¿No entiendes a alguien porque lleva mascarilla? Un sanitario británico comparte un truco muy sencillo para solucionarlo

El uso de mascarillas se ha convertido en muchas zonas no solo en un recomendación, sino en una obligación, incluso cuando está garantiza la distancia social, a riesgo de ser multado en caso de no llevarla puesta. Que es una de las medidas más eficaces para frenar el avance de la pandemia del coronavirus es algo que, tras varios cambios de criterio, parece claro a día de hoy. Sin embargo, con ellas puestas, la comunicación se ve deteriorada. Sobre todo cuando quien está enfrente necesita de la lectura labial para poder comunicarse. Para dirigirse a esos pacientes, un sanitario británico ha compartido un recurso que él está usando, que le funciona y que puede ayudar a otros en su situación.

Lo que propone Danny Hughes, trabajador del South East Coast Ambulance Services, es recurrir a una aplicación de transcripción en el móvil que convierta sus palabras en un texto escrito que su interlocutor pueda leer en la pantalla del terminal. Esa es la solución más eficaz y segura –bajarse la mascarilla es un riesgo más que evidente– para poder hacer llegar la información necesaria en estos casos a su destinatario.

Según ha explicado a través de su perfil en Twitter, “algunos de nuestros pacientes y usuarios de servicios necesitan la lectura de labios para comunicarse y usar una mascarilla hace que la lectura de labios sea imposible”. Buscando cómo romper esa barrera, fue como descubrió “que el uso de esta aplicación llamada Google Live Transcribe y otras aplicaciones de transcripción de voz a texto pueden ser muy, muy beneficiosa para comunicarse con esos pacientes”.

A la hora de compartir este recurso o truco, como quiera llamarse, ha pedido que todo aquel que lo haya encontrado de utilidad lo comparta por si puede ayudar a otras personas. Y así ha sido, porque en menos de una semana acumula ya más de 9.000 retuits y comentarios sobre su idea, que, por otra parte, ha despertado ciertas reticencias respecto a la privacidad que pueden ofrecer estas aplicaciones.

En este sentido, un internauta comentó que se corre el riesgo de que se almacene información confidencial del paciente que se haya compartido durante esta conversación transcrita. Un aspecto que también preocupa a Hughes, por lo que dijo que tanto él como otros compañeros suyos estaban evaluándolo para averiguar “si esta aplicación o una alternativa es viable y segura para implementar a todo el personal de primera línea”.

El éxito de su primera mensaje ha sido tal que después ha publicado alguno más agradeciendo la respuesta. “Me complace poder compartir el concepto y el potencial que esta tecnología tiene para ayudar a las personas a comunicarse. No es una solución perfecta, pero las necesidades de comunicación de todos son diferentes, por lo que un enfoque único para todos no ayudará a todos”, ha comentado.

Una de las alternativas al uso de estas aplicaciones más comentada por los internautas y de la que se lleva hablando casi desde que comenzó la pandemia es el uso de un tipo de mascarillas con pantalla transparente a la altura de la boca. De esta manera, las personas que necesitan leer los labios a su interlocutor para poder mantener una conversación y recibir correctamente la información que se les está dando salvan la barrera que es la mascarilla opaca.

Sin embargo, a finales de mayo, desde la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) advertían que este tipo de mascarillas no solo no son una solución universal –“la lectura labial no es una habilidad al alcance de todos”– sino que también mostraron su preocupación acerca de su seguridad sanitaria.

Aunque agradecen los esfuerzos y las iniciativas solidarias en este sentido, Concha Díaz, presidenta de la CNSE, aclaró que si bien “hay personas sordas con restos auditivos para los que el acompañamiento de la lectura labial puede serles útil” existen que “más allá de entender alguna palabra suelta, no pueden seguir una conversación por esta vía”.

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