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Una locura llamada Vinicius Jr.

Vinicius Jr. / Goal.com
Vinicius Jr. / Goal.com

Esta semana se hizo oficial el fichaje de Vinicius Jr. por el Real Madrid. El juvenil del Flamengo, a un mes de cumplir los 17 años y una semana después de debutar como profesional, ha sido comprado por el actual campeón de Europa por 45 millones de euros.

Para poner esta cantidad en perspectiva cabe recordar que, por ejemplo, el Real Madrid pagó la misma cantidad por Ronaldo Nazario en 2002, tras levantar su segundo Mundial y a meses de ganar su segundo Balón de Oro, con 26 años y en el pico de su carrera. El joven talento brasileño, apodado desde hace meses el “nuevo Neymar Jr.”, ha costado más que jugadores clave de la actual plantilla madridista como Navas, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, Kroos, Isco, o Benzema, entre otros. Ya saben por donde van los tiros.

Pero la pregunta es, ¿por qué ha hecho el Real Madrid tal operación? Y la respuesta se puede enfocar desde varios ángulos.

Por un lado, no cabe más que ver la carrera juvenil del extremo para adivinar una figura en potencia, de eso no hay duda. Sin embargo, son muchas las figuras que destacan a esa edad y luego no aguantan la presión. Los últimos casos de fichajes de estrellas prematuras en la casa blanca han sido la cara y la cruz –aunque ambos fichajes rondaron solamente los cuatro millones de euros. Marco Asensio fue fichado del Mallorca con 17 años, siguió medio año en el club insular y disputó una temporada cedido en el Espanyol antes de explotar este año en la primera plantilla blanca. Mientras tanto, y quizás de manera más apropiada a la hora de compararlo con Vinicius Jr., cabe destacar el caso de Martin Odegaard. El noruego llegó al Bernabéu tras ponerse a tiro de Liverpool, Bayern de Múnich, Barcelona y varios otros clubes. Al final se decantó por la cantera blanca, recién cumplidos los 16 años y tras temporada y media poco brillantes se fue cedido al Herenveen holandés donde no ha conseguido asentarse como la estrella que todavía apunta ser.

También ha influido la incansable búsqueda del “nuevo Messi” desde el club merengue. De un tiempo a esta parte, los merengues se están enfocando en contratar el talento más joven posible. De esta manera, no sólo la primera plantilla está floreciendo con talento imberbe, si no que incluso en la cantera hay jugadores que pueden dar mucho que hablar en los próximos años, como el paraguayo Sergio Díaz, el uruguayo Federico Valverde o el marroquí Achraaf, que podría ocupar el puesto de Danilo en el primer equipo el año viene.

Con Vinicius Jr. no se quería dejar pasar la oportunidad de retener a un jugador que bien podría acabar siendo Balón de Oro. Desde el club se estima que la falta de decisión hizo perder a jugadores que tuvo en la mano como Neymar o Gabigol, y con la nueva perla del Flamengo no se quería correr tal riesgo.

Por último está la realidad económica. El Real Madrid, como cualquier gran empresa que paga impuestos por las ganancias que genera, debe invertir la gran parte de sus beneficios para cuadrar sus cuentas y no tener que pagar en demasía al fisco español. Más allá de la deuda acumulada, y del patrimonio de la entidad, el Real Madrid genera año tras año cerca de 500 millones de euros, que de no ser reinvertidos acabarían generando un superávit que generaría un gasto impositivo desorbitado.

Cabe recordar que en los dos últimos ejercicios el equipo no ha hecho grandes fichajes, más allá de las recuperaciones tras traspasos con opción de recompra de jugadores como Lucas Vázquez, Kiko Casilla, Casemiro, o Morata. Sólo Danilo (30 millones) y el más que probable fichaje de Theo Hernández este verano (34 millones) han generado un coste por encima de los 10 millones de euros en los últimos tres ejercicios, con lo que el club se ha visto en la tesitura de invertir enérgicamente en el futuro. Con una plantilla relativamente joven y que ha llegado de manera consecutiva a dos finales de Champions League, pocos son los retoques necesarios a corto plazo, por lo que desde el club se ha considerado que Vinicius Jr. era una operación que a la larga puede ser rentable y que, en estos momentos, se podía acometer.

Sin embargo, parece absurdo que hasta cuatro grandes equipos europeos hayan pujado por este jugador todavía por cocinar en el fútbol profesional hasta elevar su precio de salida por encima de los 40 millones de euros.

Esta cantidad podría crear este verano una burbuja totalmente ineficiente en el largo plazo y poco recomendable para la salud económica de los grandes clubes de Europa. Es decir, si Vinicius Jr. cuesta 45 millones de euros, ¿cuánto puede costar el traspaso de Álvaro Morata al Chelsea?, ¿o el de James Rodríguez al Manchester United?, ¿y el de Mbappe?

Una situación rocambolesca sin duda, que el Real Madrid espera le salga de manera positiva y no como, en otras muchas ocasiones, le salieron operaciones (Woodgate, Samuel, Anelka…) económicamente ruinosas.

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