Una rivalidad amistosa: el hombre de hierro de Asia, C.K. Yang y su amigo estadounidense Rafer Johnson

Por Yu-hsin Yang

Cuando los dos llegaron agotados a la línea de meta, Rafer Johnson se apoyó en el hombro de su amigo C.K. Yang. El final del decatlón masculino de los Juegos Olímpicos de Roma de 1960 fue la encarnación perfecta del espíritu deportivo, el de «competir justamente en la pista y construir amistades para toda la vida fuera de ella», y permitió a estos dos hombres que compartían entrenador, crear uno de los momentos más conmovedores de la historia olímpica.

7 de septiembre de 1960: El atleta estadounidense Rafer Johnson (izquierda) y Yang Chuan-Kwang de Taiwán juntos, después de completar la prueba de 1500 metros planos del decatlón en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Johnson ganó el decatlón con Yang en el segundo lugar. (Foto de Keystone / Getty Images)
7 de septiembre de 1960: El atleta estadounidense Rafer Johnson (izquierda) y Yang Chuan-Kwang de Taiwán juntos, después de completar la prueba de 1500 metros planos del decatlón en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Johnson ganó el decatlón con Yang en el segundo lugar. (Foto de Keystone / Getty Images)

«Es difícil describir mis sentimientos al ver ese momento. Los deportistas como nosotros compiten para ganar, todos los demás son enemigos y es muy raro que los enemigos puedan volver a ser mejores amigos después de cruzar la línea de meta». El exatleta olímpico Chi Cheng recuerda estar lleno de asombro y admiración. «Por eso la gente que estaba allí en ese momento dijo que ambos deberían haber obtenido el oro».

Yang era un aborigen taiwanés de la tribu Amis y provenía del área de Taitung, mientras que Johnson era afroamericano. Debido a la época y el lugar tuvieron que superar la pobreza, el racismo y los complejos temas políticos de la época (el conflicto entre el KMT y el PCCh, y la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS). A través de todo esto, lucharon y se esforzaron por crear un entorno competitivo multicultural.

Yang nació en 1933 y heredó los talentos de su padre tanto en el béisbol como en el atletismo. Fue hijo único y le encantaba jugar béisbol cuando era joven, pero era un corredor tan lento que la gente se burlaba de él. Su altura y delgadez provocaba que algunos burlones lo compararan con una vara de bambú.

La naturaleza optimista de Yang determinó el camino que tomaría. No le afectaron las burlas, otras personas decían que podría fortalecer sus músculos cuando tuviese más edad, por lo que nunca renunció a los deportes. Además del béisbol, Yang también practicaba el salto de longitud y el salto de altura. En el año 1954, cuando se iban a celebrar los Juegos Asiáticos en Manila, decidió abandonar el béisbol y concentrarse en el atletismo, pero al no alcanzar los primeros lugares en los eventos de la selección nacional no pudo obtener un puesto en el equipo. Cuando se subió a un taxi para salir del Centro de Entrenamiento de Zuoying (el predecesor del Centro de Entrenamiento Deportivo Nacional), escuchó que se anunciaba su nombre en la radio del automóvil y descubrió que se había convertido en el miembro número 21 del equipo (se suponía que el equipo oficialmente sería de 20 personas), y lloró de felicidad.

A la tierna edad de 21 años, sentía ambición y curiosidad por todo durante sus días en Zuoying, y pasaba mucho tiempo leyendo manuales de entrenamiento en japonés y practicando por su cuenta. Independientemente de la disciplina que estuvieran practicando, cuando los demás descansaban y se recuperaban, él seguía desafiándose a sí mismo para acercarse a los récords nacionales del momento e incluso superarlos. Su entrenador estaba asombrado y pensó que sus habilidades integrales lo convertirían en un decatleta con un talento natural. Por esta razón, tomó la decisión de enviar a Yang a Manila solo tres semanas antes de la apertura de los Juegos Asiáticos.

El decatlón masculino es la disciplina atlética más ardua. El evento de dos días pone a prueba la velocidad, la potencia y la capacidad de salto el primer día, con los 100 metros planos, el salto de longitud, el lanzamiento de bala, el salto de altura y la carrera de 400 metros planos. A esto le siguen, el segundo día, las pruebas de técnica, resistencia y fuerza, que incluyen los 110 metros con vallas, el lanzamiento de disco, el salto con pértiga, el lanzamiento de jabalina y la extenuante carrera de 1500 metros planos al final.

En ese entonces, Yang ni siquiera entendía cómo se calculaban los puntos para el decatlón, y nunca había completado una prueba completa de dos días antes de partir hacia Manila. El resultado fue que terminó con 5.454 puntos, frente a solo 25 del competidor japonés, ganando así la primera medalla de oro del país en atletismo en los Juegos Asiáticos y adquiriendo el sobrenombre de «El hombre de hierro de Asia».

