Paco González hace pupa a Frenkie de Jong

Ver al Barcelona sufrir tanto para sacar adelante los partidos despierta la nostalgia hasta límites insospechables. Ante el Valencia, la melancolía en la Cope se ha remontado a aquellos tiempos de Xavi e Iniesta, una dupla inigualable, pero con el fin de dejar en evidencia al jugador que más cartel tiene del mediocampo de toda la plantilla azulgrana, Frenkie de Jong.

Ante el Valencia se le ha vuelto a ver perdido, pasando desapercibido en la elaboración del juego, muy lejos del timón que ostentaba en el Ajax y por lo que se le fichó en su día. Aunque ha tenido destellos y su potencial no tiene techo, no ha estado a la altura de las expectativas puestas en él todavía desde que se concreto su llegada. Pese a ello, siempre ha contado con muy buena prensa y no es de esos jugadores que recibe mucho latigazo mediático.

Ha sido Paco González el que ha roto esta casi costumbre para poner sobre la mesa que su rendimiento no es el que se imaginaba, ni mucho menos, cuando deslumbro jugando de '5' en el Ajax de hace tres temporadas. En esta posición en el Barça hay un peso pesado como Busquets y De Jong ha tenido que partir como volante la inmensa mayoría de los partidos. Aún así, no es excusa suficiente.

El director de 'Tiempo de Juego' se ha aferrado al centro del campo del mejor Barça ha existido, el de Pep Guardiola, para dar una impresión justa del nivel de futbolista que es el holandés: “Es un buen centrocampista, pero no es un líder. Es que, comparado con lo que ha tenido el Barça…”.

Un comentario ha sido suficiente al que, en ocasiones, se sitúa entre los mejores centrocampistas del mundo. Parece haberse estancado y González ha abierto un melón necesario.

De hecho, Josep Maria Minguella ha secundado a su compañero: "No ha confirmado las perspectivas desde que se le fichó".

Por su parte, desde el resto del equipo se señalaba que existía ya en algún sector de la afición debate en que si en caso de llegar una buena oferta, el club debería considerarla.

Tan sólo hay que desviar el objetivo de vez en cuando para poner más luz a una situación global crítica.