Tras crecer sin un hogar, jugador novato de los Raiders le compra por fin una casa a su padre

En abril de 2019, Yahoo Sports dio a conocer la conmovedora historia del jugador novato de los Raiders, Josh Jacobs, en la que él mismo relataba los momentos de su infancia en los que sentía como su hogar, la fila de asientos traseros de una Chevrolet Suburban, los mismos que le sirvieron de cama cuando caía la noche, una especie de apretado santuario estrecho para un niño que no podía comprender lo que era vivir sin un techo fijo en Tulsa, Oklahoma.

Durante muchos años se acostumbró a dormir en lugares temporales, el sofá de un amigo de la familia, el piso de una habitación de un motel o un departamento disponible al momento. Una cama propia nunca fue parte de su vida cotidiana. Fue hasta que entró a uno de los dormitorios de la Universidad de Alabama cuando descubrió otros hábitos que no vio anteriormente.

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El corredor de la universidad, que pasó parte de su infancia hambriento, sin hogar y tratando de ignorar el sonido de los disparos, finalmente tuvo su propia cama. Y sin embargo, no lo usaría. Esos primeros meses en el campus, Jacobs prefirió acostarse en el piso de su dormitorio porque se sentía más cómodo allí.

“Definitivamente es un sentimiento surrealista. Simplemente poder sentarme en una cama y dormir cómodamente ", decía Jacobs en aquella entrevista. “Cada vez que me meto en mi cama pienso: ¡Guau, qué tan lejos he llegado!”.

Después de un exitoso año que lo lanzó a la lista de candidatos para el Novato ofensivo del año, Jacobs cumplió uno de lo sueños de su padre llamado Marty y le compró una casa, suceso que el propio Josh documentó en sus cuentas de redes sociales. Su progenitor apenas pudo contener las lágrimas.

Jacobs firmó un contrato de cuatro años y 11.9 millones de dólares con los Raiders, después de que el equipo se lo llevó con la selección número 24 en el draft de la NFL en 2019. Llegó al estrellato de inmediato en una año de ensueño, digno de un novato estelar. Acumuló 1,150 yardas por tierra, 166 yardas por pases y siete anotaciones, con un promedio de 4.8 yardas por carrera.

Ahora Josh Jacobs le está dando a su padre otro sentido a la palabra hogar, el mismo que por cuestiones económicas no lo tuvo en su niñez, lo puede disfrutar ahora con una casa familiar en Stillwater, Oklahoma.

Los mismos Raiders se encargaron de difundir este logro de los Jacobs.