Ryanair y AENA dejan en tierra a un pasajero en silla de ruedas

“Me han dejado fuera del avión por ir en silla de ruedas”. Así de tajante resume el tenista y abogado Cisco García el momento que vivió cuando trataba de viajar desde Madrid hasta Vilnius para disputar el Open de Lituania.

En sus redes sociales el cordobés relató cómo fue un día en el que vivió “el momento más humillante” que le ha pasado “en su vida en silla”. Su odisea empezó a las 06.00h de la mañana, cuando él y su entrenador llegaron al Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. Al facturar las maletas avisó de que al comprar el vuelo había marcado la casilla de “asistencia necesaria desde la puerta de embarque”, tal y como él mismo demostró al publicar en su Twitter su billete de avión.

Aún así, y para cerciorarse de que todo estaba en orden, ambos acudieron al puesto de Aena para personas con movilidad reducida para informar, una vez más, de que necesitaba la asistencia. Tres avisos, tres: en la tarjeta de embarque, al facturar las maletas y en el puesto pertinente. En todo momento la misma respuesta: que no se preocupara que se le asistiría para acceder al avión. Pues en vista de lo que ocurrió después, está claro que estos tres avisos no fueron suficientes.

El vuelo estaba programado para despegar a las 7.20h así que una hora antes se fue junto con su entrenador hacia la puerta de embarque y esperó junto al resto de pasajeros que estaban esperando para subir al avión. Mientras, los trabajadores de Ryanair tienen que llamar hasta en tres ocasiones a sus asistencias. Para su sorpresa, a las 7.05h el comandante da la orden de sacar del avión el equipaje de Cisco y de su entrenador porque ya veían claro que no iban a volar.

Ante esta situación se ofrece a subir por su cuenta, ya que con ayuda de su entrenador podría llegar al asiento. La respuesta de los trabajadores fue, cuanto menos, sorprendente: “decían que no había nadie que llevara su silla a la bodega y que la silla no puede ir arriba”, comentó Cisco, quien no dudó en preguntar que “cómo podía ser que hubiera alguien para sacar equipaje de la bodega, pero no para meter una silla de ruedas”.

Al final, el cordobés y su entrenador se quedaron en tierra y tuvieron que comprar nuevos billetes para poder llegar a Lituania. Se gastaron más de 900 euros, tuvieron que hacer escala en Frankfurt y llegaron a su destino en torno a las 23:30h de la noche… desde las 6 de la mañana que habían llegado al aeropuerto. ¿Y todo esto por qué? Por tener una silla de ruedas.

Cisco confesó que este fue “el momento más humillante que ha vivido en su vida en silla”, y recordó otros momentos que demuestran los obstáculos que pueden encontrarse las personas con movilidad reducida al viajar en avión, como tener que arrastrarse hasta llegar al servicio o que le tengan una hora esperando tras el aterrizaje porque nadie avisara de que necesitaba una silla de ruedas.

AENA se puso en contacto con el tenista para disculparse sobre lo ocurrido reconociendo “su error [por no gestionar a tiempo la silla estrecha necesaria]”. Por su parte, Ryanair publicó un comunicado donde afirmaba que “el servicio de asistencia con sillas de ruedas en el aeropuerto Madrid Barajas lo opera el proveedor de servicios Acciona (…) y, por lo tanto, son los responsables de cualquier problema que se produzca en el mismo”.

Cisco García se había prometido hace un tiempo que no volvería a volar con Ryanair, pero decidió darle una oportunidad porque era la única compañía que hacía el vuelo directo. Su billete de vuelta lo tiene también con la aerolínea irlandesa, esperemos que esta vez le sea mucho más fácil volver a casa.

El cordobés Cisco García es actualmente el número 80 del mundo en el ránking de la Federación Internacional de Tenis y sexto de España y aspira a participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

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