Ryan Reynolds quiere comprar un equipo de fútbol en Gales

El actor Ryan Reynolds durante una entrevista
El actor Ryan Reynolds durante una entrevista a finales de 2019. Foto: Nathan Congleton/NBC/NBCU Photo Bank via Getty Images.

Por si pensábamos que 2020 no era lo suficientemente raro, ahora nos llega una noticia que mezcla el mundo del deporte y el de la farándula para dejarnos completamente descolocados. Porque resulta que Ryan Reynolds se quiere involucrar en el negocio del fútbol. Sí, el mismo Ryan Reynolds estrella de Hollywood que ha protagonizado éxitos de taquilla como las dos entregas estrenadas hasta ahora de Deadpool.

No queda muy claro por qué le ha dado por el soccer a un tipo como Reynolds, que procede de un país con una tradición balompédica escasa (aunque creciente) como es Canadá. Ni tampoco hay razón aparente para la elección del equipo en el que pretende invertir. Se trata del Wrexham AFC, un club británico de categorías inferiores con repercusión internacional más bien escasa.

Lo que sí parece es que la cosa va bastante en serio. La directiva del club ha hecho públicos los contactos preliminares, indicando que Ryan se ha asociado con otro actor, Rob McElhenney (conocido sobre todo por su participación en la serie Colgados en Filadelfia) para presentar una propuesta. Actualmente el propietario del equipo es un consorcio de aficionados, que lo adquirió en 2011 superando la oferta de un empresario local.

Este consorcio votó a favor de iniciar las conversaciones, con la esperanza de que los artistas traigan una inversión fuerte que permita a la entidad crecer. Hasta un 97,5 % de los seguidores se mostraron dispuestos a aceptarlo, según indica The Guardian. Spencer Harris, director de la organización de hinchas, explicó que el acuerdo está en sus fases iniciales, por lo que aún no se puede hablar de cifras concretas, pero que espera que haya avances significativos “no en meses, sino en semanas”.

De momento, Reynolds y McElhenney tendrán una nueva reunión con la directiva actual para “presentar su visión para el equipo y hacer una propuesta”. Una vez la reciban, los fans deberán votar de nuevo para decidir si les convence la oferta. Harris se mostró “impresionado” por el entusiasmo que han demostrado los americanos: “He hablado con ellos un par de veces. Son gente muy seria, profesional y exitosa, no solo como actores sino también en el mundo de los negocios. Están muy apasionados por este proyecto y se han implicado en profundidad. Imagino que les veremos aquí en el estadio y que ya habrían venido si no fuera por el coronavirus”.

Normalmente este tipo de negociaciones se llevan a cabo con mucha discreción, pero Harris ha explicado la razón de que en este caso se haya dado a conocer. No es otra que el hecho de que actualmente el Wrexham pertenezca no a un dueño, sino a su comunidad de aficionados, lo que obliga a informar con más transparencia. “Sí, se ha hecho público un poco antes de lo que habría ocurrido en circunstancias normales. Empezamos a hablar a través de sus representantes y, tras nuestra asamblea del martes, ahora estamos en condiciones de entrar en discusiones detalladas. En última instancia serán los seguidores quienes decidan cómo será el futuro del club”.

Sorprende que ni siquiera el propio Wrexham tenga claro qué se les ha perdido a los dos intérpretes por allí. “Creo que es una pregunta que tendrían que contestar ellos en su momento. Yo diría ¿por qué no? Somos un equipo con mucha historia y con gran potencial”, replica Harris.

Y es cierto que otra cosa quizás sí, pero al Wrexham historia no le falta. Fundado en el año 1864 (lo que le convierte en el tercer equipo más antiguo del mundo), procede de la ciudad del mismo nombre al noreste de Gales, aunque, debido a la poca organización del fútbol galés a finales del siglo XIX, compite en el campeonato de Inglaterra, al igual que otros rivales como el Cardiff City o el Swansea. Eso sí, con muchísimo menos éxito: jamás ha participado en la Premier League y lo más cerca que estuvo fueron unas cuantas campañas en la segunda división a finales de los ‘70 y principios de los ‘80.

El Wrexham, pese a jugar en la liga del vecino, a menudo era invitado a participar en la Copa de Gales, que además ganaba muchas veces; en su sala de trofeos hay hasta 23 ejemplares. Gracias a eso tenía ocasión de disputar frecuentemente la antigua Recopa de Europa. Solo una vez se vio las caras con un equipo español, el Zaragoza, en 1986, y le apretó bastante, hasta el punto de que los aragoneses necesitaron llegar a la prórroga para eliminarles. Dos años antes había logrado la que considera su mayor gesta: echar del torneo al Oporto. Estos hitos le valen para presumir de que su estadio, el Racecourse Ground donde juegan desde su fundación y que la selección galesa usa de vez en cuando como sede, es el campo internacional más viejo del planeta. Más allá de los libros, el presente es más sombrío: actualmente se desempeña en la National League, el quinto nivel, donde la temporada pasada tuvo problemas para salvar la categoría.

A falta de datos oficiales, la BBC estima una inversión probable de unos dos millones de libras para que el traspaso se completara. Reynolds se lo puede permitir holgadamente, ya que en el último año ha sido el segundo actor mejor pagado del mundo (solo por detrás de Dwayne Johnson) gracias, sobre todo, a su participación en dos producciones de Netflix; se estima que entre junio de 2019 y el mismo mes de este año se ha embolsado 71 millones y medio de dólares. Aparte de la actuación, se ha involucrado en otros negocios que también le han proporcionado mucho dinero: tiene un operador de telefonía móvil, una productora audiovisual, y era uno de los propietarios de Aviation American, una marca de ginebra por la que la multinacional de bebidas alcohólicas Diageo pagó recientemente unos 610 millones de dólares. Para brindar por los futuros éxitos del Wrexham ya le llega.

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