El problema verdadero de este Barça

Sergio Busquets, Gerard Pique, Clement Lenglet, Jordi Alba and Sergi Roberto regretting the defeat during La Liga match between FC Barcelona and CA Osasuna behind closed doors due to Coronavirus at Camp Nou Stadium on July 16, 2020 in Barcelona, Spain. (Photo by Xavier Bonilla/NurPhoto via Getty Images)
Sergio Busquets, Gerard Pique, Clement Lenglet, Jordi Alba y Sergi Roberto tras encajar un gol de Osasuna en el Camp Nou. (Foto: Xavier Bonilla/NurPhoto via Getty Images)

Memphis Depay. Georginio Wijnaldum. Lautaro Martínez.

Estos son los únicos tres nombres que suenen con fuerza en Can Barça desde hace semanas, meses en el caso del último. Iba a preguntarles retóricamente qué tienen en común pero creo que no es necesario, ya lo saben. Tres futbolistas ofensivos que buscan la portería rival. Ya sea por fuerza, por habilidad en el uno contra uno o por llegada desde segunda línea.

¿Saben ustedes qué otra característica aterradora comparten los tres? Efectivamente.

Que ninguno de ellos es defensa.

Súmenle ustedes que llevamos un par de meses más preocupados por los futbolistas que tienen que irse del club - y de uno que tiene que quedarse- que de los que tienen que llegar. Le hemos dado tantas vueltas a lo de Suárez, Arturo Vidal o Rakitic y hemos fantaseado tanto con Busquets y Jordi Alba que no hemos hablado casi nada del Barça 2020-21. Más allá de presentar a Koeman, Trincao o Pedri , hemos ocupado nuestro tiempo con cierto burofax que ha generado ataques cardíacos a lo largo y ancho del globo terrestre. Si a eso añadimos que el poco tiempo restante lo llenamos con delanteros y centrocampistas llegadores, la pregunta es simple pero obligada y ésta, créanme, no es retórica:

¿Por qué demonios nadie está hablando de la defensa del Barça?

Ha sido claramente la peor línea del equipo las últimas dos temporadas. Ya no son los ocho goles encajados en Lisboa ante el Bayern, es la imagen que has dado en todos los partidos, incluso en la débil Liga Española. Es que en el minuto 10 el Leganés casi te marca dos goles en el Camp Nou. En tu casa. Un equipo descendido. Como éste, mil ejemplos más.

Cómo será la situación que podemos decirles que , más allá del salvador Piqué que acude con la manguera a apagar los incendios de sus compañeros fiel a su cita anual, el mejor defensa azulgrana esta temporada ha sido Nelson Semedo. Sí, el mismo que acabó ridiculizado y cayendo por los suelos ante la imparable velocidad de Alphonso Davies. De hecho, el portugués ha sido uno de los mejores futbolistas en general del equipo este año. Ése es el nivel. Así de grande es la magnitud de la tragedia.

Por algún extraño motivo que mi limitada mente no alcanza a comprender, no estamos llenando páginas y páginas de periódicos, ríos de tinta, terabytes de datos en la web, posts en redes sociales o minutos de radio y televisión con decenas y decenas de centrales y laterales que podrían venir a reforzar la zaga culé. Eso sería algo parecido a una pretemporada lógica. Pero no. Lo único similar a ese escenario que hemos vivido ha sido escuchar que el City tal vez se dignaba a incluir a Eric García en la operación Messi. Es espantoso.

No nos damos cuenta de que si no viniera absolutamente nadie en la delantera, el equipo tendría a Messi, Griezmann, Ansu Fati (flamante goleador con la Roja, al que parece que todo el mundo acaba de descubrir ahora), Dembélé o Trincao. No está mal.

Si el club - ojalá- no acometiera la incorporación de Wijnaldum, en la medular Koeman tendría a De Jong, Pjanic, Busquets, Riqui Puig, Aleñà o Pedri.

No hace falta decir que la portería sigue cubierta por uno de los mejores guardametas del mundo.

La verdadera mirada aterradora se produce cuando uno posa la vista en la retaguardia y se da cuenta de que debe seguir tirando de los Alba, Semedo, Lenglet y compañía, tal vez hasta de Umtiti. O puede jugársela con Junior. Ya está. Estas son las opciones.

Déjense de Depays, de Lautaros y de Wijnaldums. O tráiganlos, si quieren, una vez hayan resuelto el gran hueco que tiene esta plantilla. El verdadero problema del Barça. El lastre que le impide situarse al nivel de los mejores equipos del mundo. El agujero negro no está arriba ni el medio, está atrás.

Despierten y soluciónenlo.

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