Sombras de la Eurocopa 2016 sobre una Portugal que se abre paso sufriendo

Partido entre Portugal y Marruecos por el Grupo B del Mundial de Rusia 2018, Estadio Luzhniki, Moscú, Rusia - 20 de junio de 2018 REUTERS/Carl Recine

Por Brian Homewood

MOSCÚ (Reuters) - Pragmática, sin inspiración y dependiente en exceso de Cristiano Ronaldo, la actuación de Portugal en el Mundial de fútbol de Rusia comienza a adquirir un extraño parecido con la victoriosa campaña de la Eurocopa de 2016.

Portugal salió triunfante en Francia hace dos años haciendo el mínimo necesario para ganar partidos y el entrenador Fernando Santos se encontraba cómodo con que se considerase a su equipo el patito feo del torneo.

Avanzaron en la fase de grupos con tres empates. Luego ganaron a Croacia en la prórroga, a Polonia en los penaltis, a Gales con dos goles en el segundo tiempo y a Francia con un gol ganador de nuevo en el tiempo suplementario.

En todos los partidos eliminatorios, Portugal tuvo menos el balón que sus oponentes, desde el 41 por ciento de posesión contra Croacia al 47 por ciento contra Francia, y lo mismo ha sucedido en sus dos primeros partidos del Mundial.

Contra España, Portugal solo tuvo la pelota el 39 por ciento del tiempo jugado, pero empató a tres goles gracias a un triplete de Ronaldo, que incluyó una brillante lanzamiento de libre directo en el último suspiro.

En el partido del miércoles contra Marruecos marcaron muy pronto de nuevo gracias a Ronaldo y luego aguantaron tristemente el resultado pese a tener sólo un 47 por ciento de posesión.

Esto hace que necesiten sumar un punto contra Irán -un equipo dirigido por el extrenador de Portugal, Carlos Queiroz, cuya propuesta futbolística es todavía más adusta- para pasar a la siguiente ronda.

A Santos no le quita el sueño el planteamiento del juego portugués y los resultados le asisten.

En 26 partidos oficiales desde que asumió el cargo de entrenador en septiembre de 2014, Portugal ha ganado 20 y perdido solo uno. De las 20 victorias, 10 han sido con un solo gol y la mayoría de las otras fueron contra oponentes débiles.

"No sé lo que es bonito", dijo el exingeniero eléctrico a Reuters en una entrevista el año pasado. "Lo que es bonito para mí y lo que es bonito para otra persona es distinto".

"Puedo decir una cosa; solo se puede ganar el campeonato europeo y el mundial jugando bien; el concepto de lo que es bonito o no, es algo distinto".

Pero la frustrante sensación es que podrían hacer más.

Además de Ronaldo, con un apabullante registro de 85 goles en 152 partidos internacionales, hay mucho más talento natural en la escuadra lusa que hasta ahora no se ha manifestado.

Bernardo Silva, en particular, fue una gran decepción contra Marruecos, fallando un preocupante número de pases.

En su lugar, destacaron jugadores menos vistosos como el portero Rui Patricio, los defensas Pepe y Jose Fonte, y el tranquilo y compuesto William Carvalho al frente de la zaga portuguesa.

Esta vez incluso Santos pareció preocupado.

"No hubo intensidad en nuestro juego. Tenemos jugadores con mucha habilidad y velocidad. Empezamos bien, pero luego nos presionaron y fue difícil", dijo.

Fonte, por su parte, resumió lo que él considera el mayor atributo de Portugal. "Supimos sufrir"

Parece que vamos a seguir viendo mucho de esto.

(Traducción de Jose Elías Rodríguez)