La superstición judía que consistía en casarse en un cementerio con un desconocido para acabar con una pandemia

Denominada como ‘Shvartze khasene’ (en hebreo שוואַרץ חתונה) y traducido como ‘Boda negra’, existe una antigua tradición judía, basada en una superstición, en la que, ante la aparición de una enfermedad pandémica, se organizaba un casamiento entre dos jóvenes desconocidos, quienes contraían matrimonio como señal de sacrificio hacia toda la comunidad y siendo el cementerio el lugar escogido para celebrar el enlace.

Imágenes vía nytimes - fortgansevoort
Imágenes vía nytimes - fortgansevoort

Según consta, dicha tradición se originó en Europa del Este a inicios del siglo XIX, existiendo evidencias de haberse celebrado algunas de ellas durante varias epidemias padecidas en Polonia (tifus, cólera…) durante entre los años 1830 y 1892. Estos enlaces matrimoniales tuvieron lugar en los cementerios judíos de poblaciones como Cracovia, Lublin y Opatów.

La práctica de la ‘Shvartze khasene’ parece haberse desarrollado a partir de una mezcla de creencias jasídicas (judaísmo ultraortodoxo), festivales cristianos ortodoxos y ritos paganos que se mezclaron con diferentes supersticiones existentes en Europa del Este y Rusia.

Para celebrar una ‘Boda negra’ se debía localizar a dos personas de la comunidad judía que vivieran en la marginalidad y que no tuvieran vínculo alguno entre ambos y, además, que quisieran hacer aquel sacrificio por el bien de toda la comunidad. Evidentemente, los contrayentes escogidos aceptaban dicha responsabilidad, debido a que gracias a contraer ese matrimonio acordado se les aseguraba una vivienda digna y lo necesario para subsistir los primeros años.

La pareja era conducida hasta al cementerio local y allí, en una extraña ceremonia llena de actos simbólicos, eran unidos en matrimonio por un rabino.

Se tenía la convicción de que ‘Hashem’ (término hebreo utilizado para referirse a Dios sin tener que nombrarlo) al ver a la desaliñada y marginal pareja en el cementerio, sentiría piedad de ellos y enviaría bendiciones y protección para estos y para la comunidad que había hecho lo posible por unirlos en matrimonio.

El hecho de celebrarse en un cementerio mezclaba lo místico con la superstición, la vida con la muerte, siendo los muertos allí enterrados quienes intercederían ante Hashem en nombre de los vivos para que recibieran todo tipo de protección divina y acabase con la pandemia que podría estar castigándoles en aquellos mementos.

La numerosa migración de judíos del Este hacia Estados Unidos, a principios del siglo XX, se llevó consigo aquellas tradiciones y supersticiones de este pueblo, motivo por el que constan varias ‘Shvartze khasene’ en este país durante la pandemia de gripe española de 1918.

Según publicaron varios periódicos de la época, hubo celebraciones de bodas negras (denominadas por los anglosajones como ‘Plague Wedding’) en Nueva York, Filadelfia e incluso en la población de Winnipeg (Canadá).

Fuentes de consulta e imágenes: myjewishlearning / ketubah / researchgate / nytimes / fortgansevoort

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