Tenis: el US Open se muestra firme ante los rumores, pese a la cancelación del torneo de Washington

"Demasiados problemas externos, incluidas las restricciones en los viajes internacionales, así como preocupantes tendencias de la situación sanitaria". Con esas palabras justificó Mark Ein, su director, la cancelación del torneo de Washington, que estaba estipulado como el de la reanudación del ATP Tour, el circuito masculino de tenis.

"Cuando nos decidimos a realizar el torneo teníamos el viento a favor, pero a mitad de camino se nos volvió todo en contra. Nos quedamos sin tiempo. Con algunas semanas más podríamos haber superado los obstáculos, pero es mejor tomar una decisión ahora que hacerlo en el último minuto", agregó el dirigente.

El certamen de la capital estadounidense, de categoría ATP 500, iba a comenzar el jueves 13 de agosto, con sus etapas preliminares, y su anulación posterga al menos nueve días el reinicio de la actividad, al 22 de agosto, fecha en la que se pondrá en marcha un atípico ATP 1000 de Cincinnati, en el predio de Flushing Meadows, Nueva York.

Los cambios "de ninguna manera impactarán" en el Abierto de Estados Unidos, según descartaron sus organizadores. El campeonato de Gran Slam está previsto para disputarse entre el lunes 31 de agosto y el domingo 13 de septiembre en su espacio habitual de Queens, con la particularidad de que no tendrá público y, al parecer, tampoco a varias estrellas del circuito, que anticiparon posibles ausencias.

"La organización (del US Open) creará un espacio seguro y controlado, que ya ha sido aprobado por el estado neoyorquino y las autoridades de la ciudad", destacó el US Open a través de un comunicado, y amplió: "Sostenemos nuestras decisiones respecto de la organización de estos torneos en tres principios rectores, que incluyen la seguridad y la salud de todos los involucrados, si organizar estos eventos es lo mejor para el tenis, y si esta decisión es viable en lo económico".

Sin embargo, hay problemas externos al US Open que no ha sido resueltos, en especial las restricciones de viajes internacionales -sobre todo de Europa a Estados Unidos, con un altísimo porcentaje de figuras provenientes del Viejo Continente- y los índices de propagación del coronavirus, con una preocupante situación sanitaria en los Estados Unidos, el país más afectado en el mundo por la pandemia, con más de 140.000 muertos y más de 3,8 millones de casos declarados.

Para el presidente de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), Andrea Gaudenzi, la baja de Washington es "decepcionante", pero la entiende. "Sé de lo duramente que han trabajado Mark [Ein] y su equipo para adaptarse a las nuevas y continuamente cambiantes condiciones y me gustaría reconocer su compromiso sobresaliente por hacer que el torneo tenga lugar. Lamentablemente por el momento todavía hay factores importantes que están fuera nuestro control", sostuvo Gaudenzi. Se refirió a los casos de contagios de coronavirus, que tomaron reimpulso en Estados Unidos en los últimos días.

También la asociación de tenis de ese país dijo "entender" el argumento del torneo de Washington para tomar la decisión.

El calendario femenino

En tanto, se mantiene en pie el programa de competencias del circuito de mujeres. La del retorno debe ser el certamen de Palermo, Italia, pautado para empezar el lunes 3 de agosto. Italia fue muy castigada en el amanecer de la pandemia, pero ahora Europa parece presentar un mejor panorama que el de Estados Unidos. "El calendario provisional sigue como está previsto en este momento", apuntó Amy Binder, la vocera de la Asociación de Tenis Femenino (WTA).

En el caso de la versión de mujeres, el campeonato de Washington cedió su lugar a un torneo armado a última hora, a realizarse en Lexington, Kentucky, con la participación confirmada de Serena y Venus Williams, Victoria Azarenka y la campeona del US Open 2017, Sloane Stephens, entre otras figuras.