Yahoo Noticias Solari supera el casting
El Real Madrid volvió a ganar y golear en Europa, pero su juego sigue sin convencer a nadie. El campeón europea le metió cinco al Viktoria Plzen checo, pero volvió a dejar una terrible sensación de debilidad defensiva, que de no haber sido por la mala suerte y peor puntería de los checos, podría haber cambiado la cara de los merengues en Pilsen.
Sin embargo, tras unos primeros 15 minutos complicados, el equipo merengue encarriló el encuentro gracias a una genialidad de Karim Benzema, que dejó a todos boquiabiertos con un gol en el que recordó a la mejor versión de Ronaldo Nazario. Si el francés hubiera dedicado su carrera a intentar superarse día a día y a generar genialidad tras genialidad, en lugar de dejarse ir durante tramos larguísimos de cada año que ha jugado en el Real Madrid, quizás hoy tendría algún Balón de Oro en su casa.
Tras romper el partido, los goles siguieron llegando. Finalmente, los blancos aprovecharon su gran potencial aéreo (se hace complicado recordar el último gol de cabeza a la salida de un córner de los blancos) con los tantos de Casemiro, Benzema –de nuevo– y Bale, quien remató tras una dejada de cabeza de Karim. Ya en la segunda parte sentenciaría Kroos con una preciosa vaselina tras pase de Vinicius Jr.
El Real Madrid no ha cambiado mucho desde el cese de Julen Lopetegui como entrenador del primer equipo, quizás se ha soltado algo más en ataque, pero sigue sin ser un equipo fresco, respondón y con ideas. En Pilsen, Santiago Solari dejó en el banquillo a Modric, Asensio e Isco, además de Keylor Navas, condenado así de manera oficial en beneficio de Thibaut Courtois. Con Dani Ceballos y Kroos a los mandos, el equipo siguió abusando del pase horizontal, y siguió sufriendo en el repliegue. Casemiro no está ni de lejos en su mejor estado de forma, por lo que el mediocampo no funciona como represa ante el caudal ofensivo de los rivales.
De esa manera, cada ataque del contrario se puede convertir en un clara ocasión de gol, sólo que en esta oportunidad los checos no tuvieron nunca la pericia suficiente para inquietar siquiera a Courtois. Al final, la única nota positiva en estas dos semanas ha sido la explosión de Reguilón en la banda izquierda. Ahí ha encontrado el club blanco a un buen relevo de Marcelo a poco que se lo crea.
Sin embargo, y a menos que el domingo ocurra una debacle de proporciones bíblicas en Vigo, Santiago Solari parece haber superado el casting. El partido ante el Celta marca los 15 días de interinidad que permite la Liga en el puesto de entrenador, y a no ser que haya una sorpresa mayúscula en las próximas 48 horas, la directiva blanca no ha pensado firmar a ningún otro entrenador para el puesto, con lo que el argentino bien puede considerarse técnico en todo derecho, al menos hasta que termine la temporada.
Es normal que el equipo no haya mejorado muchísimo en las últimas semanas. Al fin y al cabo, ves el once que puso en liza ante el Valladolid Solari y es difícil imaginar que Lopetegui no hubiera hecho lo mismo. Si los jugadores son los mismos, más allá de un pequeño cambio de actitud –ya sea por compromiso con los colores o por querer agradar al nuevo jefe– poco puede haber cambiado en lo futbolístico en unos días. Sin embargo, Solari ha ganado sus tres partidos, algo que parecía imposible que sucediera con Lopetegui al mando.
El vasco quizás esté pensando que su equipo compitió todo lo que pudo y que, de haber comandado él el barco ante Melilla, Valladolid y Viktoria Plzen, también se hubieran desatado a marcar goles por fin (11-0 es el parcial del equipo en esos 270 minutos). Pero no es menos cierto que Lopetegui tuvo su oportunidad y falló, porque el Real Madrid cedió puntos contra Alavés o Levante en Liga, y perdió contra el CSKA en la Champions League, por lo que sus derrotas no fueron siempre contra gigantes futbolísticos del viejo continente.
Al fin y al cabo, Solari ha hecho su trabajo, que se trataba de ganar, y un poco por conveniencia –es una opción de la casa que siempre le ha gustado a Florentino y la directiva–, un poco por falta de mejores opciones en el mercado, y otro poco por merecer más de cuatro partidos para demostrar su valía, el argentino podría acabar siendo el entrenador oficial del Real Madrid tras el encuentro en Vigo.
Si Florentino y la cúpula quisiera demostrar que apoyan al cien por cien a Solari, saldrían a anunciar su renovación como entrenador con todos los honores antes de ese encuentro, pero tal y como baja de revuelto el río, será difícil que Pérez se exponga tanto.
Por lo tanto de momento, Solari ha superado su primer escollo. Si todo va bien en Vigo, el lunes será ratificado hasta final de temporada. Si no, viviremos una semana de esas que sonrojan por la sensación de improvisación a la que a buen seguro asistiremos.
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