Valtteri Bottas, a la sombra de Lewis Hamilton y su convicción: "No voy a rendirme, quiero ser campeón y el trabajo duro, tarde o temprano, paga"

Valtteri Bottas, a la sombra de Lewis Hamilton y su convicción: "No voy a rendirme, quiero ser campeón y el trabajo duro, tarde o temprano, paga"
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Valtteri Bottas consiguió 16 pole positions en Fórmula 1, pero ganó nueve carreras. Tiene el mejor modelo de auto de la categoría, pero nunca disputa la corona hasta el final del campeonato. Obtiene victorias parciales sobre su compañero en Mercedes, Lewis Hamilton, pero el inglés termina lejos de él en cada temporada. Y el finés recibe críticas, claro, pero no se victimiza; más bien, reconoce errores.

Le gusta mucho lo que hace, pero no lo tiene fácil: comparte el box con el máximo ganador de los 70 años de F. 1. Hasta ahora ha sido un piloto N° 2 de los que le gustan a Ferrari: competitivo pero no "demasiado", y no problemático en la convivencia interna. Él quiere más, por supuesto: ser campeón del mundo. Pero por el momento no ha logrado lo que sí un ex compañero de Hamilton en Mercedes, Nico Rosberg, que luchó a fondo por el título -y lo ganó- en 2016.

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Suele empezar bien cada año, pero los certámenes son largos y termina imponiéndose la lógica de la superioridad del inglés, mientras los no muchos infortunios que aquejan a Mercedes (pinchaduras, demoras en boxes), como los que en su momento han padecido Rubens Barrichello y Sebastian Vettel en Ferrari, acaban perjudicando más a Bottas que al piloto 1 del equipo.

El escandinavo de 31 años, que alguna vez vacacionó en la Argentina, participó en una teleconferencia que incluyó a LA NACION y a medios de Italia y de Brasil facilitada por Petronas, la marca de lubricantes que no sólo provee a Mercedes, sino que además pone su nombre en el de la escudería que domina la Fórmula 1 desde 2014.

"Ha pasado más de una década de patrocinio de Petronas, que ha sido un factor más importante que lo que mucha gente piensa, porque el motor es como el corazón del auto y los fluidos son como la sangre. Hay muchos diferentes y contribuyen al rendimiento y, especialmente, a la confiabilidad. Nuestro equipo es reputado por su confiabilidad a prueba de balas. Y por supuesto, por el desempeño. Peleamos por milésimas de segundo, y la diferencia más pequeña en rendimiento puede hacer a una grande en el resultado. Es un patrocinio de desempeño, más que un logotipo en el auto. Ha sido de gran beneficio para el equipo", destacó el dos veces subcampeón mundial.

-La temporada 2020 no ha sido fácil para vos...

-Definitivamente, 2020 ha sido un año extraño. En términos de objetivos y rendimiento, no logré lo que me había propuesto. Hubo muchas carreras raras y desafortunadas, y otras en las que Lewis estuvo mejor que yo; eso es un hecho. Pero de todas las derrotas aprendí un montón. Espero empezar en cero el próximo año. Ojalá tenga una temporada derecha, sin mucha mala suerte.

Valtteri Bottas consiguió 16 pole positions en Fórmula 1, pero ganó nueve carreras. Tiene el mejor modelo de auto de la categoría, pero nunca disputa la corona hasta el final del campeonato
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-¿Cómo trabajás tu mente para vencer en el mismo box a uno de los pilotos más fuertes de la historia?

-No sé. Quizá puedas ayudarme... [risa] No es fácil. Siempre lo intento. Si uno mira los números, ve que probablemente Lewis es el piloto de Fórmula 1 más exitoso de la historia. No es un tipo fácil de vencer. Eso me mantiene trabajando duramente. Tengo que construir sobre lo que aprendo, sobre los errores que he cometido. Sé que si llego a tener un año consistente y sin mucha mala suerte, voy a tener una chance de lograr el título. No voy a rendirme. El trabajo duro, tarde o temprano, paga. Sigo creyendo eso y trato de aprender de mis errores y mis derrotas y de conservar mis fortalezas.

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-En Mercedes has conseguido 16 pole positions y nueve victorias. ¿Cuál es la razón de esa brecha?

-No recuerdo cada una de esas carreras, pero hay muchas cosas que pueden salir mal, muchas que el compañero de equipo puede hacer mejor, y la estrategia puede ser mejor o peor. No tengo una explicación ahora, pero seguramente hubo algunas malas largadas estando en la pole, de las cuales he aprendido, y he perdido carreras desde ahí. Y ha habido otras razones. En los últimos años, las pruebas de clasificación han sido por mi parte un punto más fuerte que el ritmo de carrera, pero siento que este año mi ritmo de carrera ha progresado bastante.

-¿En cuáles aspectos Hamilton es definitivamente mejor que vos y en cuáles creés poder igualarlo o batirlo?

