Teofimo Lopez-Vasyl Lomachenko: la pelea del año terminó con sorpresas y un fallo muy polémico

LAS VEGAS.- El boxeador estadounidense de origen hondureño Teófimo López derrotó en la noche del sábado por decisión unánime al ucraniano Vasyl Lomachenko y con solo 23 años unificó los principales títulos mundiales de peso ligero.

López, que ya era campeón de la Federación Internacional de Boxeo, se apoderó con este sorprendente triunfo de las coronas de peso ligero (hasta 61,2 kilos o 135 libras) que poseía Lomachenko de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial de Boxeo.

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El estadounidense se convirtió en el peleador más joven en reunir los cuatro cinturones de los principales organismos (el campeonato del Consejo Mundial de Boxeo es el cuarto) en esta pelea celebrada en el MGM Grand de Las Vegas (Nevada), sin espectadores por la pandemia de coronavirus.

"Es el tiempo de una nueva generación y me tocó a mí. Soy un luchador", dijo López, que se mantiene invicto con 16 victorias (10 nocauts) y en su meteórica carrera.

Lomachenko, considerado uno de los mejores peleadores libra por libra del mundo, abandonó rápidamente el ring y cuestionó la puntuación de los jueces, que tomaron una unánime decisión con tarjetas de 116-112, 119-109 y 117-111. Esa tarjeta de 10 puntos de diferencia, la de Julie Lederman, fue la que más críticas despertó.

"Creo que he ganado la pelea", dijo el ucraniano. "Pero no voy a discutirlo ahora".

"En la primera mitad de la pelea él ganó más asaltos. En la segunda mitad yo me hice cargo. No estoy de acuerdo con las tarjetas de puntuación", afirmó el boxeador de 32 años.

Lomachenko (14-2 con 10 nocauts), que no sufría una derrota desde hacía seis años, era el claro favorito en las apuestas para este combate después de defender con éxito sus coronas ante el inglés Luke Campbell en agosto en Londres.

"Esto es para Honduras"

El ucraniano planteó de inicio una estrategia conservadora para esperar al contragolpe, con la que apenas tiró golpes en los primeros cuatro asaltos. De esta forma permitió a López lograr algunos impactos e ir sumando puntos que acabaron siendo claves para el triunfo.

La primera mitad del combate tuvo poco ritmo, con ambos peleadores guardando una distancia táctica que reflejaba el respeto mutuo que se guardaban. El ucraniano, que suele comenzar de menor a mayor para estudiar a su rival, se tomó más tiempo del habitual para su análisis. Tanto que recien en el séptimo asalto mostró sus primeros ataques.

López, que en varios momentos arriesgó para buscar el nocaut, supo finalmente aguantar la embestida del dos veces campeón olímpico (2008 y 2012) e incluso se vio capaz de mantener varios espectaculares intercambios con su rival en la recta final.

Sangrando de su ceja derecha por un cabezazo de Lomachenko, López daba saltos de alegría sobre el ring cuando los jueces procedieron a proclamarle campeón.

El boxeador, nacido en Nueva York en 1997, dedicó el triunfo al país donde nació su padre y entrenador, Teófilo López Sr.

"Quiero decir que esto es para Honduras, para todos mis latinos, para toda mi gente. Esto es solo el principio", afirmó el púgil, que avanzó que su próximo paso será retar a boxeadores de categoría superior.