Un minuto para la reflexión

El conjunto blanco se mide al Submarino Amarillo en el Santiago Bernabéu con el objetivo de volver a la senda de la victoria
El conjunto blanco se mide al Submarino Amarillo en el Santiago Bernabéu con el objetivo de volver a la senda de la victoria

Algo ha cambiado en el Real Madrid en los últimos años. Florentino Pérez, personaje tan denostado y criticado por la opinión pública, ha demostrado que su estilo ha evolucionado, que ha podido aprender de los errores del pasado, aunque no por ello sea menos cierto que sigue cometiendo muchos.

Tras el enésimo desbarajuste de la temporada, el Real Madrid cierra el fin de semana a 19 puntos del líder de la Liga, y sólo uno por delante de su inmediato perseguidor, el Villarreal que le ganó 0-1 en el Bernabéu el sábado en la tarde. Eso significa que el equipo blanco no sólo debe dar la Liga por perdida, si no que debería empezar a pensar seriamente en sus posibilidades de entrar en Champions League de manera directa el año que viene. Ahora mismo, los blancos están más cerca de los puestos de descenso que del FC Barcelona. Casi nada.

No hablaremos mucho del partido en si, aunque huelga decir que lo que comentábamos hace unos días es ahora, si cabe, aun más cierto: El Real Madrid no necesita un delantero, necesita un exorcista. Hacer el partido que hizo ante el Villarreal, contar con todas las ocasiones que contó, y acabar perdiendo es algo incomprensible –como dijo Zidane en rueda de prensa–, aunque no por ello debería el técnico blanco seguir dándose cabezazos contra la pared. Toca ahora reflexionar, tomarse un respiro para aclarar la cabeza e intentar comprender que está ocurriendo y cómo se puede salir de este atolladero.

Y decíamos que algo está cambiando en el Real Madrid porque, más allá de la noticia filtrada desde el club de que irán a por Neymar en verano –típica noticia bomba que busca desviar la atención del mal momento–, lo cierto es que desde las oficinas del Bernabéu siguen manteniendo la calma. Ni el puesto de Zizou corre peligro, ni se prepara una gran purga en la plantilla, ni se ha perdido la ilusión por intentar conseguir alguno de los títulos que siguen en disputa.

Florentino Pérez ha demostrado su buena mano en la sección de baloncesto del club, donde Pablo Laso ha conseguido una continuidad inaudita al frente del primer equipo, siete años ya, a pesar de haber ganado “sólo” tres ligas y una Euroliga. ¿Será Zinedine Zidane el hombre que se asiente por fin en el banquillo del Real Madrid durante más de tres temporadas? Veremos.

Pero más allá de lo que ocurra en el banquillo, y será un dato importante pues desde Alfredo Di Stefano en 1983 ningún entrenador ha empezado una temporada como técnico y logrado seguir siéndolo el año siguiente sin haber ganado algún título en junio, ahora mismo hay muchos más interrogantes que discutir.

Por ejemplo, ¿tiene el Real Madrid la mejor plantilla posible? Obviamente a toro pasado todos somos valientes, pero también es cierto que entre el pueblo llano queda el resquemor de dos errores de bulto cometidos este verano: dejar ir a Álvaro Morata y no fichar a Kyllian Mbappé. En un equipo que lleva años pensando y preparándose para el futuro, con una media de edad en sus jugadores insultantemente baja, parece un craso error no haber invertido en dos de los mejores goleadores jóvenes del momento.

A partir de ahí, continúan los interrogantes sin fácil respuesta. ¿Cree Zidane de forma tan vehemente como dice en su plantilla? Si es así, ¿por qué no cambia a su once tipo? ¿O por qué en un partido como el del Villarreal, con 0-0 en el marcador y Borja Mayoral en el banquillo, no agota el tercer cambio? Y si no cree en la plantilla y sus frases en rueda de prensa son purpurina pura para la prensa, ¿por qué rehusa hacer fichajes en enero?

Hablando de fichajes, ya sea para enero o incluso para el mercado de verano, ¿podrá encontrar algo el Real Madrid en el mercado mejor de lo que tiene en casa? Y si es así, ¿quién deberá salir del equipo para hacer hueco a las nuevas figuras?

Y si tocamos el tema de la confección de la plantilla, ¿se debe premiar la veteranía en el ejercicio de armar el grupo del año que viene, o se debe apostar sí o sí por la nueva camada? ¿Confía Zidane en esa nueva camada? Si es así, ¿por qué no tiene más oportunidades Dani Ceballos? ¿Por qué sigue en el banquillo Marco Asensio? ¿Por qué es Isco siempre el primer cambio? ¿Por qué no tiene más minutos Lucas Vázquez?

Entrando en temas más coyunturales, sobre todo por los problemas que acechan al club en estos momentos, cabría preguntarse, ¿qué ha ocurrido en el vestuario para que el equipo haya pegado este bajón de juego tan claro en los últimos cuatro meses? ¿Qué le ocurre a Ronaldo en Liga, que no es capaz de marcar un gol ni de rebote? ¿Por qué el equipo juega como si le faltara el aire cuando el club cuenta con un hombre como Pintus en la preparación física, que el año pasado tenía la maquinaria fina fina? ¿Cuál es el primer paso posible para poder salir de esta crisis?

Y finalmente, llega la cuestión primordial, ¿qué hacemos con Ronaldo? Parece claro que el portugués no está contento. Se ve ganador de los últimos dos Balones de Oro, pero como el quinto jugador mejor pagado del planeta (Messi, Neymar, Lavezzi, Oscar)… y no lo entiende. Esa indisposición parece haberle creado un desbalance mental que le tiene descentrado y esa rabia que antes le hacía convertirse en un huracán goleador, ahora le bloquea de tal manera que pifia goles cantados como su tiro al aire ante el FC Barcelona. Pero, ¿se debe redoblar la apuesta en él como jugador franquicia y gran gloria del club para la posteridad? ¿O se debe aprovechar que todavía pueden sacarse réditos económicos por él y venderle el verano que viene? Aquí, haga lo que haga, Florentino Pérez será duramente criticado. Perderá.

Así las cosas, les invito a la reflexión. No se apresuren a encontrar la respuesta adecuada rápidamente a cada una de estas cuestiones, pues en estos casos suele ser la errada. Mejor mastíquenlas. Rumien su análisis. Piensen bien en los pros y los contras de cada una de las decisiones que pudieran tomar si estuvieran a cargo del club.

Quizás así podrán ayudar al Real Madrid ha salir del pozo en el que se ha metido. Quizás eso mismo es lo que tenga que hacer Florentino Pérez de aquí a junio.

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