Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Tres montañeros vascos rescatan a otro que llevaba días perdido a más de 7.000 metros

Imagen de los montañeros vascos durante su fase de aclimatación para preparar la subida. Foto: walkonproject.org
Imagen de los montañeros vascos durante su fase de aclimatación para preparar la subida. Foto: walkonproject.org

Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza, alpinistas experimentados, han demostrado el heroísmo del que hacen gala muchos deportistas de esta disciplina. Su hazaña, en esta ocasión, no ha sido subir a la montaña más alta, o por la ruta más difícil, o en el tiempo más rápido, sino algo mucho más importante. En su última expedición al Himalaya han conseguido salvar la vida del italiano Valerio Annovazzi, quien se había quedado bloqueado a 7.100 metros de altitud.

El trío vasco, que forma parte del programa llamado Walk On Project (WOPeak 2017), tenía un objetivo muy ambicioso: completar el recorrido entre la cumbre del Gasherbrum I (8.080 metros) al Gasherbrum II (8.035), dos picos en la zona del Karakorum, en territorio de Pakistán, sin pasar por el campamento base y yendo por rutas apenas exploradas. El pasado domingo las malas condiciones meteorológicas les obligaron a desistir, por lo que permanecieron acampados en su refugio. Allí, el lunes, vieron pasar a otra expedición que venía del G II, pero se dieron cuenta de que algo fallaba.

Los montañeros vascos Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza / Foto: EFE
Los montañeros vascos Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza / Foto: EFE

Esta otra expedición era de tipo comercial: alpinistas que posiblemente ni siquiera se conocieran previamente, pero que se asocian para pagar los permisos gubernamentales para subir a la cumbre, además de porteadores, cocineros y, a veces, guías. No suelen existir en ellas los vínculos de solidaridad de los montañeros que llevan años escalando juntos; ante cualquier contratiempo, los integrantes del grupo se preocupan de sobrevivir por sí mismos. Así, ocurría que uno de los miembros, Annovazzi, de 59 años, se había quedado atrás.

Lo último que se sabía de él era que se le había visto en el campo 3, a unos 7.100 metros, hablando con balbuceos inconexos (uno de los síntomas que se asocia al edema cerebral). Desde el campo base, y gracias al teleobjetivo de un fotógrafo, los vascos se dieron cuenta de que su tienda de montaña seguía montada, por lo que era posible que siguiera con vida. Sin embargo, mandar hasta allí un helicóptero era imposible porque el mal tiempo seguía. Los integrantes de la WOPeak no lo dudaron y, pese al agotamiento de su propio intento fallido, a medianoche (hora local) salieron montaña arriba con intención de rescatarle.

Tras 12 horas de ascenso a lo largo de nueve kilómetros de glaciar (un terreno con poca pendiente pero peligrosísimo por las grietas), consiguieron localizarle en el citado campo 3. Annovazzi se encontraba desorientado, llevaba más de tres días sin ingerir comida o líquidos, y sus extremidades estaban empezando a congelarse. Tal como contó Zabalza al diario El País: “Nos lo encontramos como un pajarito. No creo que hubiese pasado un día más con vida. Había tratado de bajar por su cuenta, pero se sentía sin fuerzas y temió despeñarse.

Esta vez, por suerte, la historia tiene final feliz. Los montañeros españoles aplicaron todos sus conocimientos para bajar al italiano, que ya no podía ni andar, de forma segura hasta el campo base, donde ya se recupera. La actuación del trío vasco que se jugó su propia vida es un gran ejemplo de solidaridad no demasiado frecuente; de hecho, Zabalza añadió sentirse “muy dolido por la actitud de muchos alpinistas que ni siquiera se quedaron en el campo 1 a echarnos una mano con el descenso. Nosotros entendemos la montaña desde su lado más noble y jamás nos acostumbraremos a este tipo de actuaciones”.

También te puede interesar:

Kilian Jornet sube al Everest en 26 horas

Rescatado un montañero que estuvo perdido 47 días en el Himalaya