Sergio Ramos ya sabe cuál es el camino para tener el perdón de la grada

MADRID, SPAIN - JUNE 10: Sergio Ramos of Spain receives a tribute for record number of wins prior to the UEFA Euro 2020 qualifier match between Spain and Sweden at Bernabeu on June 10, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Quality Sport Images/Getty Images)
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La afición del Santiago Bernabéu en el partido que enfrentó a España contra Suecia dictó sentencia: el capitán de la Roja es su líder.

A Sergio Ramos se le vitoreó antes del encuentro —en el homenaje que le realizó la Federación tras convertirse ante Islas Feroe en el jugador del mundo con más victorias como internacional (superando a su amigo Iker Casillas con 122)—, durante el encuentro —en el que estuvo de 10 y además volvió a anotar desde el punto de penalti—, y sobre todo cuando tuvo el gesto más emotivo de la noche.

Cuando Álvaro Morata (otro hijo predilecto de la afición) provocó un penalti tras una gran jugada personal, Ramos no dudó en cederle el disparo para que el atacante pudiera continuar con su racha goleadora con la Selección —anotó en marzo un doblete ante Malta tras pasar casi año medio sin hacerlo con La Roja.

Ese gesto de gran capitán, de líder, sumado a su exhibición defensiva en un día tan especial para él hizo que el estadio entero le aplaudiera a rabiar. Obviamente, aunque el edificio sea el mismo, la afición de la Selección Española no es la del Real Madrid, pero Ramos debió tomar nota.

MADRID, SPAIN - MAY 30: Sergio Ramos of Real Madrid CF explain during press conference that he is not leaving Real Madrid CF at Valdebebas on May 30, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Quality Sport Images/Getty Images)
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Tras la polémica suscitada con aquella supuesta oferta de China que trasladó al presidente y que, a la postre, le obligó ha hacer una rueda de prensa en la que juró amor eterno al Real Madrid, estaba por ver como le recibían en su casa. De momento, la primer prueba la superó, pero tendrá que esperar al arranque de liga de la temporada que viene para comprobar si su afición —la blanca, la que sufre cada domingo con el Real Madrid en el paseo de la Castellana— le tiene la misma estima que la de la Selección en este fin de fiesta del año futbolístico.

Sergio Ramos ha sido siempre un ídolo máximo en su club, pero a nadie se le escapa que cada par de años, a lo largo de su carrera, han aparecido jugosas ofertas que han puesto en entre dicho su comodidad en el equipo y que han acabado en felices —y multimillonarias— renovaciones del capitán.

Sin embargo, cada vez va quedando más claro entre la afición que el amor que suele profesar Ramos ante los micrófonos de la prensa por el Real Madrid debe estar atado siempre a un suculento contrato. Quizás por eso en esa confusa rueda de prensa de hace unas semanas, el defensa creyó necesario mencionar que él jugaría gratis en el Real Madrid... minutos después de asegurar que la oferta que recibió de China era tan buena que tuvo que considerarla.

El camero debería darse cuenta de lo que ocurrió en el encuentro ante Suecia. Un partido impecable por su cuenta, un exhibición de seriedad, carácter y, como colofón, un gran gesto de líder indiscutible de la plantilla.

A Ramos no se le pide mucho más, ni en la Selección ni en el Real Madrid, y la reacción de los aficionados de La Roja debería guiarle si pretende ganarse el perdón de los del Real Madrid.

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