Los técnicos españoles fracasan en México y nadie sabe por qué

La historia más reciente no los ayuda, al menos en el fútbol mexicano, pues en otras latitudes obtienen sobresalientes logros, hazañas épicas con equipos ajenos a su país. Así reconocemos nombres como Pep Guardiola, Rafa Benítez, Unai Emery, entre muchos otros técnicos españoles que hoy ocupan los titulares en todo el mundo.

Es quizá ese trasfondo el que le sirvió a Míchel González para hacerse cargo del banquillo de los Pumas y el paso de sus compatriotas por el fútbol mexicano seguramente no le quita el sueño.

LEER | Héctor Herrera, la ventaja de ser agente libre, un hombre sin dueño

No sabemos a ciencia cierta qué pasa, pero pareciera que los entrenadores de procedencia ibérica no pueden triunfar en el fútbol mexicano. Si ir tan lejos, Pako Ayestarán, sustituido en el Clausura 2019 por el argentino Martí Palermo, en Pachuca, escuadra que recibió once goles en tres encuentros, es uno de ellos.

Los números de Ayestarán desde que llegó a Tuzos incluyen 13 victorias, siete empates y ocho derrotas. Además de las goleadas ante Monterrey, Querétaro y América, quedaron fuera de la liguilla en el Apertura 2018. Con Santos estuvo más o menos el mismo tiempo, 14 encuentros sin lograr nada sobresaliente.

Quizá el español que más se recuerde dirigiendo a un equipo mexicano recientemente, fue Paco Jémez con Cruz Azul. El español duró 41 juegos con sólo 14 victorias. Nunca pudo situar a La Máquina entre los ocho primeros, mucho menos aspirar por un título. En su regreso a España no tuvo cosas buenas que decir del fútbol mexicano... así le fue.

Otro equipo que urge de títulos y que no pudo presumir de triunfos con un estratega español es el Guadalajara, con Xabier Azkargorta en 2005. Azkargorta venía directo y sin escalas de trabajar con el Real Madrid. En el club merengue descubrió a varios jugadores importantes, pero en Chivas la historia fue otra.

LEER | León vs Tigres, una final con baja popularidad ahora que se fue el América

En ese mismo año pero en Dorados, su compatriota Juan Manuel Lillo, no logró nada para recordar y sí para olvidar. No pudo evitar el descenso del equipo sinaloense.

Benito Floro con Monterrey, a principios de siglo XX, había dirigido al Real Madrid cinco años antes, pero sus malos resultados colmaron la paciencia del club regio.

Y haciendo memoria, José Mari Bakero fue una contratación bomba en Veracruz en donde tuvo un memorable paso, pero tras colgar los botines, se hizo cargo del Puebla en donde solo dirigió ocho partidos. Se fue a dirigir al Málaga y nunca más volvió a México.

Los números de Míchel no sorprenden en casi 15 años de carrera como director técnico. Siete equipos ha dirigido en ese lapso con casi una exactitud de no más de dos años por escuadra. Nada sobresaliente en su paso por los banquillos del Rayo Vallecano, Real Madrid Castilla (una filial del Real Madrid), Getafe, Sevilla, Olympiacos, Olympique de Marsella y el Málaga.

En su presentación oficial, Míchel dejó ver que se asesoró por el mejor para decidirse a dirigir a Pumas, "El trabajo con los jóvenes, con la cantera. No lo dudé, cuando empezaron las negociaciones, la seriedad y el cariño con el que se dirigieron a mí. En México he jugado y la pasé muy bien, es una liga muy desconocida por la capacidad que hay en Europa, lo que hice fue hablar con Hugo, de comentarle la opción que tenía por venir y él se mostró satisfecho de que un amigo viniera a dirigir a su equipo".

Míchel había coqueteado con Chivas antes de comprometerse con Pumas, pero no lograron un acuerdo. Serán los felinos del Pedregal quienes experimenten el manejo de un entrenador español, que sin generalizar, lleva a cuestas el peso de sus predecesores de los que no se tienen maravillosos recuerdos.