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Las Palmas - Alavés, un duelo teñido de historias argentinas que decide un ascenso a la liga de España

Alavés y Las Palmas se encontraron por última vez en septiembre pasado, en un 1-1 en Vitoria por la cuarta fecha de la segunda categoría de España.
Alavés y Las Palmas se encontraron por última vez en septiembre pasado, en un 1-1 en Vitoria por la cuarta fecha de la segunda categoría de España.

La camiseta de Unión Deportiva Las Palmas es de color amarillo y la de Deportivo Alavés dibuja franjas verticales en azul oscuro y blanco. Sin embargo, si se mira con atención se podrá descubrir que en los pliegues y costuras de una y otra existe una inconfundible tonalidad blanquiceleste. Grabados a fuego en la memoria de los hinchas de ambos clubes permanecen apellidos que marcaron momentos estelares: de un lado, Carnevali, Brindisi, Wolff, Morete, en los años setentas, y Turu Flores, Nacho González, Araujo, en tiempos más recientes; del otro, Desio, Astudillo, Herrera, Pellegrino, presentes en las mayores gestas de la entidad de Vitoria, y Valdano, Bonano, Coloccini en otras épocas...

Por eso, cuando canarios y vascos se enfrenten este sábado, desde las 16, en la última fecha del torneo de la Segunda División española poniendo en juego nada menos que el acceso al fútbol grande, serán muchos los ojos y corazones argentinos que estarán atentos a lo que ocurra en el Estadio de Gran Canaria.

Cuatro equipos llegan con chances matemáticas de obtener una de las dos plazas de ascenso directo. Granada (72 puntos) recibe a Leganés con todo en favor para lograr una de ellas; Las Palmas (71) y Alavés (70) dirimirán entre sí un puesto. Se suma Levante (69), aunque necesita una carambola demasiado compleja: un empate en Canarias y derrotar por cinco o más goles a Oviedo (lleva ocho partidos sin perder) para desplazar a Las Palmas, o añadir una derrota de Granada para provocar un triple empate y que los resultados en los enfrentamientos directos dejen fuera al conjunto de la Alhambra.

Quique Wolff y Miguel Brindisi viajaron el pasado miércoles especialmente invitados por el club canario para asistir a “la final” y seguramente coincidirán en la cancha con Daniel Carnevali y Teodoro Fernández, que viven en la isla. Todos ellos, más el Puma Carlos Morete –todavía dueño del récord de goles en el club en una temporada, con 30– y Pedro Verde, formaron parte de uno de esos equipos que los más veteranos evocan en cada charla y transmiten como legado de buen fútbol a las siguientes generaciones.

Aquel Las Palmas fue cuarto, séptimo y sexto de manera consecutiva en la liga entre 1976 y 1979 y alcanzó la única final de Copa del Rey en la historia de la entidad, en 1978 (derrota por 3-1 frente al Barcelona de Johan Cruyff), pero sobre todo, jugaba muy bien. “El estilo argentino calzó perfecto con la manera de ser y de jugar de los canarios. Cuando llegó como técnico Miguel Muñoz, un histórico de Real Madrid y el fútbol español, ya todo fue perfecto para armar un equipo que podía hacerle frente a cualquiera”, recuerda Brindisi, quien como el resto de aquella troupe celeste y blanca recibió en 2014 la insignia de oro y brillantes de la institución.

Dos mil kilómetros hacia el norte del archipiélago, en Vitoria, el fútbol se siente de otra manera, tal vez más visceral y menos lúdica, aunque igual de fervorosa y apasionada. Tal vez en esas diferencias se encuentre la razón que explique por qué los ídolos argentinos en las Canarias fueron en su mayoría volantes ofensivos y delanteros, y en Álava, arqueros, defensores y mediocampistas de lucha.

Hermes Desio
El argentino Hermes Desio, quizás el mayor ícono contemporáneo de Alavés, fue coordinador general de las selecciones juveniles de AFA.

