cuauhtémoc, lució superior y con mayor peligro en el campo poblano, que vio con el paso de los minutos a sus jugadores tener dificultades para poder superar la media cancha.

El mando rojiblanco llegó al grado de inquietar en múltiples ocasiones al paraguayo Antony Silva, quien contó con la falta de contundencia de Guadalajara para no ver daño en su meta.

Fue la falla en el último toque lo que le abrió la puerta a los dirigidos por Eduardo Arce, que con jugadas por las bandas y disparos de larga distancia metieron en problemas a Miguel Jiménez. Una fórmula que le daría resultado a los poblanos, encontrando de los pies de Gustavo Ferrareis la única anotación del encuentro a los 38’.

El gol llenó de confianza a Puebla, que con poco futbol y mucha fortuna resistió el marcador hasta el final del compromiso.

Puebla resistió todo lo que le mandaron, pero al final salió con la mano en alto.