Catar afirma que organizará Mundial del 2022 pese a las dudas

Catar aseguró que organizará el Mundial de fútbol del 2022 pese a que un miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA insinuó el lunes que el torneo tendría que ser cambiado de sede debido a las agobiantes temperaturas. En la imagen, un grupo de periodistas reflejados en un logo de la FIFA en Zúrich el 4 de octubre de 2013. REUTERS/Arnd Wiegmann

BERLÍN (Reuters) - Catar aseguró que organizará el Mundial de fútbol del 2022 pese a que un miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA insinuó el lunes que el torneo tendría que ser cambiado de sede debido a las agobiantes temperaturas. "La única cuestión ahora es cuándo, no si", dijo el director de comunicaciones de Catar, Nasser Al Khater, en un comunicado. "En verano o invierno, estaremos preparados", agregó. Theo Zwanziger, ex presidente de la federación alemana de fútbol (DFB por su sigla en alemán) que ahora ocupa un lugar en el comité ejecutivo de la FIFA, había dicho anteriormente que pensaba que el torneo debería ser organizado en otro lado. "Personalmente creo que al final la Copa del Mundo del 2022 no se realizará en Catar", dijo el dirigente alemán a Sport Bild. "Los médicos dicen que no pueden aceptar la responsabilidad de una Copa del Mundo bajo esas condiciones", agregó. La FIFA otorgó el torneo al pequeño país de Oriente Próximo en una polémica decisión tomada en el 2010, para que fuera organizado en el verano pese al agobiante calor. Aunque la rica Catar ha insistido en que un Mundial durante el verano es viable gracias a las tecnologías de refrigeración que está desarrollando para sus estadios, las zonas de entrenamiento y las destinadas a los hinchas, sigue habiendo mucha preocupación por la salud de los jugadores y los aficionados que vengan de fuera. "Tal vez puedan enfriar los estadios, pero un Mundial no se celebra solo allí", afirmó Zwanziger. "Llegarán hinchas de todo el mundo y viajarán con este calor. El primer caso que amenace una vida provocará la investigación de un fiscal del Estado y eso no es algo por lo que los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA quieran responder", señaló. OPINIÓN PERSONAL Funcionarios de la FIFA contactados por Reuters dijeron que Zwanziger no estaba ofreciendo el punto de vista de la totalidad del poderoso órgano del ente rector del fútbol mundial. "Está expresando su opinión personal y lo dice explícitamente", aseguró la portavoz de la FIFA, Delia Fischer. "No haremos comentarios sobre una opinión personal", agregó. Los organizadores en Catar dijeron que ya habían demostrado que las tecnologías de refrigeración que serán utilizadas en el Mundial funcionan. "Hemos demostrado ya que un Mundial de la FIFA en Catar en el verano es posible con la tecnología refrigerante", dijo Al Khater. "Hemos demostrado que nuestra refrigeración funciona en áreas externas fuera de los estadios. Este verano recibimos fans en Doha para ver en una zona de público el Mundial Brasil 2014 con temperaturas en unos cómodos 22 grados Celsius en el lugar", explicó. Pese a los recursos destinados a estas técnicas de refrigeración, el escepticismo sobre la capacidad de Catar de organizar un Mundial en el verano -cuando las temperaturas pueden superar los 40 grados Celsius- no ha desaparecido. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo en mayo que adjudicar la organización del Mundial a Catar fue un "error" y que lo más probable es que el torneo se juegue en el invierno europeo. "El informe técnico de Catar indicaba claramente que hacía demasiado calor en verano, pero el comité ejecutivo con una mayoría bastante amplia decidió igualmente que el torneo debería celebrarse en Catar", dijo Blatter. La FIFA busca ahora trasladar el torneo a enero/febrero del 2022 o noviembre/diciembre, ambas fechas poco populares porque interrumpiría las temporadas domésticas en Europa y el resto del mundo. El presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, el jeque Salman Bin Ebrahim Al Khalifa, presidió una reunión para discutir el asunto a principios de este mes. Por si fuera poco, la FIFA y Catar se han visto obligadas a rechazar múltiples acusaciones de corrupción desde que se adjudicó la sede en 2010. El país organizador también ha recibido grandes críticas por las condiciones en que trabajan los inmigrantes en este pequeño Estado del Golfo.