Yahoo Noticias Koeman no viene para ganar, sino para hacer lo que nadie más se ha atrevido a hacer
El autor del gol más importante en la historia del Barça es el nuevo entrenador del club azulgrana. Una entidad mastodóntica a la deriva y necesitada de cambios que no ha dejado de triturar secretarios técnicos y entrenadores en los últimos tiempos. Ahora, la directiva encabezada por el presidente Josep Maria Bartomeu ha decidido subirse a lomos de una leyenda azulgrana con fuertes vínculos históricos con el conjunto culé: Ronald Koeman. El neerlandés, al que no le tembló el pulso para decapitar a ídolos del valencianismo como Cañizares, Albelda o Angulo en su paso por Mestalla, viene para hacer lo que nadie más se ha atrevido a hacer en estos últimos años de decepciones en la Copa de Europa: liderar una transición deportiva que acabará con varios de los pesos pesados del vestuario fuera del Camp Nou.
Como si de un general experto en períodos de entreguerras se tratara, Koeman se ha caracterizado más por protagonizar una gestión con mano dura en el fútbol español que por su gusto en relación a la denominada escuela cruyffista. Sus equipos han sido versátiles, camaleónicos y han tendido más hacia el ataque directo y profundo por banda que al juego de posesión estableciendo así, una frontera entre el Koeman jugador y el Koeman entrenador. Adaptable y no radical.
Aunque su contratación pudiese sonar contradictoria por este aspecto, la realidad es que el gusto futbolístico del técnico ha pasado a un segundo lugar en la contratación del mismo. Para saber cómo puede jugar el Barça del futuro, hay que saber quiénes integrarán el Barça del futuro. De la mano del club y la secretaria técnica, el neerlandés debe revitalizar una plantilla que encajó un 2-8 ante el Bayern de Múnich con una media de 29 años (la más longeva en la historia de la Champions League).
Y es que la columna vertebral del Barça atraviesa un fin de ciclo futbolístico que va íntimamente ligado a una cuestión generacional: Leo Messi (33 años), Gerard Piqué (33 años), Luis Suárez (33 años), Arturo Vidal (33 años), Ivan Rakitic (32 años), Sergio Busquets (32 años), Jordi Alba (31 años) y Pjanic (30 años). En otras palabras, Koeman viene para comerse el marrón y ejercer de parachoques de una directiva a la que se le agota el tiempo tras habérsele agotado el crédito. Con las elecciones de marzo aporreando la puerta del despacho de Bartomeu, el Barça debe reajustar su desequilibrio salarial. Y es que, como publicó El País, seis jugadores (Messi, Griezmann, Suárez, Busquets, Piqué y Alba) se comen prácticamente hasta el 70% de la masa salarial.
Para fichar hay que vender y aquí estará uno de los mayores retos que deberá enfrentar esta nueva etapa con Koeman al mando de la nave azulgrana. Contratos muy elevados, jugadores que no quieren salir del club que más paga en salarios del mundo y sin margen económico para endeudarse. El aficionado del Barça se debe mentalizar para afrontar tiempos de zozobra, incertidumbre, despedidas dolorosas y como resultado de ello, pocos éxitos deportivos. Sin embargo, hay tres puntos que han quedado cristalinos: Frenkie de Jong será el dueño del centro del campo, Messi seguirá siendo el pilar del Barça y Koeman va a tratar de llevar a cabo una limpieza profunda que ya no puede esperar más.
