Un Barcelona-Real Madrid imaginado

Imaginemos. Solo imaginemos que la Liga de Fútbol Profesional de España (LFP), para evitar problemas y discusiones sin final, con vistas al próximo clásico FC Barcelona-Real Madrid CF, decide que el cuarteto arbitral estará apoyado por un quinto juez, que se apoyará en el “vídeo replay” para aconsejar al encargado principal de hacer cumplir las reglas durante el juego.

Imaginemos, solo imaginemos, que la tecnología estará a la orden del fútbol español, en el principal partido de la Liga. “¡No más polémicas!”, diría su presidente, Javier Tebas, al comunicar la noticia. Así el ‘Ojo de Halcón’, tan usado y reclamado en el tenis o la repetición en vídeo que detiene los partidos de fútbol americano o rugby, aterrizaría en el más humano de los deportes. Justo para el más humano de los clásicos.

Supongamos que el estreno de dicho artilugio se lleva a cabo en el Barcelona-Real Madrid del próximo sábado. Y en la primera jugada de difícil interpretación, el árbitro central, gracias a un sensor que lee su voz de mando, encenderá una luz y hará sonar una chicharra, tipo las vuvuzelas de Sudáfrica, que detendrá el partido para conferenciar con sus cuatro subalternos.

Digamos que el colegiado pita el comienzo del juego y tan pronto como Cristiano Ronaldo pasa la pelota a Isco, éste intenta un regate para avanzar, pero es detenido por Busquets, que hala de su camiseta y despeluca al merengue. ¡¡¡FUUUUUUUUUUU!!! (Léase y escúchese como onomatopeya de vuvuzela).

“¿Qué viste tú, tío?”, le pregunta el árbitro central a su asistente de línea. “No, macho, yo estaba mirando para otro lado”, contesta éste. “Entonces, ¡joder!, estrenemos el sistema ese, en el que la Comisión Técnica Arbitral ha gastado tanta pasta… que ruede la imagen”, acota el cuarto juez. Así el quinto árbitro le da play a la moviola.

Descripción de lo que ven los árbitros: Isco lleva la pelota y mira al frente, rodeando el círculo central. Un aficionado en primera fila dispara una foto. El destello del flash hace que Busquets, que llega detrás, tropiece y en su intento por mantener el equilibrio, sujete la camiseta blanca del contrario, rodando los dos por el césped.

Veredicto: Gracias a la tecnología, como están jugando en el Camp Nou, el árbitro cobrará obstrucción de Isco. Pero si el partido fuese en el Santiago Bernabéu, la decisión sería falta clara de Busquets. Ahora si juegan la final de la Copa del Rey, en cancha neutral, tipo el nuevo San Mamés, el árbitro expulsará del estadio al fanático que tomó la foto y cobrará un balón a tierra. ¡¡¡FUUUUUUUUUUU!!! ¡¡¡FUUUUUUUUUUU!!! ¡¡¡FUUUUUUUUUUU!!!’

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