Sentarse junto a Dak Prescott en el vestidor de los Cowboys, el peor lugar

Aunque suela causar controversia la siguiente declaración, la posición más importante es la de quarterback. Luego entonces, es la posición que más veces ha ganado la designación de MVP en un Super Bowl, con 27. La que le sigue en relevancia es la de corredor, con 7, para ponerlo en perspectiva.

Y dentro del universo de los quarterbacks o pasadores, no hay en toda la NFL un personaje que reciba más atención mediática que quien ocupe esa posición con los Dallas Cowboys.

Y ésa persona resulta ser ahora el quarterback novato Dak Prescott, quien sorpresivamente ha llevado al equipo a tener la mejor marca de toda la NFL y su mejor temporada desde mediados de la década de los 90, la última gran época de gloria de los de la estrella solitaria.

Las grandes actuaciones del pasador egresado de los Bulldogs de Mississippi State lo tienen con 19 pases de touchdown por apenas dos intercepciones y a Dallas con una foja de 11-1.

Y lo que sucede con esos números es que la prensa abarrota su vestidor de una manera pocas veces vista y, su compañero-vecino tras bambalinas, el linebacker Kyle Wilber, la pasa algo mal porque la atención la acapara su quarterback, y no tiene oportunidad de ocupar su espacio, pero ya está acostumbrado, pues dice que cada miércoles tiene que estar temblando en una toalla mientras quiere que los reporteros se vayan del vestidor de Prescott.

Lo que se aprecia, después de la entrevista con Wilber, es que lo toma con filosofía. Estos inconvenientes, créanlo, son algunos de los que quisieran tener muchos más equipos y jugadores alrededor de la Liga. Y mientras Dallas siga con ese paso, estoy seguro de que a Kyle no le importaría seguir pasando por esas penurias si eso deriva en el Trofeo Vince Lombardi…

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