¿Se puede comparar Boca-River con América-Chivas? Imposible

Boca – River / Foto: Getty Images
Boca – River / Foto: Getty Images

Por más que muchos (fuera de la Argentina) quieran subestimar la gran final de la Copa Libertadores entre Boca y River, es imposible abstraerse de uno de los espectáculos deportivos más emocionantes y destacados del mundo.

Desde el momento mismo que se confirmó el Clásico de los Clásicos como el partido definitorio del torneo continental, comenzaron las comparaciones.

¿Existe similitud entre la rivalidad argentina y la del Real Madrid-Barcelona, por ejemplo? Definitivamente NO. Hay enormes diferencias en cuanto al tema pasión, hasta en la rivalidad misma.

Es que un Real Madrid-Barcelona, más allá de ser el clásico más mediático del mundo Y QUE lo supera en el tema “marketinero”, algo indiscutible, en cuanto a fanatismo, vehemencia, entusiasmo, fiesta, es incomparable con el Boca-River.

Entonces, si el Superclásico argentino no se puede comparar con el español, mucho menos se puede equiparar con un América-Chivas.

Los factores son innumerables. Pero vayamos a los puntos más importantes.

Primero: la jerarquía. Boca y River son en el mundo más famosos que América y Chivas por razones históricas. Basta repasar sus conquistas internacionales para justificarlo.

Segundo: la calidad futbolística. Con sólo repasar los cientos de grandes futbolistas que han triunfados desde hace décadas en el Viejo Continente procedentes de ambos clubes, las diferencias son abismales.

Tercero: la historia. El fútbol argentino ha cosechado un reconocimiento internacional producto de la conquista de títulos mundiales por parte de sus selecciones (tanto la mayor como la Sub 20), integradas en gran medida por jugadores de ambos equipos, factor que influye de manera esencial.

Cuarto: comparar un Boca-River con un América-Chivas, con todo el respeto, es un despropósito. La atmósfera, la trascendencia, la importancia, la atención, juegan un papel fundamental a favor de los argentinos.

El único punto en contra es el tema violencia. Que no se pueda jugar con visitantes es una barbaridad que excede toda regla de convivencia. En eso el América-Chivas lo supera. Aunque es muy poco como para suponer o intentar pretender que sea más importante o atractivo.

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