-En pruebas de clasificación puedo igualarlo o vencerlo; lo sé por los hechos. La cuestión es su consistencia: él es capaz de estar asiduamente en su máximo nivel, vuelta tras vuelta, carrera tras carrera, y rara vez cometiendo errores. Obviamente, es talentoso, pero su enorme experiencia y la consistencia son quizá las diferencias más grandes. Sé que cuando se trata de rendimiento puro, puedo estar ahí. Necesito trabajar en la consistencia, para presionarlo en cada fin de semana. No es una diferencia así [gesto con las manos alejadas entre sí], sino pequeña como esto [índice y pulgar derechos cercanos entre sí]. Podría parecer más grande en los puntos y en los números, pero no lo es. Son pequeñas cosas aquí y allá. Trabajar en mis errores y en esas derrotas es el único camino.

-¿Cómo comparás tu segundo puesto de 2019 con el de 2020?

-En resultados, siento que el año pasado fue mejor, pero que mi desempeño fue mejor este año; hice progresos en todos los aspectos. Creo que fue mi mejor temporada en rendimiento, no tanto en resultados.

-Max Verstappen dijo que un 90% del total de pilotos de Fórmula 1 sería campeón si condujera un Mercedes. Y Carlos Sainz, que un 90% no vencería a Hamilton en Mercedes. ¿Con cuál estás de acuerdo?

-No es un secreto que en Fórmula 1 el equipo hace una gran diferencia. El auto es una gran diferencia. Se necesita estar en el mejor equipo, o en uno de los mejores, si se pretende ganar carreras. Siempre ha sido así. Lewis fue el mejor este año. Pero es sólo especulación quién ganaría contra él. Nadie puede comparar mejor que yo con mi auto. Confío en mí. El equipo podía elegir cualquier piloto de la grilla si hubiera querido reemplazarme, pero sigue eligiéndome, por lo cual estoy seguro de que sabe qué trabajo estoy haciendo. Seguro que hay algunas cosas que aprendí de Lewis, y espero que viceversa. Por la relación que tengo con él, creo que podemos competir fuertemente y a la vez trabajar en equipo. Es un gran beneficio para nosotros y eso mantiene fuerte al equipo en lugar de generar peleas internas.

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-En 2020 han corrido en climas muy diversos, como el frío de Turquía y el calor de Bahréin. ¿Cómo afecta el clima al desempeño del coche?

-La mayor diferencia se dio con el pavimento de Portimão, que era bastante patinoso; eso cambió un montón la configuración del auto. En cada gran premio hay un clima diferente, un tipo de pista distinto y una exigencia diversa para la caja de cambios, la refrigeración y el motor. Las temperaturas más bajas hacen que por la densidad del aire haya más carga aerodinámica. En cambio, en un lugar cálido, se necesita abrir el refrigerador y se tiene menos carga aerodinámica. Cuanto mejor se enfría el coche, más carga aerodinámica se logra. Como equipo somos fuertes en ese aspecto. Los líquidos refrigerantes, los aceites y el combustible contribuyen un montón a la eficacia.

-¿Cuál de las carreras ausentes este año extrañaste más?

-Hay muchas. Mi pista favorita es la de Japón. Suzuka, la mejor del mundo. Muy rápida y un lugar único, con la cultura de los hinchas... Es una gran combinación. En San Pablo existe una enorme pasión por la Fórmula 1, que cuesta encontrar en otro lugar. Siempre fui un gran simpatizante de Montreal. Melbourne; fuimos este año pero no competimos. Hay tantas... Pero Japón es la número 1.

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-En esta temporada visitaron circuitos que no estaban en los planes: Mugello, Imola, Nürburgring, Portimão y Estambul. ¿A cuáles te gustaría volver?

-Es muy bienvenido que haya nuevas pistas. Mugello es la mejor: es impresionantemente rápida y bastante ancha y tiene curvas largas, entonces estando detrás de otro auto se puede elegir líneas diferentes para acercarse. Portimão fue interesante, incluso con el nuevo asfalto resbaloso. E Imola es legendaria, y un gran lugar para la Fórmula 1. En ese orden son mis favoritas.

-En este anómalo 2020, ¿qué áreas de trabajo del equipo fueron más afectadas por el coronavirus?

-Todo fue hecho remotamente. No he visto físicamente a mis ingenieros de carrera ni a muchas otras personas en los fines de semana de competencia. Tuve mi propia sala en el paddock, a la que concurría con mi laptop y mis auriculares. Todas mis reuniones fueron remotas. Me ponía el casco en esa sala, caminaba por el box, bajaba la visera, me metía al auto, volvía y regresaba a mi sala. Ésa fue la diferencia más grande. No hubo encuentros con hinchas, no hubo acontecimientos físicos con auspiciantes como los que hacemos en las noches. Pero cuando entraba al auto, el trabajo era el habitual.

-En este año de pandemia y de protestas contra el racismo antes de las carreras, ¿qué aprendiste como piloto y como ser humano?

-Cuando en marzo fue cancelada la primera carrera, me fui a Mónaco, y cuando supe que no correríamos por unos meses volví a Finlandia. La lección más grande que aprendí fue que sin Fórmula 1, y eventualmente después de mi tiempo en Fórmula 1, hay y habrá otras cosas lindas por hacer... ¡y eso me hará feliz! Es lindo saber que puedo vivir sin Fórmula 1. Por otra parte, nunca se sabe qué trae el futuro, no hay garantía de que uno vaya a estar saludable. También aprendí más sobre derechos humanos en el mundo. Fue el año de la educación, de poner la vida en perspectiva y de valorar estar sano y las cosas normales, simples.