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VAR en el fútbol argentino: un camino largo y sinuoso todavía sin certezas

VAR: ya funciona en la Copa Libertadores, la Sudamericana, y en Brasil, pero todavía no en el torneo argentino

Un proveedor tecnológico elegido sin licitación, un líder de proyecto que duró una reunión, una capacitación de árbitros sin las herramientas necesarias y una compulsa de precios postergada sin fecha. Todo eso le pasó al VAR en su largo y sinuoso camino hacia su desembarco en la Superliga argentina. Todo, en menos de un año. Todo, después de que Claudio Tapia, el presidente de la AFA, anunciara que para mediados de este año la herramienta estaría ya disponible. La nueva fecha es el segundo semestre de 2020. Pero nadie puede asegurar que, esta vez, el plazo se cumplirá.

El 16 de abril pasado, la AFA publicó en su web las fotos de una reunión del "equipo de trabajo" VAR que se realizó en las oficinas de la calle Viamonte, en Tribunales. De ella participaron dirigentes de la Casa del Fútbol argentino, de la Superliga (que pagará por el sistema una vez que se instale y se superen todas las pruebas), de las empresas dueñas de los derechos de TV (Fox y Turner) y de una compañía prestadora del servicio: Hawk-Eye. José Luis Kruyff es el director de operaciones de la empresa, que pertenece a Sony, para Latinoamérica. Hawk-Eye se jacta de una clientela en la que aparecen la FIFA, la UEFA, la Conmebol, la Liga de España, la Premier League, la Bundesliga, la Serie A, la Ligue 1 de Francia, la Eredivisie holandesa, la MLS y la CBF brasileña. Y de tener más de 5000 partidos de experiencia con su solución de VAR.

El grupo de trabajo tenía una hoja de ruta, que proponía al 26 de julio de este año como fecha de realización del primer partido con VAR. Es decir, algo más de cuatro meses después de que sus integrantes se vieran las caras con el patrocinio de la AFA. Y apenas seis meses más tarde del primer mail que partió de la casilla de Federico Beligoy, director nacional de arbitraje, hacia la IFAB y la FIFA. Ese fue el primer paso oficial para que el fútbol argentino tuviera VAR. Si se tiene en cuenta que la Liga de España consiguió poner en marcha la tecnología recién después de nueve meses, la proyección de la AFA parecía una utopía. El tiempo demostraría que lo era.

La hoja de ruta del proyecto VAR-AFA proveía algunas certezas. La principal: José Luis Kruyff, director de Hawk-Eye para Latinoamérica, figuraba como responsable de tecnología. Sin licitación ni compulsa de precios. "No podemos responderle en este momento. Nuestra política corporativa es que habitualmente Hawk-Eye no toma contacto con los medios. Nuestro trabajo es proveer la mejor, la más transparente y confiable tecnología para los oficiales deportivos. Y dejamos que ellos hablen de la calidad de nuestra tecnología y de nuestra gente", se excusó Kruyff ante la consulta de LA NACION por su presencia en aquella reunión, cuando todavía no había ninguna convocatoria oficial a las empresas homologadas por la FIFA para proveer el servicio de VAR.

El grupo de trabajo tenía un organigrama. El líder principal del proyecto era Javier "Pipo" Marín, vicepresidente de Acassuso, integrante del comité ejecutivo de la AFA y hombre de confianza de Tapia. Según pudo reconstruir LA NACION, aquella reunión de abril fue la única a la que asistió Marín en ese rol. "Era una cuestión demasiado técnica y por eso quedaron otros en ese lugar", fue la explicación recogida en la AFA. En rigor, el puesto de Marín ahora es ocupado por Beligoy, nuevo líder del proyecto VAR. Lo secundan Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la presidencia de AFA, y Luis Castro, director de desarrollo de la AFA.

Los responsables de traer el VAR al fútbol argentino tenían una actividad agendada y resaltada en rojo: la capacitación de los primeros 28 árbitros de VAR y 10 AVAR (asistentes de VAR), que comenzaría el 23 de abril en Ezeiza. A la actividad asistieron dos integrantes de la comisión de arbitraje de la Conmebol en calidad de instructores: el uruguayo Jorge Larrionda y el colombiano Óscar Ruiz. "Comenzó hoy el curso de instrucción para la implementación del VAR en el fútbol argentino. ¡Llegó la tecnología!", publicó la AFA en su cuenta oficial de Twitter. Pero la tecnología no llegó nunca.

"La parte principal del curso es el trabajo con toda la tecnología. Las pantallas que muestran distintos ángulos de las jugadas en tiempo real. Y la capacitación se hizo sin simulador", dice a LA NACION un referente del arbitraje argentino que conoce del asunto y pide anonimato. "La capacitación es el ABC del VAR", agrega. La información fue corroborada con otras tres fuentes. En rigor, la AFA intentó hasta último momento que el simulador llegara al predio de Ezeiza que lleva el nombre de Julio Humberto Grondona. Pero, al parecer, el de Hawk-Eye (que no quiso responder tampoco a esta consulta) estaba en otra parte del mundo.

