Opinión: El PIB de los latinos, equivalente al de la octava economía mundial

 (Getty Images)
(Getty Images)

Como millones de inmigrantes, Jaime Lucero llegó a Estados Unidos sin un dólar en la bolsa, pero repleto de sueños.

Era el año 1975, cuando Lucero, nacido en 1957 en el estado mexicano de Puebla, cruzó la frontera sin papeles y decidió probar fortuna en Nueva York. Sin hablar inglés y graduado solo de la preparatoria, obtuvo su primer empleo como lavaplatos en un restaurante de mariscos en Queens. Seis años después, gracias a su arduo trabajo y a su visión empresarial, logró su primer sueño: comprar una camioneta usada y empezar así su propio negocio de entrega de mercancías.

En 1993, Lucero dio otro paso decisivo en su carrera como empresario al crear Golden and Silver Inc., una de las importadoras y distribuidoras más grandes de ropa de marca en Estados Unidos. En 2002 la compañía tenía ya una flota de 25 camionetas y 47 clientes, entre ellos Saks Fifth Avenue y JC Penney. Hoy en día, las empresas de Lucero emplean a miles de personas en varias partes del país.

Lucero ha recibido múltiples reconocimientos, tanto por su liderazgo empresarial como por su labor filantrópica. Desde 2014, el Institute of Mexican Studies de Lehman College lleva su nombre. El empresario es fundador y presidente de “Casa Puebla Nueva York”, una organización no lucrativa que apoya y promueve la cultura mexicana.

Es también el creador de Fuerza Migrante, una multiplataforma dedicada a promover el poder económico y político de los mexicanos en Estados Unidos. “ La educación y la participación cívica son esenciales para que nuestra comunidad desarrolle todo su potencial”, asegura.

Si bien el éxito económico de Lucero es sobresaliente, su deseo de superación no es un caso aislado sino el común denominador de millones de inmigrantes latinos.

Persistencia y trabajo duro

Para el doctor David Hayes-Bautista, director del CESLAC (Centro para el Estudio de la Salud y la Cultura Latina), gracias a su persistencia y a su trabajo duro, el desempeño económico de los latinos en Estados Unidos es impresionante.

Un reciente estudio que se titula “2021 State Latino GDP Report”, del que Hayes-Bautista es coautor, revela que el PIB de la población latina en este país ascendió en 2018 a 2,6 billones de dólares. Esto significa que, si los latinos fueran una nación independiente, ocuparían el octavo lugar a nivel mundial, con un PIB superior al de países como Brasil, Italia o Corea del Sur.

Lo más impresionante es que el PIB latino de Estados Unidos creció 21 por ciento más rápido que el de India y 30 por ciento más rápido que el de China.

Estas cifras, de acuerdo con Hayes-Bautista, contradicen el estereotipo tan arraigado entre ciertos sectores antiinmigrantes de que los latinos vienen a Estados Unidos a delinquir o a vivir de la asistencia pública. “No somos flojos, ni criminales, venimos a trabajar y a contribuir y este estudio lo demuestra”, afirma.

Aumento en el consumo

Gran parte del extraordinario desempeño económico de los latinos se debe al consumo. Entre 2010 y 2018, según el estudio, el consumo real en este grupo aumentó un 135 por ciento más rápido que el de los no latinos. El consumo total de 2018 entre latinos que residen en los estados de Arizona, California, Florida, Illinois, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York y Texas, fue de 1,36 billones de dólares. En estas ocho entidades viven casi tres cuartas partes de los latinos del país.

Hayes-Bautista explica que el rápido crecimiento del consumo se debe, en esencia, a los avances acelerados en el aumento de la población latina y a su fuerte participación en el mercado laboral, sobre todo en los sectores de la educación y atención médica (16,0 por ciento), servicios profesionales y comerciales (12,6 por ciento) y gobierno (8,2 por ciento).

Por lo que toca al crecimiento de la población latina, el reporte indica que, entre 2010 y 2018, en California la población no latina creció un 3 por ciento, mientras que los latinos aumentaron 13 por ciento. Este crecimiento, aclara Hayes-Bautista, no fue impulsado por la migración sino por una alta tasa de fertilidad en este grupo.

El informe también subraya que de 2010 a 2018, el nivel educativo de los latinos creció a un ritmo 2,5 veces más rápido que el de los no latinos. Y agrega que, en ese periodo, la tasa de participación en la fuerza laboral de los latinos de California fue un promedio de 4,6 puntos porcentuales más alta que la de los no latinos. En 2018, la participación de los latinos en la fuerza laboral fue, en general, 5,0 puntos porcentuales más alta.

Los latinos en general y, de manera específica en California, tienen también una mayor esperanza de vida que los blancos no latinos (83,6 años en comparación con 80,8). Esto se debe, según Hayes-Bautista, a que cuidan mejor de su salud. “En el caso de la pandemia”, aclara, “los latinos fueron uno de los grupos más afectados porque no tuvieron el mismo acceso que otros a las vacunas contra el covid-19 y porque no pudieron estar confinados en sus casas debido a que muchos son trabajadores esenciales”.

La conclusión más importante del estudio, destaca Hayes-Bautista, es que los latinos son una enorme fuente de vitalidad económica para Estados Unidos por su trabajo arduo, sus valores familiares y su sólido perfil de salud.

Relacionados

Latinos en EEUU, optimistas tras un año de pandemia

Reporte: Latinos muy subrepresentados en medios de EEUU

Latinos demandan a Texas por plan de redistribución de distritos que diluye poder político de las minorías