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Así funciona el escritorio que te permite trabajar acostado en la oficina

Permanecer sentado muchas horas en la misma posición frente a un escritorio puede resultar agotador y terriblemente perjudicial para nuestro cuerpo. El mercado intentó ayudar con escritorios elevados que si bien son mejores que los estándar no lograron resolver los dolores de pies ni el problema de los tobillos hinchados. Tampoco pudieron los escritorios con caminadoras, que resultan muy costosos y no sustituyen el ejercicio real.

Y ahora, una innovación podría cambiar el modo en que trabajamos.

Con la apariencia del típico sillón de dentista, un nuevo escritorio para oficinas ofrece diversas modalidades de uso, que incluye la ingeniosa opción de trabajar acostado.

Signature Altwork Station es un escritorio de acero altamente ajustable que con tan solo presionar botones, nos permite trabajar de pie, sentados o acostados sobre nuestra espalda. El gadget no incluye la computadora, pero todo parece estar contemplado en esta ingeniosa idea: para evitar que las cosas se caigan, la mesa contiene imanes que sostienen los monitores, las laptops, los ratones y otros dispositivos.

Alwork Station. Crédito: captura Youtube
Alwork Station. Crédito: captura Youtube

Beneficios

La investigación de Alwork se ha centrado en resolver “cómo la computadora sea lo que mueve hacia el usuario y no el usuario acomodándose a la computadora".

Desde la compañía con base en San Francisco explican que trabajar desde una posición sentada estándar con el torso y las piernas en un ángulo de 90 grados, impide el flujo de sangre a medida que las caderas se pliegan sobre sí mismas.

Mientras, al hacerlo recostado con las piernas y el torso abiertos al menos en un ángulo de 135 grados, la sangre puede moverse más libremente a través del cuerpo. Como consecuencia, mejora la circulación, se minimizan las dolencias físicas y aumenta la productividad.

No existen muchos estudios que hayan indagado el efecto de trabajar acostado. Sin embargo, un experimento, organizado por el psicólogo de la Universidad Nacional de Australia, Darren Lipnicki, sugiere que hay beneficios bioquímicos reales al trabajar apoyados en la espalda.

Lipnicki entregó un conjunto de 32 anagramas, una combinación revuelta de letras que podrían recombinarse para formar una palabra, a los participantes de su investigación. Les pidió que los resolvieran mientras algunos estaban de pie y otros acostados sobre su espalda. El resultado fue que los segundos superaron la prueba en menor tiempo.

"Cuando la mente está concentrada en un proyecto, lo que quiere es resolver ese proyecto, no estar pensando en moverse hacia nuevas posiciones", explica el director ejecutivo y cofundador de Altwork, Che Voigt.

En este sentido, el periodista de Mashable Chris Taylor revela desde su propia experiencia que “al liberarnos de las distracciones que provoca lo molesto que es estar largas horas sentado o de pie (piernas inquietas, la columna vertebral nunca lo suficientemente recta), el cerebro de repente se encuentra más capaz de poner los mejores pensamientos sobre la pantalla”.

Sin embargo, la propuesta principal no es que los empleados pasen todo el día en la postura más relajada posible, sino que cambien su posición con mucha más frecuencia. Según Voigt muchos de sus clientes usan el escritorio para combatir afecciones médicas, como los problemas de la columna vertebral.

Los problemas de trabajar de pie

Desde hace tiempo, investigaciones sugieren que pasar mucho tiempo en una posición erguida conlleva graves consecuencias a largo plazo. En 2019, una encuesta encontró que más del 90% de los empleados de oficina del Reino Unido sufre problemas de salud relacionados con el trabajo y tienen más dificultades para realizarlo. Un 50%, por ejemplo, padece dolor de ojos, un 49% dolor de espalda y un 48% dolores de cabeza como resultado directo de su espacio de trabajo. Además, un 30% registró aumento de peso.

Como parte de esta investigación, nació Emma, una perturbadora maniquí que refleja cómo lucirían los oficinistas en 20 años.

Emma con su creador, el futurista conductual William Higham. Crédito: PA
Emma con su creador, el futurista conductual William Higham. Crédito: PA

El prototipo encarna los efectos que produce el estar sentando en una mala postura durante tanto tiempo: una joroba en la espalda, piernas débiles y várices causadas por un flujo sanguíneo deficiente.

Además, se estimó que el sedentarismo y la mala postura generan también una panza grande y redoneada, y el hecho de pasar tantas horas mirando la pantalla de la computadora produce ojos rojos y secos, y piel pálida.

En cuanto a Altwork Station, su costo es de 7,600 dólares, de manera que habrá que esperar alternativas más económicas para aquellos que quieran probar cómo trabajar semiacostados.