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Tokio 2020: Pareto y lo que le falta para asegurarse un lugar en la gran cita

Podría dormirse en los laureles olímpicos, pero nada de eso contempla Paula Pareto, la doble medallista gracias al oro de Río de Janeiro 2016 y el bronce de Pekín 2008, además de la consagración mundial en Astana 2015. Con su instinto de superación y su resiliencia, se propuso el último objetivo de su carrera como judoca: Tokio 2020 implicará el cierre -ahora sí, después de algunos amagos de despedida del alto rendimiento- para una atleta que hace cuatro años se ganó un lugar importante en el olimpo del deporte argentino.

Si bien tiene casi asegurada la clasificación para los Juegos, todavía debe recoger los últimos puntos para el ranking que define el acceso a la cita de Oriente, que se cerrará el 30 de mayo. Actualmente ocupa el 11er puesto de la lista, con 2920 unidades, en una nómina que lidera Distria Krasniqi (Kosovo. 5765). Las mejores 18 accederán a la gran cita en la capital japonesa.

Acompañada por números que le hacen un guiño, la Peque encara 2020 con ánimos renovados, después de un segundo semestre de 2019 muy complicado desde el punto de vista físico. Aquel adormecimiento de sus brazos por una molestia en las cervicales fue un mal síntoma en los Juegos Panamericanos Lima 2019, al punto de que la hizo retirarse del repechaje de las semifinales.

Llegó como pudo al Mundial de Tokio de fines de agosto (terminó séptima) y al regreso a Buenos Aires decidió operarse: se sometió a una artrodesis cervical C5-C6, que unió con una pequeña placa las vértebras 5 y 6, ubicadas unos centímetros más arriba de la base del cuello. De esta forma, controla el movimiento de la articulación, evita un pinzamiento de nervios y reduce el dolor.

"Cuanto más grande sea el obstáculo, más gloria habrá en superarlo", se juramentó la traumatóloga, ya con la mente decididamente puesta en Tokio. La Peque contó lo que implicó la decisión de operarse: "Llegué a la consulta con un profesional, que me dio la tranquilidad de saber que con una cirugía podía devolverme en pocos meses mi nivel óptimo de entrenamiento sin sufrir las consecuencias de molestias constantes, ese dolor que durante el día era tolerable pero que tanto me despertaba a la hora de descansar".

Pareto, oriunda de San Fernando, cumplirá 34 años dentro de 15 días y llevará a los Juegos Olímpicos la filosofía de que "nada es imposible", como entrenarse, competir en el más alto nivel y, además, trabajar en el Hospital de San Isidro en traumatología.