Temer despliega el Ejército en Brasilia, manifestantes encienden fuego sede ministerio

Por Alonso Soto y Anthony Boadle BRASILIA, 24 mayo (Reuters) - Manifestantes que exigían la renuncia del presidente brasileño Michel Temer se enfrentaron el miércoles a la policía y prendieron fuego en la sede de un ministerio en Brasilia, lo que llevó al mandatario envuelto en un escándalo a ordenar que el Ejército saliera a las calles. Varios miles de personas se reunieron el miércoles en la capital de Brasil para pedir elecciones anticipadas con el fin de reemplazar a Temer y poner fin a sus programas de austeridad. La manifestación más nutrida se reunió cerca del estadio Mané Garrincha de Brasilia al mediodía, pero mucha más gente se sumó en el camino de la marcha hacia el Congreso. Policías golpearon a varias personas para bloquear su paso, según testigos de Reuters. Manifestantes enmascarados respondieron disparando fuegos artificiales contra la policía, incendiando muebles en el vestíbulo del Ministerio de Agricultura y pintando edificios gubernamentales con rayados contra Temer. Una estación de televisión local mostró imágenes de un oficial de policía disparando su pistola contra los manifestantes. Un manifestante fue herido de bala, dijo la policía. La prensa local informó que al menos otra persona resultó gravemente herida por un balín de goma en la cara, mientras que una más perdió parte de su mano mientras trataba de lanzar un artefacto explosivo. El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, anunció en la televisión nacional que Temer aprobó un decreto que permite a las tropas del Ejército ayudar a la policía a restablecer el orden durante una semana, lo que da a los soldados atribuciones policiales y el derecho a realizar arrestos. La decisión suscitó una crítica inmediata en un país donde siguen frescos los recuerdos de una dictadura militar brutal desde 1964 a 1985. En la Corte Suprema, muy cerca de la manifestación, el juez Marco Aurelio Mello dijo estar "un poco preocupado" por el decreto presidencial. Temer, acorralado por un gigantesco escándalo de corrupción, se negó a renunciar la semana pasada luego de la divulgación de nuevas denuncias que lo involucraron a él y a sus principales colaboradores, lo que dejó la agenda de su gobierno al borde del fracaso.