Ruth Bravo y Yael Oviedo, fútbol y sueños del corazón argentino del Rayo

Madrid, 22 abr (EFE).- Yael Oviedo y Ruth Bravo, 'Chule', juegan en el Rayo Vallecano y viven juntas en Madrid, dónde pasan el confinamiento en su casa de Vicálvaro, barrio del sureste de la capital española a apenas treinta minutos andando de su centro de entrenamiento.

"Todos los días son iguales, pero los intentamos hacer lo más amenos posibles", confiesa Yael Oviedo, que mantiene contacto constante con su familia y amigos, que se encuentran en San Antonio de Padua de la Concordia, en la provincia de Entre Ríos.

"Estoy tranquila porque allí están bien, pero ellos sí me preguntan mucho a mi porque ven noticias en la tele y se preocupan", señala.

Yael Oviedo llegó al Rayo Vallecano en enero de 2019 procedente del Granada CF Femenino, club en el que disfrutó de su primera experiencia internacional tras jugar en Boca Juniors y en el UAI Urquiza.

En Madrid comparte piso con Ruth Bravo, una salteña a la que la une mucha amistad y que tiene a su familia en Magdalena, a unos 100 kilómetros de Buenos Aires.

"Allí tampoco hay casos, pero mi hermano es una persona de riesgo y hay que preocuparse por él. Lo bueno es que está bien cuidado. Ellos sí me preguntan mucho por mi situación y se preocupan", comenta.

Yael y Ruth pasan todo el día prácticamente metidas en casa. Solo salen para hacer la compra. Tienen dos supermercados. Uno a tres cuadras y otro a diez. "Yo prefiero ir al que está más lejos porque a Yael la paró un día la policía para preguntar dónde iba y se llevó un susto", bromea Ruth.

Ahora no pueden ir a entrenar pero antes, para ir a la Ciudad Deportiva del Rayo, solían ir andando desde Vicálvaro. "Cruzamos un parque, que son unos 15 minutos andando, y después otros 15 minutos por las calles de Vallecas. A la vuelta, a veces, si es de noche, cogemos el tren, aunque sea para solo una parada", desvelan.

De camino a la Ciudad Deportiva se ven con las chilenas Carla Guerrero y Camila Sáez y la venezolana Oriana Altuve, sus inseparables amigas y compañeras de equipo. Juntas forman parte de un quinteto de lujo sobre el césped y que en el WhatsApp conforman el grupo 'Las Panchis'. "Ese chat es picante", sonríen.

Durante las interminables horas en su casa de Madrid, Ruth y Yael también entrenan para intentar no perder la forma. "Hacemos el trabajo que nos marca el cuerpo técnico, que son unos ejercicios que tenemos pautados, sobre todo de fuerza y de cardio, y acabamos cansadas, porque en casa cuesta todo más", comentan.

"Los chicos tienen una diferencia, que normalmente suele ser que, aparte de que tienen casas más grandes, cuentan con gimnasio o algunas máquinas para hacer ejercicio", dice Ruth.

En casa tratan de pasarlo bien y una de sus aficiones es "jugar al fútbol tenis", desvelan. Generalmente gana Yael, que se divierte viendo a Ruth comer huevos crudos o tomando una cucharada de sal y pimienta como pago por perder la apuesta.

También son aficionadas a la lectura. Ruth está leyendo 'Tus zonas erróneas', un libro de autoayuda del estadounidense Wayne Dyer, y disfruta de la serie de televisión 'La Casa de Papel', cuya última temporada devoró una noche entera de seguido. Yael está leyendo 'El Principito', de Antoine de Saint-Exupéry, aunque también la gusta el brasileño Paulo Coelho.

La cocina la reparten, aunque Yael reconoce, entre risas, que si no cocina ella no comen. Son más de pollo y tratan de llevar una dieta variada y equilibrada.

Mientras pasan los días, la incertidumbre por saber si volverán a jugar esta temporada es mayor. "No sabemos qué va a pasar, pero va a ser complicado. Nosotras no podemos entrenar tanto como los chicos y recuperar la forma física costará más. Además, no sé si es bueno volver a jugar tal y como está la situación", subraya Ruth.

Tanto Yael como Ruth acaban contrato esta temporada con el Rayo pero las dos están muy contentas en Madrid y su intención, "si el club quiere", es quedarse en el equipo.

"No es fácil encontrar un equipo en el que estés tan a gusto. Nos sentimos parte de esto y es difícil sentirse así en un equipo. Parece que llevamos aquí más años. Somos privilegiadas", dice Yael, a lo que puntualiza Ruth: "tenemos un grupo formidable y nos tenemos un aprecio muy lindo".

"Además, creo que las cinco sudamericanas le damos toque distinto a este equipo", destacan las dos jugadoras, admiradoras de Leo Messi, al que conocieron durante la concentración previa al Mundial femenino de Francia en 2019.

"Tuvimos un almuerzo con la selección masculina en el centro de entrenamiento conjunto en Buenos Aires. Es una persona sencilla, normal, que yo creo que no se da cuenta de quién es. Hablas con él como si fuera un amigo de siempre. Es un fuera de serie, el mejor futbolista que hay", declaran.

Messi es un ídolo, la principal referencia del fútbol argentino a nivel internacional, pero tanto Chule, apodo que le puso su abuela a Ruth, como Yael Oviedo, son también una referencia del fútbol femenino en Argentina y jugar en Europa les hace ser un modelo a seguir para muchas niñas que aún son pequeñas y sueñan con ser como ellas.

David Ramiro

(c) Agencia EFE