La ‘dejada imposible’ del chico malo del tenis mundial

El tenista francés Benoit Paire acaba dando que hablar en casi cada uno de los partidos que disputa, aunque suele ser por motivos negativos. Tantos shows lamentables ha protagonizado en los últimos tiempos que hay quien ya le considera el enfant terrible de este deporte por encima del siempre polémico Nick Kyrgios. Sin embargo, como le ocurre al australiano, el galo también va sobrado de talento y de vez en cuando lo saca a relucir, aunque quizás no tanto como debería.

Paire se encuentra disputando el ATP 250 de Gstaad, en Suiza, y en su debut este 19 de julio en los dieciseisavos de final se medía al eslovaco Jozef Kovalik. El francés, cabeza de serie número 6 del torneo, se deshizo rápidamente de su rival en dos sets por 6-3 y 7-6, pero más allá de su victoria dejó uno de los mejores golpes que se han visto esta temporada en el circuito masculino.

Era el cuarto juego del segundo set, con 2-1 para Kovalik y 40-30 para el francés, que buscaba igualar la manga con su saque. Paire ejecutó un fuerte servicio que tocó la línea a la derecha de su rival y devolvió como pudo la bola como pudo.

El jugador galo había subido a la red y al encontrarse con la pelota hizo un golpe magistral, una dejada casi imposible con tanto efecto que la bola, tras botar en el lado contrario de la pista, volvió a su campo sin que su rival pudiera alcanzarla. El comentarista del partido y el público quedaron alucinados y Paire lo celebró señalando a la grada.

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Lo cierto es que, en su duelo ante Kovalik, Paire tuvo uno de esos días inspirados en los que demuestra que es uno de los jugadores más talentosos del circuito. Además de esa dejada imposible, dejó otra colección de golpes de auténtico crack.

De no ser por su mala cabeza, Paire, número 49 del ranking ATP, seguro que estaría entre los mejores jugadores del mundo. El francés de 32 años lleva un 2021 para olvidar con apenas seis victorias en 25 partidos y protagonizando infinidad de momentos bochornosos, como cuando se dejó perder el último set de su encuentro de primera ronda de Wimbledon ante el argentino Diego Schwartzman. El juego definitivo, en el que el juez de silla le llegó a amonestar por conducta antideportiva, avergonzó al mundo del tenis y el deporte.

No solo ha protagonizado espectáculos lamentables sobre la pista, sino que también ha realizado infinidad de declaraciones polémicas. “Lo sorprendente del circuito es que si ganas un torneo ATP 250 te llevas 30.000 dólares cuando yo, en algunos torneos en primera ronda, me he llevado 10.000 dólares pese a perder. ¿Por qué volverse loco para ganar un poco más?”, llegó a decir en una entrevista en ‘L'Equipe’. Precisamente por estas palabras fue excluido del equipo olímpico francés que participará en los Juegos de Tokio. De ahí que esté compitiendo en Gstaad, donde, al menos por el momento, está siendo noticia por su juego y no por sus escándalos.

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