Roger Federer sorprende con un agradecimiento sutil al público en Roland Garros

Roger Federer saluda al... cemento: el suizo doblegó al alemán Dominik Koepfer en un vacío estadio central de Roland Garros, agradeció y... puso en duda su participación en los octavos de final.
Thibault Camus

“Gracias por no quedarse dormidos”, dijo Roger Federer al final de su enfrentamiento de tres horas y 39 minutos con el alemán Dominik Koepfer cuando ya regía el toque de queda en Francia y él cerraba la jornada en Roland Garros con el último pasaje a octavos de final en el bolsillo. El certamen parisiense retira al público cuando se cumple la hora, para respetar la disposición sobre circulación de personas.

“Fue un partido difícil y distinto a los que venía jugando”, comentó el tenista suizo, que se impuso por 7-6 (7-5), 6-7 (3-7), 7-6 (7-4) y 7-5 en el estadio Philippe-Chatrier, que lucía iluminado pero desolado bien entrada la noche. La ausencia de espectadores le quitó calidez a un espectáculo que, por el nivel del juego, habría tenido muchas aclamaciones.

Federer pega de derecha ante Koepfer en un partido demandante: cuatro sets y 3 horas y 39 minutos.
Federer pega de derecha ante Koepfer en un partido demandante: cuatro sets y 3 horas y 39 minutos. (MARTIN BUREAU/)

“Amo jugar al tenis y amo hacerlo en esta cancha”, destacó Federer, campeón del certamen por única vez en 2009, tras superar a un rival que se había entusiasmado con la chance de vencerlo. “No sólo quiero jugar con él; quiero darle batalla”, había apuntado el alemán. Y vaya si lo hizo. Obligó al ganador de 20 títulos de Grand Slam a apelar a todo su repertorio para avanzar a la segunda semana del Abierto de Francia, con suspenso y mucho esfuerzo. Federer lo doblegó en su segundo match point.

Habrá que ver si el cansancio terminará pasándole factura al suizo. Por lo pronto, al parecer la rodilla que volvió a operarse y que lo mantuvo durante largo tiempo alejado de las canchas respondió como él lo esperaba. De todas formas, la evaluación es día tras día.

“Mi equipo y yo venimos haciendo bien las cosas hasta ahora y debemos evaluar cómo seguir. Veré cómo me siento mañana”, advirtió Federer, de 39 años, como poniendo en duda si se presentará en la etapa de octavos, en la que debe medirse con el italiano Matteo Berrettini. “Aquí y en Ginebra, después de cada partido tengo que reevaluar la situación y ver cómo me despierto y cómo se siente la rodilla. Siempre es así”. Es su físico, entonces, el condicionante para presentarse al próximo encuentro.

Más temprano, Berrettini superó al surcoreano Soonwoo Kwon por 7-6 (8-6), 6-3 y 6-4 en dos horas y 11 minutos, para acceder por primera vez en su carrera a los octavos de Roland Garros.

Iluminado pero desolado, el estadio Philippe Chatrier es testigo de un saque de Federer en una sesión sin público a raíz del toque de queda que rige a la noche en París.
Iluminado pero desolado, el estadio Philippe Chatrier es testigo de un saque de Federer en una sesión sin público a raíz del toque de queda que rige a la noche en París. (MARTIN BUREAU/)

Federer completó el trío fantástico en esa instancia, a la que también accedieron Rafael Nadal, campeón del certamen en 13 ocasiones (incluidas las últimas cuatro), y Novak Djokovic, número 1 del mundo y ganador del Abierto en 2016. También el español y el serbio tendrán adversarios italianos: Jannik Sinner y Lorenzo Musetti, respectivamente.

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