Somália: el jugador que fingió su propio secuestro para no ir a entrenar
Paulo Silva, más conocido como Somália, es un futbolista brasileño al que una mala decisión tras una noche de fiesta le costó, prácticamente, su carrera.
En plena madurez futbolística, con 26 años, el jugador fichó por Botafogo. Llegó en su mejor momento a un histórico de Brasil que, entre otras cosas, posee el récord de la mayor goleada de la historia del fútbol (26-0 frente al Mangueira).
El mismo año en el que recaló en el club, Somália, repentinamente y sin avisar a ninguno de los empleados, no se presentó a una sesión matutina de entrenamiento. Estaba diseñando su plan para librarse de una buena reprimenda.
Somália simuló un asalto en Botafogo, pero sus planes no salieron y la policía lo descubrió 😅https://t.co/C5k9P8YWVy
— AS Colombia (@AS_Colombia) 13 de septiembre de 2018
Una vez que pensó que no había cabo suelto, hizo a saber al club que había sido víctima de un robo y un secuestro. Para la opinión pública, ahí se quedó la cosa. La policía no divulgó ninguna información sobre el tema.
Años después, con Somália sin equipo y con 34 años, el diario A Bola, ha divulgado lo que realmente ocurrió. El jugador ha reconocido que fue todo un montaje y que la policía lo supo enseguida gracias a las cámaras de vigilancia de su casa.
La historia real es que el futbolista brasileño salió de fiesta la noche anterior y llegó a su casa sobre las cinco de la madrugada. Entonces, ideó un plan para no madrugar al día siguiente y tener que acudir al entrenamiento del equipo. Tuvo la brillante idea de esconder las joyas que denunció que le habían robado en el garaje.
Pobre de él, las cámaras desmontaron toda su versión y el Botafogo no sólo le multó, sino que le prohibió vestir su camiseta de por vida. Y así fue: empezó a salir cedido temporada tras temporada hasta finalizar su contrato con el club. A partir de ahí, todo fue decayendo para él.
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