Durante la temporada 2020/21 y para celebrar el centenario de su existencia, el “Glorioso” –así se conoce al conjunto alavesino– produjo un documental conmemorativo, pero la voz que fue narrando la historia del club no tiene acento vasco sino cordobés, de Corral de Bustos. Hermes Desio es, posiblemente, el mayor ícono contemporáneo de Alavés. Sus lágrimas tras la derrota ante Liverpool en la final por la Copa UEFA 2000/01 todavía conmueven a propios y extraños. El modesto equipo en el que también eran titulares el arquero Martín Herrera y el volante Martín Astudillo se atrevió a hacerle frente a un gigante del continente. Remontó un 3-1 y acabó empatando en 4 a un minuto del final. Eran tiempos en los que el “gol de oro” decidía los encuentros en el alargue. El equipo vasco prolongó su resistencia incluso cuando se quedó con nueve jugadores por dos expulsiones, hasta que a tres minutos de los eventuales penales el defensor Delfí Geli peinó la pelota en un centro y dejó sin chances a Herrera. Fue gol en contra y el trofeo se fue a Inglaterra, pero la gesta nunca abandonó Vitoria y Desio quedó para siempre como estandarte de esa noche inolvidable.

“Me tocó vivir una etapa maravillosa del club. Yo llegué a esa ciudad como extranjero y encontré un hogar, una familia, y se me dio todo lo que podía soñar como jugador. Por eso cuando me hablan de lo que le di a Alavés siempre digo que es al revés: que Alavés me dio mucho más a mí”, afirma Desio, uno de los tantos argentinos que eligieron Vitoria para la última etapa de sus carreras como futbolistas, tales los casos de Roberto Bonano, Gustavo Lombardi y Mauricio Pellegrino, que volvería más tarde como entrenador. Ese equipo alcanzó en 2017 la final por la Copa del Rey. Igual que para Las Palmas, se trató de un acontecimiento único en la historia de la entidad, y con el mismo desenlace: derrota por 3-1 ante Barça, en este caso, liderado por Lionel Messi.

Con algo menos de brillo que en esas épocas doradas, la relación entre el fútbol celeste y blanco y los equipos que pelearán por jugar la temporada que viene en la poderosa liga española no ha cambiado. José “Turu” Flores (81 partidos y 44 goles en los dos años en que jugó en Las Palmas) es el segundo entrenador del conjunto canario, en tanto que Nahuel Tenaglia, que salió de Atlanta y se destacó en Talleres, de Córdoba, es titular indiscutido en el lateral derecho de la defensa de Alavés. En el plantel vasco también tiene un lugar Joaquín Panichelli, juvenil delantero de River al que Marcelo Gallardo convocó en un par de ocasiones pero que no llegó a debutar en la primera, y el uruguayo Carlos Benavídez, que desarrolló la mayor parte de su carrera en Independiente.

Nahuel Tenaglia llegó a Alavés en la actual temporada, proveniente de Talleres, de Córdoba, y surgido en Atlanta.
Nahuel Tenaglia llegó a Alavés en la actual temporada, proveniente de Talleres, de Córdoba, y surgido en Atlanta. - Créditos: @@Alaves

Tampoco se modificaron las diferencias entre el fútbol que se juega en una punta de España y el que se practica en la otra. Así como Las Palmas acaricia el ascenso gracias a un juego basado en el control de la pelota y la presión alta, fácilmente identificable con la escuela de Barcelona, que es el club del que proviene su director técnico, Xavier García Pimienta, Alavés es fiel representante del estilo vasco. Más sobrio, más duro, menos lustroso, potente en el juego aéreo pero igual de eficiente en las dos áreas, el Glorioso sueña con dar el golpe.

A priori, la balanza parece estar inclinada hacia el local, pero los antecedentes invitan a la cautela. A Las Palmas le vale el empate (salvo una improbable goleada de Levante), pero lleva cinco partidos sin ganar en su cancha y el recuerdo de 2014 todavía está presente. En aquella ocasión los canarios ganaban por 1-0 en el minuto 93 y celebraban el ascenso ante Córdoba cuando un grupo de hinchas invadió el campo. El partido fue detenido un buen rato hasta que se pudo reanudarlo para jugar el minuto adicional que quedaba. En esos segundos, el equipo andaluz logró el empate y se quedó con el festejo.

A Alavés tampoco lo ayuda una estadística reciente: ganó uno solo de los últimos seis encuentros como visitante. Pero cuenta con un recuerdo favorable: en 2018 goleó por 4-0 en Gran Canaria y esa tarde Las Palmas descendió por última vez a Segunda, esa categoría de la que ahora ambos quieren escapar.

La liga espera un par de nuevos integrantes para la temporada que viene. Uno de ellos será uno de dos equipos que tienen historia y corazón argentinos. A este lado del Atlántico habrá muchos ojos atentos a esa definición.