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La Selección preocupa, y mucho

Gerardo Velázquez de León, enviado

DALLAS, EU., julio 19 (EL UNIVERSAL).- La Selección Mexicana ganó de lágrima ante El Salvador. Un gol de Luis "Chaka" Rodríguez salvó al Tricolor de la catástrofe, porque pudo haber perdido el primer lugar de su sector y el poco respeto que le queda.

Ahora, México irá a Glendale, Arizona, a jugar contra el segundo lugar del sector D, pero la premisa es urgente: hay que mejorar y no sentirse "gigante", cuando ni siquiera se puede dominar un juego de fase de grupos.

Mucho dominio del equipo mexicano durante la primera parte, haciendo notar su buen toque de balón y movimientos, pero nula contundencia. De nada servía mover la pelota a lo ancho de parte de Héctor Herrera y Erick Gutiérrez, los desbordes de Orbelín Pineda y Jesús Manuel Corona, si Rogelio Funes Mori salió con la pólvora mojada.

Tuvo dos claras el "Mellizo" en la primera parte, y en ambas el portero salvadoreño salió avante con buenas atajadas, pero también tuvo mucho que ver la mala noche del atacante del Monterrey.

Luis Rodríguez fue quien tuvo la lucidez de hacer lo básico para marcar. Pase de Herrera a la llegada desde el extremo del "Chaka", quien recortó y definió con ayuda de la suerte.

Pero la realidad es que El Salvador merecía mejor suerte. El equipo manejado por Hugo Pérez fue valiente y dominó gran parte del juego gracias a su buen manejo de balón, no requiriendo la violencia como recurso.

Funes Mori volvió a desperdiciar una oportunidad para aumentar la ventaja y la displicencia se apoderó del cuadro mexicano. Álvarez entregó un balón a la salida y Talavera tuvo que intervenir. Vino un tiro libre a favor de los cuscatlecos, en el poste.

Al final, México logró el triunfo, pero de lágrima. Ganó, pero la superioridad histórica nunca se hizo presente.