Triple Corona: comienza la serie en Palermo con las Pollas y un jockey argentino corre el final de la norteamericana

En un año atípico, con los desajustes de calendario a los que obligó la pandemia del coronavirus según la cuarentena en cada país, la casualidad llevó a que la Triple Corona argentina comience el mismo día que finaliza en Estados Unidos la serie más emblemática en el turf. Porque en suelo norteamericano se disputa al final del primer semestre y de este lado del mundo se programa para septiembre. Nunca visto.

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Tras seis meses sin competencia, en Palermo volvió a correrse a fines de agosto y el reacomodamiento de los clásicos demoró hasta este sábado las disputas de la Polla de Potrancas, a las 16.45, y la Polla de Potrillos, una hora más tarde, en el hipódromo porteño. Minutos después de correrse esos grandes premios, en Pimlico se hará el Preakness Stakes (G1), con otras dos situaciones nunca vistas: en las gateras habrá por primera vez un jockey argentino -Horacio Karamanos- y la prueba, tradicionalmente el paso intermedio, esta vez resulta el final, porque ya se corrieron desordenadamente el Belmont Stakes y el Kentucky Derby. No habrá público. Ni en un lado ni en el otro. Sólo el personal esencial.

El ramillete de cuestiones peculiares incluye, en medio de un proceso selectivo demasiado corto, la presencia de un debutante, Manantial Nono. En circunstancias normales, nadie se atrevería a iniciar a su potrillo en una Polla. Esta vez, con la mayoría de los 14 inscriptos con poco rodaje, los antecedentes no parecen intimidar. Hay tres invictos con partidores reservados entre los potrillos: Master Sultán, que ganó en sus dos presentaciones porteñas; Sarfo, que a sus récords extraoficiales en Tucumán le sumó un guapo éxito en Palermo saltando de los 1000 metros a la milla, y Onur, de inmejorable presentación.

El guapo triunfo de Sarfo

Los jockeys de estos tres que defienden su foja inmaculada nunca ganaron alguna carrera de la Triple Corona. William Pereyra, de 26 años, es el más experimentado, obtuvo sus primeros éxitos en cotejos de Grupo 1 el año pasado en San Isidro y conoce a Master Sultán desde que el zaino comenzó a entrenar. Alexis Páez, que cumplió los 27 el domingo pasado, nunca festejó en un gran premio y se familiarizó con Sarfo cuando el potro fue afincado en Palermo. Lautaro Ramallo, de 21, es un aprendiz que apenas obtuvo 25 triunfos desde que corre y llevará las riendas de Onur, al que entrena su hermano Jonatan.

Los que tienen los mejores pergaminos son Seteado Joy y Atrevido Cry. El primero viene de imponerse en el Estrellas Juvenile, el único G1 que llegaron a correr los potrillos de esta generación en la Argentina, hace tres semanas, y llevará sus riendas Fabricio Barroso, el jinete de confianza de Roberto Bullrich, quien ya entrenó a dos ganadores de esta carrera, incluido el último triplecoronado nacional, Refinado Tom, en 1996. Atrevido Cry no compite desde marzo, cuando se llevó el Clásico Santiago Luro (G2-1200m) una semana antes de que comenzara la cuarentena, dejando segundo a Top One City, también inscripto aquí y sin competencia desde aquel día, y tercero a... Seteado Joy.

Seteado Joy ganando el GP Estrellas Juvenile

Entre las potrancas no se animaron debutantes, pero sí fueron confirmadas cinco que todavía no ganaron, dos de ellas en condición de suplentes. La más experimentada del lote, Marquesa Key, cambió de entrenador -César Zapico a Enrique Martín Ferro- y hábitat -de Mar del Plata a San Isidro- tras una venta y viene de cortar una serie de tres primeros puestos al quedar cuarta en el Juvenile Fillies (G1). Seis de sus rivales ganaron la única que corrieron: Wild Candy, Amiguita Soledad -ambas al mando de Roberto Pellegatta-, Siempre en mi Mente, Brianna -las dos preparadas por Nicolás Martín Ferro-, Simple Melodie y Scotish Star. Esta última va por una hazaña: su único antecedente es una victoria un mes atrás en 1000 metros. Se impuso por siete cuerpos, muy fácil, pero los tiempos para saltar a la milla están lejos de lo ideal. En el grupo de las que generan mayores expectativas se incluye a La Validada, que ganó dos de sus tres carreras y sólo perdió con Marquesa Key.

La jornada, de 14 pruebas, comienza a las 12.30 y tiene otro gran premio como oferta, el General San Martín (G1-2400m), para caballos adultos y sobre la pista de césped.

El Preakness Stakes, con un argentino

En Estados Unidos y dos semanas después de adjudicarse la estadística de primavera/verano de Laurel Park, a Horacio Karamanos le llegó la gran oportunidad de su vida profesional a los 47 años, dos décadas después de haber desembarcado en aquellas tierras. En el Preakness Stakes montará al tordillo Ny Traffic, al que en los registros previos le asignan una posibilidad de triunfo intermedia, pero tiene un gran antecedente: en su penúltima carrera, en julio pasado, quedó al hocico en el Haskell Stakes (G1-1800m) de Monmouth Park ante Authentic, el gran favorito tras su éxito posterior en el Kentucky Derby.

El Tigre no lo corrió nunca, ya que el caballo estuvo compitiendo en otras ciudades, y arribó esta semana al escenario ubicado en Baltimore. Karamanos acumula más de 2200 triunfos en ese país, conoce la cancha como pocos porque compite todas las temporadas en ese hipódromo desde hace más de 10 años y esta vez tuvo a la pandemia como aliada: los jinetes que viajaran desde otro Estado tenían que llegar antes del martes y cumplir una cuarentena de dos semanas de regreso, lo que desmotivó a varios de los jockeys más célebres que no contaban con ofrecimientos de primer orden.

Authentic y Ny Traffic, en el Haskell

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Antes del Preakness, Karamanos correrá otras siete carreras, todos clásicos. Aunque, claro, ninguno de esa trascendencia ni con un millón de dólares en premios. Y de la fecha participarán otros dos jinetes argentinos: Jorge Ruiz Díaz montará en un clásico y Lucas Berticelli lo hará en la UAE Presidents Cup, el Grupo 1 para caballos árabes que baja el telón a la temporada otoñal de Pimlico.