La rutina hogareña de Novak Djokovic en el US Open

Novak Djokovic está a tres partidos de hacer historia. El tenista serbio se encuentra actualmente en los cuartos de final del US Open, el último grande de la temporada. Los otros tres (Open de Australia, Wimbledon y Roland Garros) ya llevan su firma por lo que, si consiguiese imponerse en Nueva York, igualaría la increíble hazaña de Rod Laver: conseguir el Grand Slam.

No hay duda de que el número 1 del mundo es el gran favorito para ello. Como también lo era, claro, en los Juegos Olímpicos para alzarse con el oro. Sin embargo, en Tokio Nole se vino abajo cuando todo parecía predestinado para verle en lo alto del cajón. Al final, en el deporte de alta competición, las diferencias no son tantas y un mal día lo puede tener cualquiera. Si a eso le sumamos la presión de conseguir algo único como lo era entonces el Golden Slam, esto es los cuatro grandes más los JJ.OO. en el mismo año natural, la cosa se complica de sobremanera.

Cabe recordar que, antes de ir a la capital japonesa, Djokovic coqueteó con la idea de perderse los Juegos, tal y como hicieron Rafael Nadal o Roger Federer. En su caso, el motivo era las restricciones existentes para viajar al país nipón, que le hacían reducir notablemente el número de personal que podía acompañarle. "Voy a tener que pensarlo. Mi plan era siempre ir a los Juegos, pero ahora estoy un poco dividido, es 50-50 debido a lo que escuché en los dos últimos días (...). No puedo tener a mi encordador, que es una parte muy importante de mi equipo, y estoy limitado con la cantidad de gente que puede integrar mi equipo", esgrimió nada más imponerse en Wimbledon.

Evidentemente, el de Novi Sad fue a Tokio y fue, además, uno de los grandes reclamos de la Villa Olímpica, si bien por las noches se retiraba a descansar a un hotel cercano. No obstante, queda claro que él prefiere otro tipo de burbuja cuando se juega las castañas.

En Nueva York, Djokovic ha demostrado que su rutina a la hora de enfocar los partidos es bien distinta. De hecho, su plan parece ser todo lo contrario a lo que hizo en los Juegos. El serbio busca una normalidad absoluta. Casi de día a día en cualquier familia. Así lo demuestra el último vídeo subido por su mujer, Jelena, en el que se ve al número 1 del mundo fregando los platos después de cenar. Una rutina cotidiana, alejada de la concentración extrema en todo momento que presumimos a los deportistas de élite durante una competición.

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El hecho de que esté fregando los platos es anecdótico, pero sí que nos deja entrever el estilo de vida hogareño con la que Djokovic está afrontando el US Open. Sin duda el torneo más importante de su carrera por lo que puede suponer: ganar el Grand Slam y desempatar en 'grandes' con Rafael Nadal y Roger Federer. Esto es, cargarse de argumentos casi irrebatibles en el sempiterno debate sobre qué jugador del Big-Three es el mejor de la historia.

En lugar de ir a un hotel, de tener un equipo de servicio que se ocupe de las tareas domésticas o varios asistentes que le permitan centrarse única y exclusivamente en el tenis. Djokovic ha optado en replicar un hogar fuera del hogar. "Así es cómo Novak medita tras su partido nocturno en el US Open", bromea Jelena.

Una mansión fuera de Nueva York

Para construir este ecosistema familiar, una cosa que ha tenido en cuenta el tenista es que es importante escapar de las distracciones de Nueva York. Por ello, desde hace varios años, el serbio monta su cuartel general en una mansión situada en Nueva Jersey.

Así lo explicaba en una entrevista con Tennis Majors: "Llevo varios años que durante el torneo me quedo en la casa de un amigo en Nueva Jersey para alejarme del ruido y el glamour de Nueva York. Se trata de una de las ciudades más divertidas del mundo, por eso suelo pasar tres o cuatro noches allí antes del torneo, pero una vez que este se acerca, me mudo a Nueva Jersey para estar más cerca de la naturaleza".

Evidentemente, se trata de un recinto en el que el número 1 del mundo posee todo lo que necesita para la práctica de su trabajo, incluidas varias pistas de tenis una de ellas cubierta. De hecho, durante las inundaciones provocadas por el huracán Ida, que obligaron a reprogramar varios partidos, invitó al tenista Lorenzo Musetti para que utilizase sus instalaciones y poder así entrenar.

Según varias informaciones, la propiedad posee una extensión de 19,4 hectáreas y un valor calculado en 40 millones de dólares. Además, según ha revelado Simone Tartarini, entrenador de Musetti, cuenta con cuenta con un parque exterior e instalaciones deportivas a techadas.

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