Yahoo Noticias Tribunal dice que un futbolista usó un BMW como arma para atropellar a seguidores rivales
Un futbolista furioso se llevó por delante con su coche a 11 seguidores de un equipo rival como revancha después de que su equipo perdiera 5-0, según se dijo en el tribunal el lunes.
Supuestamente, Lee Taylor, de 35 años, perdió la paciencia después de ser llamado “gordito” por unos adolescentes y tras el pitido final condujo su BMW gris hacia la multitud.
Un jurado escuchó cómo Taylor “los atropelló como si fueran bolos en una bolera” dejando a 11 jóvenes seguidores de entre 14 y 19 años heridos tras la carnicería en el campo de fútbol.
La violencia estalló después de que Taylor jugara el partido del Margam contra los reservas del equipo rival, el Cornelly United, cerca de Bridgend, Gales del Sur.
El fiscal Christopher Rees dijo que los jóvenes seguidores del equipo local de Cornelly gritaron a los jugadores del equipo de Taylor antes de que este arrojara furiosamente su coche contra ellos.
Rees dijo: “Había entre 30 y 40 espectadores en el partido, la mayoría de ellos jóvenes”.
El tribunal escuchó cómo un espectador estaba “haciendo bromas de patio de recreo” a los jugadores del Margam y un grupo de jóvenes se agolparon en el vestuario.
En el Tribunal de la Corona de Newport se escuchó cómo Taylor había gritado: “¿Quieren ir?”, lanzando un desafío a los aficionados del equipo rival.
Luego Taylor supuestamente saltó a su BMW, salió de su plaza de aparcamiento y se dirigió con su coche a los jóvenes seguidores.
Rees dijo: “Taylor apuntó el morro del vehículo hacia el grupo de jóvenes, aceleró, hizo rugir el motor, derrapó y arrancó a toda velocidad”.
“Los derribó como si fueran bolos en una bolera, usando su vehículo como arma”.
“Fue un ataque desproporcionado para las bromas de recreo que lo precedieron”.
Agregó: “Fue un incidente aterrador”.
Un aficionado lesionado escuchó las “ruedas derrapando y el motor en marcha” del auto antes de lanzarlo casi a dos metros por el aire.
Otro “vio el BMW yendo directamente hacia él” mientras escuchaba los gritos de sus amigos.
En el tribunal se dijo que algunos de los heridos terminaron golpeados contra el capó mientras el coche avanzaba atropellando a los jóvenes aficionados; y algunos aficionados grabaron la escena con sus teléfonos.
Otro adolescente dijo de sí mismo que estaba “asustado y sin palabras”.
Rees dijo que un testigo describió la escena como una “carnicería”.
Las víctimas supuestamente salieron volando por el aire y una de ellas tuvo que saltar sobre el capó antes de golpear en el parabrisas en un intento desesperado por detenerlo.
El aficionado más joven herido tenía 14 años y más tarde dijo a la policía que estaba “paralizado de miedo” y que “pensaba que iba a morir”.
Rees dijo: “El acusado usó su coche como arma para atropellar a un grupo de personas. Provocó heridas a 11 personas del grupo al que atropelló”.
Luego el coche se detuvo en la zona de aparcamiento y supuestamente Taylor salió para pelear con uno de los lesionados antes de “meterle el pulgar” en el ojo.
Rees dijo que luego Taylor atropelló “a alta velocidad” antes de ser detenido en su casa situada a 10 kilómetros de distancia.
Taylor dijo a la policía: “No me iba a quedar para recibir para recibir patadas”.
En el interrogatorio que la policía hizo a Taylor, este dijo que uno de los chicos le llamó “gordito” y que tenía miedo de “recibir patadas”.
Pero Rees dijo que su versión fue muy diferente de la de los testigos.
Rees dijo: “Atropelló de forma deliberada a estos chicos. Por suerte, las lesiones no fueron más graves”.
“Se subió a un coche para atropellar al grupo porque había perdido los estribos. Los derribó como si fueran bolos”.
Taylor, residente de Sandfields, Port Talbot, se declaró inocente de 23 cargos entre los que se incluyen causar daños físicos reales y daños físicos graves de forma intencionada a 11 personas.
También negó un cargo por conducción peligrosa en abril del año pasado.
El Cornelly United juega en la primera división de la Liga Alliance de Gales del Sur, el sexto nivel de importancia del fútbol galés.
El juicio, que se espera que dure tres semanas, sigue su curso.