En los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956, Yang logró entrar en el ranking de los mejores deportistas del mundo por primera vez, quedando octavo en el decatlón, mientras que Rafer Johnson obtenía la medalla de plata. Durante los siguientes años, la fuerza de estos dos hombres los unió entrelazando sus destinos. Yang ocupó el segundo lugar en una competencia de pista y campo en EE. UU., lo que le valió una oportunidad para entrenar en ese país, donde Johnson fue elegido por la revista reconocida mundialmente Sports Illustrated como el deportista del año en 1958.

Los dos hombres compartieron el entrenamiento con el célebre entrenador Elvin Drake en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Johnson tomó al joven Yang bajo su protección y le mostró los alrededores. En lugar de tratarlo como a un extraño, solía invitarlo a cenar a su casa y llevarlo a los servicios religiosos como si fuera un miembro de su familia. En 1959, Johnson sufrió una grave lesión en la espalda en un accidente automovilístico. Durante su recuperación y fisioterapia, Yang estuvo a su lado para ayudarlo, con la esperanza de que los dos pudieran competir juntos en los Juegos Olímpicos.

Rafer Johnson nació en 1934 y se había convertido en un atleta famoso e influyente, pero los activistas radicales de derechos civiles exigieron que boicoteara los Juegos Olímpicos debido al racismo en ese momento. Johnson declinó con tacto, diciéndoles «nunca me rendiré, derrotaré a todos para demostrar que tengo razón.». También se convirtió en el primer afroamericano en llevar la bandera de la selección estadounidense en la ceremonia de apertura olímpica y en su primer capitán negro.

«Éramos muy buenos amigos. Ambos sabíamos que el entrenador nos había dicho que el decatlón se reduciría a nosotros dos y que tendríamos que luchar por la victoria», recordó Johnson. Cuando pisaron el campo en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, adoptaron nuevamente una actitud competitiva y hablaron menos, pero ambos tenían sentimientos encontrados, ya que deseaban que su oponente brillara y a la vez ganar la competencia.

Yang ganó tres de los cinco eventos el primer día, pero estaba demasiado atrás en el lanzamiento de bala, por lo que Johnson ganó una ventaja provisional. El segundo día, Yang cometió un error en el disco, pero fue el mejor en los 110 metros vallas y el salto con pértiga, aunque su puntuación total todavía estaba detrás de la de Johnson.

En el último evento de 1500 metros planos, Yang solo necesitaba superar por 10 segundos a Johnson para ganar el oro, pero este se mantuvo cerca de él, y ambos cruzaron la línea con menos de dos segundos de diferencia. Johnson ganó la medalla de oro olímpica con una puntuación de 8.392 puntos, mientras que Yang se llevó la plata con tan solo 58 puntos menos. Era la primera vez que un chino ganaba una medalla olímpica y los dos, agotados, se sostuvieron mutuamente para festejarlo, antes de tumbarse en el campo mientras sus sonrisas cautivaban al público.

ROMA - 1960: Rafer Johnson de Estados Unidos compite contra Yang Chuan-kwang de China en los 1500 metros de la competencia de Decatlón durante los Juegos Olímpicos de Verano de 1960 en Roma, Italia. (Foto de Robert Riger/Getty Images)
ROMA - 1960: Rafer Johnson de Estados Unidos compite contra Yang Chuan-kwang de China en los 1500 metros de la competencia de Decatlón durante los Juegos Olímpicos de Verano de 1960 en Roma, Italia. (Foto de Robert Riger/Getty Images)

Johnson luego recordó: «Yo tenía otra ventaja, y no creo que C.K. lo supiera en ese momento. Era mi último decatlón. Estaba preparado para correr tan rápido como fuera necesario en esa última carrera de mi vida.». Johnson estaba agradecido con su amigo Yang, ya que la lucha entre ellos le permitió seguir hasta el último momento en esta batalla épica.

Los dos siguieron siendo amigos íntimos desde entonces, hasta la muerte de Yang en el 2007, poco después de lo cual Johnson comentó: «Me hizo feliz haberlo conocido gracias al deporte y que abriéramos nuestros corazones el uno al otro.». Rafer Johnson falleció a la edad de 86 años a fines del 2020.

Los atletas olímpicos, el estadounidense Rafer Johnson y el taiwanés Yang Chuan-Kwang (1933-2007) (también conocido como CK Yang) posan juntos en los Juegos Olímpicos, Roma, Italia, septiembre 1960. Además de ser compañeros de clase en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), ambos ganaron medallas en el decatlón; Johnson, el oro y Yang, la plata. (Foto de Mark Kauffman/The LIFE Picture Collection a través de Getty Images)

Leyenda: Los atletas olímpicos, el estadounidense Rafer Johnson y el taiwanés Yang Chuan-Kwang (1933-2007) (también conocido como CK Yang) posan juntos en los Juegos Olímpicos, Roma, Italia, septiembre 1960. Además de ser compañeros de clase en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), ambos ganaron medallas en el decatlón; Johnson, el oro y Yang, la plata. (Foto de Mark Kauffman/The LIFE Picture Collection a través de Getty Images)

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