Caída la posibilidad de tener al proveedor tecnológico que, en teoría, ya estaba designado para participar del proyecto, se iniciaron las gestiones para conseguir otro. Son pocas las empresas que puedan brindar el servicio en Sudamérica. El mercado está dividido entre Hawk-Eye y MediaPro, un gigante de la producción fundado en España que tiene una unidad de negocios específica para la tecnología aplicada al deporte. Pero no hubo caso. El simulador, que costaba algo más de 2000 dólares, nunca apareció. Y la capacitación de la herramienta tecnológica se hizo.sin tecnología.

El primer espaldarazo al desembarco del VAR en el fútbol argentino lo dio el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. El dirigente paraguayo recibió a Tapia en el edificio de Luque (Paraguay) donde funciona la entidad madre del fútbol sudamericano. El único tema fue el VAR. Tapia pidió colaboración económica para desarrollar la herramienta, tal como la Conmebol había hecho con Brasil. Los fondos Evolución, que Conmebol administra a través de su dirección de Desarrollo, sirven para auspiciar este tipo de iniciativas. "Hemos apoyado a través de los fondos Conmebol Evolución a todos los que nos lo han pedido", dijo Gonzalo Belloso, director de Desarrollo de Conmebol, en una entrevista reciente con LA NACION.

El exdelantero de Rosario Central agregó: "El año pasado nos pidió Brasil, que ya instaló su VAR. La AFA nos ha pedido los fondos hace 6-7 meses y le hemos aprobado la primera parte. Estamos esperando que la AFA proceda con la segunda parte. Quedó en la cancha de la AFA presentar la segunda parte del proyecto, que básicamente es cómo sería la preparación de los árbitros. Y si incluyen a la empresa que los va a asesorar (con la tecnología), entonces tienen que presentar los tres presupuestos. Los fondos Conmebol Evolución, más allá de los 10 mil dólares, se entregan con concurso de precios", detalló Belloso.

Claudio Tapia, presidente de la AFA

El VAR se paga en dólares. Y por partido. Entre Copa de la Superliga y torneo, la temporada 20/21 tendrá 400 encuentros. Si el servicio se presta desde un predio como el de Ezeiza (y no desde cada una de las canchas), el valor de mercado por encuentro bordea los 1500-1800 dólares. A $63,5 por dólar, la próxima temporada de VAR costaría algo más de $45 millones. Si la AFA quisiera que haya una cabina de VAR en cada cancha, el valor treparía hasta los 2000-2300 dólares por partido. Y la temporada completa se iría a $58,4 millones.

Aunque tienda a pensarse que la tardanza con el VAR se debe a la coyuntura económica de la Argentina, lo cierto es que los $45 millones que cuesta una temporada con "solución centralizada" (en el predio de Ezeiza) representan apenas el 0,75% de los $6100 millones que proyecta facturar la Superliga el año próximo. "El problema del VAR son las ganas de hacerlo. Es una cuestión de voluntad política", aseguró otro informante, que por la sensibilidad del tema también pidió anonimato.

Con el correr de 2019, la AFA hizo los deberes. No hubo nuevas capacitaciones, pero al menos lanzó una solicitud de ofertas (Request For Proposal, RFP, en inglés) a las empresas interesadas en proveer el servicio del VAR en el fútbol argentino. El portal Minuto de Cierre publicó que, de las 14 homologadas por la FIFA para comercializar el VAR, se presentaron tres. La inglesa Hawk-Eye (la misma que estaba en carrera desde el primer instante), la española MediaPro y la argentina Reftel, en sociedad con una compañía belga llamada Simply Live. Los sobres debían abrirse el 1 de octubre, día en que, en teoría, se sabría el nombre del proveedor.

Las condiciones del servicio que requiere la AFA son peculiares. El pliego no tiene precio base, aunque sí exige que se firme un contrato por cuatro años (2019-2023) y que el servicio se cotice en dólares, con un valor mensual fijo durante la duración del convenio. Habla de una solución centralizada en el predio de Ezeiza. Y establece una nueva hoja de ruta con el inicio de las pruebas offline previsto para enero de 2020. Un detalle más: les pide a las operadoras interesadas que comuniquen de qué clubes son hinchas los integrantes de su staff a los fines de mantener la neutralidad. Hay más cláusulas: una de confidencialidad entre las partes (como se estila en toda compulsa de precios) y una referente a la adjudicación. La AFA recalca que es un concurso de carácter privado.

Cuando parecía que la AFA seleccionaría a su proveedor, la adjudicación quedó postergada. Hace unos días hubo una comunicación informal a Conmebol alertando sobre el aplazamiento "hasta después de la Copa América 2020". "Pido disculpas, pero la gente al tanto de este proyecto es muy poca y es preciso mantener la confidencialidad", respondió una alta fuente de la AFA ante la consulta de LA NACION por las empresas involucradas en la compulsa de precios y la posterior cancelación. Federico Beligoy, director nacional de arbitraje, primero accedió a hablar del VAR, pero después no respondió.

Así, la AFA todavía no recibió la totalidad de los fondos de Conmebol Evolución. El proveedor tecnológico del VAR no ha sido seleccionado y las capacitaciones con la nueva tecnología no han comenzado. La meta es una certeza: agosto 2020. La incógnita es si la cumplirán.