Un zumo de naranja costó a Gabón la eliminación del Mundial

El sistema de clasificación de África para la Copa del Mundo de fútbol es más complejo que el de otros continentes. Con solo cinco plazas disponibles para más de 50 candidatos, no puede hacerse una competición simple de todos contra todos como en Sudamérica ni una fase de grupos convencional como en Europa. Se requieren hasta tres rondas que combinan eliminatorias directas y liguillas, de forma que cada país juega menos partidos (normalmente ocho) y todos ellos son fundamentales. De ahí que un solo fallo pueda dar al traste con las opciones de llegar al Mundial.

Es lo que le ha pasado al combinado de Gabón. El equipo que entrena José Antonio Camacho aspiraba a entrar en el torneo por primera vez en su historia, pero va a quedarse con las ganas. La aparatosa derrota por 3-0 sufrida en Marruecos hace matemáticamente imposible que las Panteras puedan estar en Rusia en 2018. Hay quien asume el fracaso con deportividad… pero otros, por su parte, creen que ha habido elementos extraños que han condicionado el encuentro.

La voz de alarma la ha dado la gran estrella de la selección, el delantero Pierre-Emerick Aubameyang, del Borussia Dortmund. El capitán y máximo goleador de la historia de su nación publicó horas antes del partido un tuit que hizo arquear la ceja a más de uno:

“La mitad del equipo y el cuerpo técnico con dolor de vientre increíble el día del partido… Ah, eso sí que es fuerte. Vaya zumo de naranja esta mañana”, es el desconcertante mensaje publicado en idioma francés por el atacante, y que hace pensar en un posible sabotaje que habría sufrido Gabón en el hotel de concentración en Casablanca.

Marruecos no tardó en replicar, y lo hizo a través de un vídeo en el que se ve a varios de sus seleccionados, entre ellos el defensa central Mehdi Benatia, festejando en el autobús (el resultado les permite clasificarse sin depender de terceros: les basta con empatar en Costa de Marfil el próximo 6 de noviembre) y gritando, en tono burlón, que no fue el zumo de naranja, sino “el té”.

De momento no se ha iniciado ninguna investigación al sobre este partido, y no parece que se vaya a hacer, ya que la FIFA tiene conflictos en otros frentes. Sin salir de África, hay otra selección potente, la de Ghana, que también se ha quedado fuera. El 0-0 contra Uganda hace que su gran rival en esta fase, Egipto ya sea inalcanzable en la clasificación. El problema es que en el tiempo añadido de ese partido se produjo una jugada muy polémica: un gol ghanés por un fuera de juego que, a juzgar por las repeticiones, no existía.

Ghana llegó a pedir formalmente la repetición del encuentro, ya que consideraba que esta jugada, y un penalti no señalado anteriormente, le habían perjudicado. Es poco probable que la FIFA acceda a su pretensión, toda vez que ya el resultado es irrelevante: al día siguiente Egipto ganó al Congo y se colocó con 12 puntos. Ghana tiene 6, que habrían sido 8 de haber ganado; la diferencia de cuatro puntos sería insalvable con solo una jornada por disputarse. Lo máximo que podría ocurrir es una sanción para Daniel Bennett, el árbitro sudafricano que cometió tan flagrante error.

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