Sin Libertadores, el sueño imposible del fútbol mexicano es el Mundial de Clubes

El fin, o la supuesta pausa en la participación de los equipos mexicanos en la Copa Libertadores, además de ser un golpe a la proyección de jugadores aztecas, que tenían en el más importante torneo de clubes en América un lugar para mostrarse, una vitrina más reconocible, exigente y apetecible para darse a conocer con los visores europeos, también dejará sin un mejor roce internacional a la Liga MX que el Mundial de Clubes, una vez al año.

Claro que para llegar al Mundial hay que pasar primero por la Concachampions, la cual se ha convertido en la última década en un trámite, en una ruleta para sólo determinar qué equipo mexicano será el que avance a la ajusta de la FIFA que se disputa cada diciembre, pues la resistencia hasta el momento es mínima de cualquier otra liga en la zona.

América asiste por tercera vez, segunda de manera consecutiva, busca en primera instancia sacudirse la eliminación ante el Guangzhou Evergrande chino del año pasado, para ello no le queda más que pasar sobre su rival en turno en los cuartos de final de esta edición, el Jeonbuk Hyundai Motors de Corea del Sur, campeón de la Confederación Asiática, a quien se medirá la madrugada del domingo, tratando de alcanzar el lugar en las semifinales ante el todopoderoso Real Madrid, campeón de la Champions. Todo eso sin perder noción de que aún necesita regresar a México a jugar la Final del Apertura 2016 ante Tigres.

La misma calendarización que le impedirá al fútbol mexicano estar en la Libertadores, y que está claro es otra de las carencias de la Federación Mexicana, obliga a ‘Las Águilas’ a tener un ojo al gato y otro al garabato, aunque hoy sus integrantes digan que están concentrados en el Mundial, claro que piensan en la Final, pues de los dos títulos en disputa que tiene el cuadro azulcrema en los días finales de diciembre, el de la Liga MX es el que tiene más cercano.

“El reglamento está así desde el inicio, ya se conocía, ya estamos curados en salud. Traemos bien analizado al rival, lo mandamos a ver, a grabar, tenemos un buen análisis, no hay pretexto, tenemos que sacar el resultado del primer partido.

“Japón 2016 no es una revancha, es una segunda oportunidad para demostrar alcances del equipo y lograr los objetivos y le vamos a dar toda la seriedad. El fútbol da oportunidades y América no quiere dejar pasar una gran oportunidad de reivindicarse con la gente”, afirmó a su llegada a certamen el presidente americanista Ricardo Peláez.

Las condiciones, aunque adversas en la Libertadores, se equiparaban en la competencia, y ponían el sueño de conquistar el torneo sudamericano más a la mano, en 18 años participando los equipos mexicanos alcanzaron tres finales, cinco equipos se instalaron en semifinales y aunque el título no llegó, el nivel con los rivales sudamericanos daba perfectamente para competirles, muchas veces detalles eran los que definían los partidos, a favor o en contra. La paridad era notable e incluso hubo un campeón azteca en suelo sudamericano, Pachuca, que logró quedarse con la Sudamericana del 2004.

Pero el Mundial de Clubes es diferente, principalmente por la inclusión de los gigantes europeos. Luce casi imposible soñar con ver a una escuadra mexicana coronarse, primero por que la calendarización no contribuye a que el momento sea el mejor, quizá esta sea la única vez que veamos a un equipo en ritmo de competencia como América llegar en buena forma a un Mundial de Clubes, pero incluso si pasa el primer escollo, lo más probable es que el sueño termine ante el vigente Campeón de la Champions. El tercer puesto de Necaxa en 2000 y de Monterrey en 2012 parece un lugar más realista y aspiracional que el título de Clubes.

Galería: Memes de la eliminación del América del Mundial de Clubes en 2015

La motivación extra que representaría para el América pelearle un mano a mano al Real Madrid por un lugar en la Final del Mundial de Clubes, puede ser un catalizador a su favor para regresar a México y luchar con Tigres por el título, pero también corre el riesgo de caer contra el conjunto coreano y llegar dañado en lo moral a la Final de la Liga MX. A su favor tiene que ya conoce al equipo asiático, a ese mismo conjunto lo eliminó en su primera participación en la Copa del Mundo de Clubes en el 2006, un gol del Chileno Ricardo Rojas le dio la oportunidad de medirse al Barcelona en semis, donde cayó goleado 4-0. ¿Premonición?

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